San José, un barrio obrero en plena renovación

El de San José es un barrio con historia, de origen obrero y con viviendas levantadas hace 60 o 70 años. Los que allí viven mantienen una media de edad alta y un espíritu «humano», con vecinos que «se preocupan de los que están a su alrededor», según describe la presidenta de la Asociación de Vecinos 1 mayo de San José Obrero, Teresa Ruano. «Aunque ahora, por desgracia, con la pandemia eso se ha perdido, siempre ha sido un barrio muy de salir con la silla a la calle, los niños bajar a jugar… como un pequeño pueblo», describe.

Un ejemplo de un momento del año en que este espíritu de unión se hace más visible es durante el tradicional via crucis viviente que se celebra el vecindario durante la Semana Santa: «Va un montón de gente, es un espectáculo verlo», comenta la portavoz de vecinos, quien lamenta que en los últimos dos años no haya podido realizarse.

En parte por la edad avanzada de sus vecinos, este barrio ha lamentado la pérdida de «bastante gente fallecida» con la crisis sanitaria: «Cuando se vaya descongestionando todo esto de la pandemia, queremos movernos para hacer un homenaje a nivel del barrio a todos estos vecinos», expresa Ruano.

La asociación que preside abarca la zona de San José, Valdevilla y El Palo-Mirasierra, pero desde esa agrupación próximamente se pondrán en contacto con algunos socios de la Comunidad Ciudad y Tierra para hacer con ellos una sola asociación: «Cuantos más seamos mejor. En San José nos estamos quedando un poco mayores. Aunque se están vendiendo los pisos, en general las viviendas tienen muchos años y las casas son antiguas, mientras que en ese otro lado (en el barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra hay más gente joven, más niños y todo», explica Ruano.

Sobre el estado del barrio, aunque la presidenta de vecinos piensa que «aún necesitaría mucha ayuda», considera que este 2021 los que en San José viven no deben quejarse mucho porque es un año de grandes reformas. En mayo previsiblemente acabarán las obras de los ascensores que comunican los tres niveles sobre los que se yergue el barrio, están programadas con más o menos detalle la remodelación integral de tres de sus calles y también, dentro del programa del Área de Regeneración Urbana (ARU), la rehabilitación de tres bloques de viviendas.

La principal novedad de este año para el barrio es la construcción de dos ascensores y un recorrido accesible que salvará el desnivel que existe entre la calle Mónaco y la calle Mirasierra. El proyecto, que incorporará unas rampas y unas escaleras, también persigue la regeneración urbana de la calle Manuel de Falla. El primer ascensor une la calle Mónaco con la carretera de Valdevilla y el segundo conecta la carretera de Valdevilla con la calle Manuel de Falla. Una actuación de pavimentación y mejora de recorridos unirá ambas intervenciones a través de la carretera de Valdelvilla, en la que se reordenará la zona del aparcamiento.

Ruano ha opinado que las obras, cuya inversión llega a los 400.000 euros, van «despacio» pero el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino, ha asegurado que en mayo estos elevadores estarán funcionando. Durante el desarrollo de las obras, ha explicado, la empresa pidió una prórroga de un mes que les fue concedida en trece días. La compañía alegaba las inclemencias climatológicas para poder avanzar.

Esta reivindicación histórica del barrio de San José está motivada por las tres alturas a las que se encuentran esta parte de la ciudad: «Hay tres niveles y la gente que vive en El Palo-Mirasierra o en Valdevilla pueden ir al supermercado porque hay uno al lado pero para ir a misa, por ejemplo, hay que bajar a San José y está muy empinado. Hay una escalera pero tiene muchos escalones y una inclinación del 45%», explica la portavoz. Después de un tiempo luchando por este remedio, consiguieron que se llevara a cabo mediante los presupuestos participativos, contando también con el apoyo del resto de zonas.

Otra de las medidas que celebran en el barrio es la rehabilitación integral de tres calles como Tomasa de la Iglesia. En este caso, el proyecto ya está en fase de contratación, por lo que será cuestión de meses que se puedan empezar las obras. Lo mismo ocurrirá con otras dos ubicadas en las proximidades, por la zona de la calle Mónaco, Viena y Berlín. Se trata de una intervención integral, que llevará a quitar los adoquines, hacer un saneamiento, cambiar el alumbrado, mejorar la instalación de las telecomunicaciones y sustituir el adoquín finalmente por asfalto. «Lo que nos van dando, bienvenido es», señala Ruano.

Como parte del Área de Regeneración Urbana de San José-El Palo Mirasierra, está previsto que se remodelen tres bloques de viviendas más en este barrio, según ha comentado el concejal de Obras, Miguel Merino. Este programa está cofinanciado por el Ayuntamiento de la ciudad, el Ministerio de Fomento, la Junta de Castilla y León y los propios vecinos del barrio. «Lo que hacen es que arreglan la fachada, las ventanas, los aislantes, lo dejan todo pintado… la verdad es que quedan muy bien», comenta la presidenta de los vecinos.

Por todas estas mejoras, el balance del barrio de San José es positivo: «No me quejo, se van consiguiendo cosas, y tenemos la esperanza de que se van a seguir consiguiendo. Pero no olvidamos que nosotros conseguimos el ascensor gracias también al resto de barrioS, que nos apoyaron. Por eso, nosotros sabemos que la próxima vez si hay alguna medida más interesante o que corra más prisa en otro lugar, también la apoyaremos», concluye Ruano.