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El comienzo del año abrió la puerta a la entrada de aire ártico que hizo que se desplomaran las temperaturas, sobre todo en la primera mitad del mes de enero. Noches y madrugadas con los termómetros congelados, jornadas a las que les costaba superar ... los cero grados para marcar en positivo, dejaban una sensación gélida. El frío es el principal aliado para que las infecciones respiratorias y los virus circulen entre la población.
Esta meteorología plenamente invernal que ha soportado Segovia es propicia para las transmisiones y los contagios, que en las personas especialmente vulnerables por padecer determinadas patologías crónicas pueden ser peligrosos y una amenaza vital.
De ahí la importancia de vacunarse contra la gripe, que en estas fechas está alcanzando sus picos de la campaña, como preveía el jefe del Servicio Territorial de Salud de la Junta de Castilla y León, César Montarelo, quien hace hincapié en llamar a la vacunación, no solo en la población mayor y de riesgo, sino también con especial insistencia en los menores de cinco años. «Es el método más efectivo», arguye en defensa de la inmunización.
Este frío intenso que ha congelado la provincia en fechas pasadas está detrás de nueve fallecimientos achacables a esas temperaturas límites que se han alcanzado. Así lo indica el sistema de monitorización de la mortalidad del Instituto Carlos III, el cual especifica que la peor semana por la cantidad de muertes registradas atribuibles al frío extremo fue la primera que estrenaba el mes y el año, con cuatro óbitos. Le sigue la tercera semana, con tres; mientras que la segunda y la cuarta han lamentado una defunción.
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