Susurros de cien años de memoria segoviana

En el montaje de la exposición han participado Juan Pedro Velasco, Juan Ignacio Davía, Juan Francisco Sáez y Juan José Bueno, colaboradores del Museo Rodera Robles y propietarios de importantes colecciones. De la investigación se ha encargado el periodista de El Norte de Castilla Carlos Álvaro, quien ha quitado el polvo a algunos archivos que se guardaban en el teatro desde hace años –especialmente a partir del último tercio de siglo XX– y ha indagado en estas colecciones con el objetivo de recabar información para el libro sobre los cien años de vida del Juan Bravo que está ultimando. Además, ejerció de guía en la inauguración de la muestra, que tuvo lugar ayer y en la que el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, agradeció tanto la labor de los coleccionistas, conservando durante décadas estas piezas que ya son parte de la historia de Segovia, como la de Carlos Álvaro, extrayendo lo más importante de este siglo de vida para darlo a conocer a los ciudadanos. «Gracias a ellos hemos podido recuperar parte del pasado y traerlo al presente para comprobar que hay cosas que han cambiado mucho y otras que prácticamente no se han visto alteradas por el tiempo», aseguró el presidente de la institución. Entre los objetos que más pueden llamar la atención del público, dijo, se encuentran las butacas con tapicería verde de antaño, un programa autografiado de la visita del astronauta Irwin en 1975 o «los atrevidos programas de mano de obras de la época del destape e incluso el libro del apuntador de la primera obra que se representó sobre el escenario».

El libreto de 'La alcaldesa de Hontanares' (la primera obra representada en el teatro), la crónica de la inauguración o decenas de carteles firmados por artistas de distintas épocas forman parte de una exposición, en la que no faltan las imágenes, tanto originales como réplicas, de los distintos momentos que han marcado la trayectoria del edificio, los discos de vinilo de los grupos y cantantes que pasaron por las tablas segovianas o hasta el proyector que, durante años, convirtió al Juan Bravo en la mejor sala de cine de la ciudad.

A través de paneles explicativos de la historia del teatro que acompañan a las distintas piezas que componen la exposición, segovianos y turistas podrán conocer y visualizar cómo y dónde se decidió ubicar el teatro, de qué manera quedó instaurado el nombre del coliseo, qué diseño tenía un programa de la época, quiénes fueron las estrellas que pisaron el escenario del Juan Bravo o cómo instituciones como la Sociedad Filarmónica de Segovia fueron construyendo su historia de forma paralela a la del Juan Bravo. «No quiero desvelarles toda la exposición, porque es mucho más interesante ir descubriéndola», afirmó Vázquez, quien invitó a los segovianos a acudir al Juan Bravo y pasear durante unos minutos por una muestra que supone un auténtico viaje en el tiempo.

«Ha quedado elegante y fino, muy en consonancia con lo que es el teatro», afirmó Carlos Álvaro sobre una exposición en la que han colaborado el equipo de coleccionistas que normalmente organiza las muestras en el museo Rodera Robles. «Ha sido muy difícil hacer la exposición. Había objetos para hacer tres salas expositivas. Es inmenso lo que ha habido en el teatro durante estos cien años», añadió el periodista, quien destacó el programa de la inauguración del teatro, en 1918, y en el que figura una errata al situar la fecha en el 25 de octubre, día de San Frutos, en lugar del 26, cuando finalmente se representó por primera vez 'La alcaldesa de Hontanares'.

La exposición «es un viaje en el tiempo» por los cien años de historia del teatro Juan Bravo a través de objetos como fotografías antiguas, entradas a espectáculos, el cajón del caramelero o la linterna del acomodador. «Son objetos que forman más parte de la memoria que de la historia», señaló, sin olvidar los años (hasta 1977) en los que el teatro también sirvió como sala de cine. «Aquí se han visto algunas de las películas míticas de la historia». Pero si por algo destaca el Juan Bravo es por la calidad de las obras y de los actores que han pisado sus tablas. Desde Antonio Machín, Juanito Valderrama, Antonio Molina o Manolo Escobar, hasta la puesta en escena de «maestros como Fernando Fernán Gómez o Fernando Guillén, en una época en la que «se empezó a ver mejor teatro». Tras las restauración del teatro en la década de los 80 y el concierto de reapertura al que acudió la reina Sofía, llegó una etapa «espléndida que se corresponde con su gestión pública». Estrenos nacionales de teatro o actuaciones musicales como las de José Carreras, Sara Baras, Ainhoa Arteta o Rafael han servido para convertir al teatro Juan Bravo en un escenario de referencia.

La exposición permanecerá abierta hasta finales de febrero y podrá visitarse en el horario de apertura del teatro, a excepción de las horas en las que estén programados espectáculos. El horario será, por tanto, de miércoles a viernes, de 11:00 a 14:00 horas, y de 19:00 a 21:00, y sábados y domingos, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.