La inflación bloquea la recuperación de las cifras del mercado del vino

«No sabemos qué va a pasar tras el verano», lamenta José Félix Sanz, por lo que la incertidumbre vuelve a aparecer en escena. Los viticultores segovianos reconocen que hay un estacionamiento en las ventas del vino y se teme que esta situación se agrave por la paralización del mercado inglés a causa del brexit y la del mercado europeo por el covid y la crisis económica, tal y como enumera Galindo.

Cuando hay poco dinero, los consumidores evitan comprar bienes no esenciales o considerados «de lujo», como es el vino en muchos hogares. Es una tendencia que ya se ha percibido este verano. Por ejemplo, el mes de agosto es un periodo muy importante para la venta de vino blanco, siempre que las temperaturas no sean muy altas, cuando la gente «prefiere beber cerveza o refrescos», sostiene Javier Herrero. Este año ha habido exceso de temperaturas, pero también de miedo. «Todos nos acobardamos y dejamos de comprar», lamenta.

Pero este obstáculo también puede convertirse en una oportunidad. «Ya que no podemos tener la certeza de poder consumir como nos gustaría, queremos que por lo menos la gente pueda disfrutar el vino en casa con sus allegados», determina Herrero. Con ello, se refiere a los nuevos nichos que se abren en el mercado, como es la venta 'online' y el posicionamiento en las redes sociales. Con una buena planificación, estas nuevas propuestas podrían contribuir a salvar las circunstancias.