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La segoviana Beatriz Rubio, en Marruecos. EL NORTE
Beatriz Rubio, segoviana atrapada en Marruecos: «Nadie te informa, nadie sabe nada y es todo caótico»

Beatriz Rubio, segoviana atrapada en Marruecos: «Nadie te informa, nadie sabe nada y es todo caótico»

La segoviana Beatriz Rubio espera poder regresar hoy a casa tras semanas atrapada en Marruecos por las restricciones covid que la impiden volar a España

Viernes, 16 de abril 2021, 07:08

Llegó a Marruecos el pasado día 26 de marzo... y allí sigue todavía. La segoviana Beatriz Rubio es una de las españolas que todavía no ha podido regresar después de que el Gobierno marroquí suspendiera los vuelos a España a finales de marzo con el objetivo de frenar la expansión del coronavirus en su territorio.

«Vine porque tenía que hacer unos papeles y a los cuatro días de llegar cerraron y tenías que buscarte la vida llamando a tu compañía; yo ya tenía los papeles entregados, porque aquí el papeleo también es caótico, y era imposible salir si no tenías vuelo de por sí para ese día», añade Beatriz Rubio. «Ya he conseguido un billete de avión y creo que el día 16 podré volver a España. Me ha costado bastante».

Y los días pasan. «Estoy con una familia, más o menos puedes hacer cosas, pero hay gente que está en los hoteles esperando a que salga algo para volver. El país está un poco paralizado porque ahora ha empezado el Ramadán, más paralizado todavía. Intentas pasar el tiempo, pero hay poca cosa. Espero volver, he pagado el billete pero no me fío mucho. Cuando empezaron a cerrar llamé para si podía cancelar ese billete y organizarlo de otra manera y me dijeron que no estaba cancelado, que mi viaje podría salir y a dos días del viaje me enviaron un correo de que estaba cancelado. Todo es caótico, nadie te informa, nadie sabe nada».

Han sido días caóticos. Beatriz Rubio se encuentra en la zona de Taourirt, Oujda, Nador... «Como tenía que hacer esos papeles y no hablo árabe, traje conmigo un traductor, un amigo. Él se tenía que ir antes porque tenía que trabajar el día 5. Al final no llegó, llegó más tarde y en cuanto nos dijeron que cerraban, fue cuestión de empezar a buscar cómo salir desde la embajada y los consulados. Te tenías que inscribir, pero aquello era caótico. Me inscribí en todas, y en todas me decían que me tenía que inscribir en el de mi zona y mi zona era el consulado de Nador. El sistema era el siguiente: salían a través de las redes sociales, especialmente Twitter y Facebook anuncios de que hay un 'ferry' para personas con nacionalidad española y permisos de residencia en España. Te apuntas en una lista, rellenas un formulario y luego se supone que te tienen que llamar», explicó.

«La persona que vino conmigo, según salió el primer 'ferry' se apuntó y luego no se pudo volver, debe de haber un mercado negro de venta de tiques alucinante, porque sí que hay gente que ha conseguido, después de muchas veces de meter la solicitud, montar en el barco y ha oído que había gente que ha pagado el triple y el cuádruple por las butacas».

Durante este tiempo «me he sentido un poco abandonada, la verdad. Entiendo que es una cosa caótica, que Marruecos es grande y la gente está lejos de la zona donde se producen las salidas. Yo por ejemplo para volver a España en mi próximo viaje tengo que ir a Casablanca y estoy como a seis o siete horas en coche; a Tánger, tres cuartas partes de lo mismo, siete u ocho horas en coche. No te avisan con tiempo suficiente; tienes que hacerte una PCR y no es fácil hacerte una PCR en cualquier lado. Llamas a los consulados, a las embajadas y lo único que hacen es apuntar tu nombre y ya está, y te dicen que estés pendiente... Se siente como mucho abandono. El lunes, por ejemplo, seguí diciendo que estaba aquí y la respuesta del consulado fue que la evacuación masiva había terminado ya y que si iba a haber barcos lo mirara en las redes sociales, que aviones no se sabía si iba a haber, que era poco probable...».

Gestiones

Y a partir de ahí, un sinfín de llamadas. «Llamé a la compañía que está haciendo los viajes de repatriación y me dijeron que no había vuelos, pero al día siguiente me comunicaron que había uno para el día 16 y que estaba lleno. No lo terminaba de entender y tras muchas llamadas y gestiones conseguí un billete... todo fue caótico. En ese vuelo que me dijeron que estaba lleno, volví a llamar para ver si habían puesto otro y resulta que en ese mismo avión, en clase 'business', logré un billete, que tardé más de una hora en concretar. La gente está muy esparcida, no sabemos el criterio con el que seleccionan a las personas en las compañías de los barcos, porque echas la instancia y a los cinco minutos de haber salido ya no tienes sitio. No tiene sentido... Se supone que será según vas echando la instancia; deberías de tener hueco, pero no, es increíble. Hay gente que han salido ya cuatro o cinco 'ferrys' se han inscrito y todavía están aquí».

Beatriz Rubio tiene un taller de conservación y restauración de obras de arte en Segovia, que lleva junto con otra persona «y gracias a que es nuestro taller, puedo dentro de lo que cabe, tardar un poco más en llegar, que tampoco es verdad, porque todo el trabajo que no estoy haciendo estos días lo tendré que recuperar. Mi compañera hace todo lo que puede y las cuestiones de oficina intento hacerlo desde aquí con el teléfono porque encima no traje ordenador ni nada, y aquí la cobertura es una 'castaña'. La persona que vino conmigo sí que perdió unos días de trabajo y menos mal porque con su empresa no tuvo problemas, pero sí que habrá gente que los haya tenido, incluso alguno habrá perdido su trabajo», dice.

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