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El Europeo de Turquía eclipsa al Cross de Cantimpalos, que este año no solo le quita atletas, sino el hueco en la pantalla, pues se niega a producir la señal para salir en diferido. El organizador, Iñigo Jimeno, no negocia la fecha, la patrona del ... pueblo: «El problema no es nuestro, es del Europeo». Ese orgullo explica por qué ayer se corrió por 52ª vez. Porque Jimeno, teniente de alcalde, ha pasado días segando el campo, desplazado hasta la izquierda tras quedar impracticable el flanco derecho por un desplazamiento de arena y piedra. Como no hay mal que por bien no venga, los atletas se ahorraron la recta final, un alivio, pues hubo rachas de viento de 70 kilómetros por hora. Y los espectadores, gracias a las nuevas curvas, vieron pasar más veces a esos atletas voladores. El pueblo no salió por televisión, pero ellos vieron cómo Javi Guerra descolgaba rivales en la última vuelta para firmar un valioso segundo puesto a sus 41 años, detrás del intocable Martin Kiprotich (26m45s), decimoquinto del ranking mundial, que mantuvo el suspense más que Majida Maayouf, la plusmarquista nacional de maratón, que se paseó con 24m03s en siete kilómetros, dos menos que los hombres, que hicieron nueve.
Minutos después de que Thierry Ndikumwenayo, dos veces ganador en Cantimpalos –el pueblo en el que corrió cuando no le conocía 'nadie'– lograra el bronce continental en Turquía, partió la carrera masculina. Era una escena gélida, que el viento hacía más fría de lo que decían los termómetros, pese al sol. El ugandés, segundo en las dos últimas ediciones del Cross de Alcobendas, tras Rodrigue Kwizera, aprovechó la ausencia de su verdugo, defensor del título en tierras segovianas, para llevarse el triunfo. Mientras, Guerra aprovechó la experiencia y la frescura frente a rivales con un calendario cargado para adueñarse del segundo cajón. Detrás quedó gente como Dani Mateo (9º) –tras la maratón de Valencia–, Chiqui Pérez (5º), Yahya Aouina (4º) y Younés Kniya, que lideró en Itálica (Sevilla) buena parte el campeonato de España por clubes. Otra mañana feliz para el segoviano, que celebró antes de la meta, consciente de lo que significaba.
Maayouf, olímpica con España en París en maratón, corrió el domingo en Valecia, trotó el jueves, vio que las piernas funcionaban y echó un día rentable en Cantimpalos. Por detrás, las españolas lucharon por la segunda plaza, que fue finalmente para Mariajo Pérez, por delante de Cristina Espejo, que dio la talla tras haber corrido –y ganado– 48 horas antes otro cross en Zaragoza. Octava fue Irene Pelayo, que ganó en el diluvio universal de 2022. Así que cuando le dijeron antes de la salida que hacía malo, por el frío y el viento, se echó a reír. Las chicas corrieron medio kilómetro menos que el año pasado y los chicos, uno. Porque la tendencia internacional es a distancias más cortas –el Europeo tuvo 7,8 kilómetros para ambos géneros– y Cantimpalos, pese a su orgullosa tradición, es también flexible. La apuesta era Águeda Marqués, pero está compitiendo menos tras los Juegos y rechazó la propuesta.
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Luis Javier González
El broche lo puso Fermín Cacho corriendo la carrera popular, de cuatro kilómetros, como padrino, tras ganarse al público en la presentación del sábado sacando del macuto sus dos medallas olímpicas en los 1.500 metros: oro en Barcelona 92 y plata en Atlanta 96. Un mediofondista que en sus tiempos gloriosos no se pasó por Cantimpalos, quizás porque entonces no se estiraban las temporadas eternas: del campo a través a la pista cubierta y al aire libre. Así que dio un baño de masas y trotó a un ritmo de 4:19 el kilómetro, puesto 49 a sus 55 años en una nómina de 132 participantes. Porque un atleta se hace más lento con los años, pero nunca se jubila.
El Cross de Cantimpalos echó en falta a dos clásicas de los últimos años: Idaira Prieto y Claudia Corral. Pero había una causa de fuerza mayor, el Europeo de Antalya, en Turquía. La primera fue 24ª en su primera internacionalidad absoluta, completando los 7,8 kilómetros en 26m54s, la tercera de las seis españolas en liza. Mientras, Corral fue 15ª en la carrera sub-23.
Prieto estuvo a la altura del nivel de un Europeo con 81 mujeres de 24 países. Hizo una carrera estable, sin grandes cambios de ritmo. Un guion que intentó saltar por los aires la francesa Manon Trapp, que se escapó en los primeros kilómetros. La italiana Nadia Battocletti cumplió su papel de favorita y fue reduciendo la nómina de aspirantes hasta quedarse sola y ganar con un tiempo de 25m43s. Carolina Robles (16ª) fue la mejor española con 26m39s y Carla Gallardo (22ª) la segunda, con dos segundos menos de Idaira.
Una hora antes, Corral estuvo a la altura de sus credenciales como campeona de España sub-23 el año pasado en Getafe y fue la segunda española en la categoría sub-23, sobre un recorrido de 6,3 kilómetros. Una carrera madura, de menos a más, con su característica gorra, cazando rivales para acabar con un tiempo de 22m12. María Forero, subcampeona, fue la mejor española con 21m21s, pero perdió el sprint por el título con la británica Phoebe Anderson.
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