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Carmen Montero comprueba los datos que evalúan la amenaza de contagio comunitario. Hay nueve parámetros. De ellos, siete están subrayados en morado, señal de que ... están muy por encima de lo deseado y que justifican el nivel 4 de riesgo extremo en el que está la provincia. Sin embargo, hay dos que asoman en un color ocre menos agresivo y más agradable a la vista: se trata de la positividad, no llega al 7% la cantidad de positivos de coronavirus diagnosticados en el total de pruebas realizadas en la semana; y la trazabilidad, concepto que le atañe muy de cerca a la jefa de Enfermería de Primaria de la Gerencia de Atención Sanitaria.
Este indicador es superior al 72%, lo que quiere decir que ese el porcentaje de casos que están identificados y bajo seguimiento epidemiológico en toda la provincia, en un territorio tan disperso como el segoviano. Es un buen dato. Solo lo mejoran los vecinos sorianos. Es sinónimo de que las tareas de 'rastreo' que desarrollan los profesionales que coordina Montero están dando sus frutos en la batalla contra la pandemia. Desde hace unas semanas, esta dotación cuenta con la ayuda de las Fuerzas Armadas, a las que felicita por el trabajo que llevan a cabo. «Nos ha venido muy bien porque ha llegado su apoyo en el momento álgido después de Navidad», admite.
Esos mismos números que repasa Montero ponen de relieve que en 24 horas se han notificado 27 nuevos brotes de transmisión. «Es un mal signo porque eso quiere decir que se han asociado varias personas en torno a un positivo, pero por otro lado es bueno porque están controlados y en aislamiento», explica la especialista. «El problema viene cuando no sabemos los positivos que hay», incide.
La coordinación entre la Junta y Sacyl va a permitir redoblar el trabajo del equipo 'Covid Plus' de atención telefónica, explica la coordinadora de los equipos de seguimiento. «Espero que aumente la capacidad de rastreo y que algunos profesionales de enfermería puedan dedicarse a labores asistenciales y de apoyo en Primaria», defiende Montero. Según la Consejería de Sanidad, en la provincia hay 45 'rastreadores' sanitarios. Sobre el debate de si está infradotado este equipo, la coordinadora elude la polémica y expone que «Segovia tiene un problema de plantilla de enfermería, disponemos de menos de los que nos corresponde por población; independientemente de esta carencia, nosotros intentamos optimizar los recursos con la dedicación y esfuerzo ímprobo de los profesionales». Muestra de esos sacrificios es la organización del cribado de cinco días en la capital segoviana que acabó ayer, cita Montero.
El empuje de la tercera ola de la pandemia que padece Segovia, aunque pueda recordar a la primera, presenta alguna diferencia. La jefa de Enfermería de la Atención Primaria precisa que, «aunque la incidencia acumulada pueda ser peor que en marzo y abril, ahora hacemos muchas más pruebas». Entre las últimas dos semanas, «hemos duplicado» las analíticas diagnósticas –afirma– «en otro esfuerzo ímprobo» que la propia coordinadora describe: «Alargamos los turnos, estamos al límite y en algunos casos hasta desbordados, la sociedad tiene que ser consciente de que los recursos son limitados y no damos abasto». Por esto, Carmen Montero pide a la población: «si nos quieren cuidar para que les podamos atender, no deben bajar la guardia», hace hincapié.
«En la primera ola no había pruebas y no éramos capaces de detectar a tiempo a todo el mundo que venía, solo lo hacíamos en los casos mas graves y en lo que llegaban al Hospital, que eran los más mayores que además presentaban problemas de salud y eran más vulnerables». Otra diferencia es que ahora el perfil de los infectados es menos definido, «vienen de todas las edades, aunque es cierto que hay más jóvenes porque son los que hacen más vida social». Las navidades tampoco las nombra explícitamente, pero Montero explica que «los contagios se han producido en reuniones sociales y familiares, se juntan amigos, compañeros y si hay gente que no ha cumplido las medidas...», deja que los demás saquen sus conclusiones. «Una parte de la población ha bajado la guardia, no es general porque la mayoría lo ha hecho muy bien y siempre lo que más se ve es lo que no se ha hecho», añade.
Otro debate abierto es el de la vacunación contra la covid. Montero es tajante: «no nos han faltado vacunas, lo hemos programado conforme a lo planificado». Cuando se compara a la provincia con otras vecinas de la región y sale mal parada en los números de dosis recibidas y administradas, la responsable sanitaria repite que «tenemos suficientes según lo programado y no me fijo en lo que hacen los demás».
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