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Septiembre. Mes que indica el final de las vacaciones para muchas familias segovianas y también la vuelta al colegio en un nuevo curso escolar que comienza este viernes y está marcado por la normalidad (sin mascarillas, obligatoria en el autobús escolar, sin distancias, sin restricciones ... por la covid...) pero también por la inflación. Todo sube de precio. No hay más que comprobar la cesta de la compra. Los libros, cuadernos, agendas, mochilas, carpetas, uniformes y material escolar no son una excepción para las familias segovianas que, por lo que será necesario echar números y cuadrar cifras y cantidades para afrontar este nuevo curso.
Esa inflación se nota en el comercio local. «El coste del papel ha subido un 40% en los últimos meses, pero también es verdad que las compras que se hacen en sectores que venden papelería se hacen con mucha anticipación», apunta Roberto Manso, presidente de la Agrupación de Comercio Fecose. La compraventa o el intercambio de libros entre particualres es una fórmula que crece cada año, pese a que en algún nivel educativo se haya renovado el temario. «Hay algunos libros que se usan desde hace años», declara.
Manso considera que los establecimientos que habían comprado el material con anterioridad notarán «algo» la subida en los precios, «pero no tanto» como la que realmente prevé que va a haber cuando haya que reponer esa mercancía. Una subida que empezará a notarse en los artículos que haya que empezar a reponer durante los próximos días. «Creo que la subida real se empezará a ver a raíz de que pase la campaña escolar y haya que ir reponiendo esos artículos que se han vendido», afirma.
Manso cree que va a ser una vuelta al colegio «normal», similar a la que se producía antes de la pandemia. El presidente de Fecosa explica que no hay grandes diferencias ni en los productos ni en las cantidades que se compran. Durante la pandemia sí que se percibió cierto cambio en el consumo. «Como los colegios han estado a medio gas, se compró menos material, pero por las listas que vamos viendo de los colegios, viene a ser más o menos lo mismo que era antes de la pandemia, el volumen de gente... parece que todo va volviendo a la normalidad», manifiesta.
Los cálculos del gasto medio básico que hacen las agrupaciones de comercios segovianos hablan de 300, 400 o incluso de 500 euros por hijo en un entorno económico marcado por esa inflación que llegó a ser de un 10,4% el pasado mes de agosto y que supone un quebradero de cabeza más para las economías familiares. También es cierto –recuerda Manso– que depende mucho del nivel educativo. Por ejemplo, los universitarios no se gastan tanto en material como en las matrículas. Por su parte, los niños se gastan más en ropa o calzado «porque hay que renovarlo todos los años». Manso añade que en la ESO se gasta más en libros. «Creo que por ahí va a estar, entre los 300 y 500 euros. Depende de la capacidad de la familia, porque hay quienes aprovechan lo del año pasado y otros en cambio lo renuevan todo... Al final influyen muchos factores», subraya. Para el presidente de Fecose, hacer una estimación sobre el gasto medio «es difícil porque hay además hay gente que aprovecha para comprar todo lo de la casa... y todo en su conjunto supone bastante dinero».
Dudas, preocupaciones y mucha incertidumbre afalta de pocos días para el comienzo del curso escolar en Segovia. Una de las principales preocupaciones de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Segovia (Fedampa) Antonio Machado se centra en la implantación de la LOMLOE en los cursos impares de cada ciclo «y que la Junta de Castilla y León aún no ha sacado el desarrollo curricular de esta norma con lo cual se están mandando libros que están basados en un borrador o no están conformes a esa norma. Vamos a empezar un poco cojos», dijo su presidenta Noelia del Barrio. «Yno se sabe qué pasará el año que viene con esos libros, si van a valer, comprar otros nuevos, con el desembolso que eso conlleva. Deberían ser gratuitos para todos», añadió.No es la única. También preocupa la cuestión de los comedores. «No sabemos si se va a prorrogar el contrato con las empresas que lo tenían el año pasado, si van a cambiar los precios con lo que está subiendo todo...», cómo está la etapa de dos a tres años y la cuestión de la conciliación.
A la espera de recabar los datos para una evaluación final de la situación, la Agrupación de Comerciantes Segovianos (ACS) también apunta que la inflación protagoniza esta vuelta al colegio. Sin poder todavía cuantificar cómo afecta la subida de precios a una de las campañas más importantes para el sector, el presidente de ACS, Manuel Muñoz, afirma que «con toda esta problemática de las subidas de precios las tiendas se habrán resentido». «Obviamente, si los precios están más caros, el comercio se resiente y aunque sea una cosa obligatoria, la gente busca alternativas más baratas», añade.
Tras las vacaciones, los padres se esfuerzan durante estos días para que sus hijos empiecen el curso con todo lo necesario, al menos aquellos materiales básicos y sobre todo los libros. En las librerias de Segovia están notando que aún hay gente que no ha hecho la compra para volver al cole. «La cosa está un poco parada; quitando unas cuantas agendas, de libros de texto hay poco porque es que tampoco han salido los listados definitivos», precisa Paloma, de la librería y papelería Kinteto. «Hasta que no pasen al menos un par de semanas no podremos saber más exactamente, porque todavía no ha rodado todo lo que es el cole. Está todo muy en el aire», indica. Pero sí nota la inflación. «Mucho. La gente lo mira todo una barbaridad».
Esta vuelta a las aulas está marcada por el aumento de los precios que preocupa a los padres, al tanto de todo aquello que pueda suponer un ahorro en las economías familiares. «Yo creo que sí, que la gente tiene algo de miedo, normal después de ver las noticias relacionadas al respecto. A lo mejor luego no es tanto como dicen, pero sí que se nota, desde luego», resalta Paloma, de Segopapel. «Los bolígrafos de publicidad que en la pandemia tenías en casa ya se han acabado, ya se han gastado. La gente tendrá que gastar al menos el material. Entiendo que las carteras y estuches se guarden de un año para otro sí, pero el material habrá que comprarlo. Otra cosa es que luego venga Paco con las rebajas».
Lo que sí ha notado es que «la gente mira el comprarlo más separado. Creo que la gente ha empezado a comprar antes, a lo mejor en julio ya ha ido cogiendo cosas sabiendo que lo iban a necesitar. No lo han dejado todo para la subida de ahora porque es que ahora se les junta la ropa, zapatos, libros, material...». Considera que hay «más goteo para no tener tanto gasto. Antes era una locura. Se consumía de más».
«Tranquilo y algo flojillo». Son las palabras con las que tanto Roberto Manso (Fecose) y Manuel Muñoz (ACS) definen la campaña de verano. «Ha hecho mucho calor, se han vendido ventiladores y productos relacionados con el verano, con las piscinas, con la playa... porque el turismo ha vuelto a la normalidad prácticamente», manifestó Roberto Manso. «La gente ya tenía ganas de salir un poco y esto va unido a las ventas del comercio. Lo que pasa es que es verdad que los altos precios hacen que la gente se retraiga un poco a la hora de comprar cosas de primera necesidad porque entre que han subido y que las perspectivas son malas, no se puede gastar lo mismo que antes», apuntó.
Para Manuel Muñoz, «el verano ha ido muy tranquilo. Siempre digo lo mismo, este negocio necesita confianza en el sistema y gente en la calle. Gente en las calles sí que ha habido, pero confianza en el sistema, en el consumo, poca. Nos sigue faltando todavía ese punto de confianza».
Tanto Manso como Muñoz expresaron su preocupación por el futuro. «Lo que vaticinan todos los expertos es que a partir de octubre y noviembre la situación va a ser malísima en cuanto al consumo. Y ya lo estamos viendo con el cierre de establecimientos y no por la pandemia, sino por sus consecuencias, con créditos que no han podido pagar...», dijo el presidente de Fecose. « La pospandemia económica no ha acabado. La gente tiende a ahorrar y a consumir menos. En época de incertidumbre la gente tiende a guardarse el dinero en el bolsillo», comentó Roberto Manso.
Muñoz prefiere verlo desde otra perspectiva. «Soy optimista por naturaleza y si tenemos la suerte de que el tiempo, sobre todo para moda y complementos empiece a cambiar antes de tiempo, obviamente la campaña se salvará. Si seguimos con estas temperaturas y se alarga empezaremos con las rebajas, con las semanas fantásticas y con todas estas cuestiones, la temporada se perderá. Vamos a depender mucho de lo que es la climatología en lo que es moda y complemento y el resto dependerá de la economía mundial que fíjate como está».
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