«Isabel la Católica era una mujer inimitable; es el papel de mi vida»

«Es un trabajo de actitud», afirmó instantes previos al comienzo de uno de los últimos ensayos. El listón está alto, por lo que considera esta interpretación como «el papel de mi vida», insistió. Su tez clara, pelo rojizo y ojos verdosos coinciden a la perfección con el aspecto de Isabel la Católica descrito en sendas crónicas a lo largo de la historia. Castro también ha ahondado en ellas, sobre todo para profundizar sobre «su carácter». Así, concluyó que el truco es «decir todo con mucha seguridad, era lo básico en ella; ponía tanta fuerza en cada cosa que hacía que siempre lo acababa consiguiendo».

La profesional agradece haber sido recibida «con tanto cariño» por parte del público segoviano. Aunque ya había visitado en anteriores ocasiones la provincia, esta vez era diferente. «El enclave habla por sí solo; uno tiene que hacer su parte pero la otra mitad ya está contada con acceder al altar», relató a los pies de la Catedral, donde tiene previsto erigirse como protagonista en la recreación histórica del momento al que se rinde honores: la proclamación de Isabel I como reina de Castilla.

«Estoy emocionada; el texto son las únicas y exclusivas palabras que ella dijo en su momento, no he movido ni un pero ni una coma», indicó. Por ello, asumió esta propuesta como un reto personal, incluso más allá de la faceta laboral. Precisamente, resumió que «Isabel nunca se conformó con lo que le tocaba vivir: peleó, luchó, se escapó, se casó, volvió y acabó haciendo lo que quería, que era reinar Castilla. Ella persiguió su sueño y es lo que yo también quiero hacer».