Secciones
Servicios
Destacamos
No son días habituales en las tiendas de alimentación segovianas porque no es una temporada normal. En poco más de medio año, los precios de los productos se han disparado hasta un 40%, tanto el pescado y carne como la fruta y verdura. Aunque la ... última semana los comerciantes han anotado cierta estabilidad en los precios del mercado, su preocupación persiste porque permanecen en niveles «muy altos», que inevitablemente afectan de forma negativa en el ahorro cotidiano de los segovianos.
Es una mañana cualquiera en el Mercado Municipal La Albuera, centro neurálgico para las compras cotidianas de decenas de ciudadanos. Sin embargo, el ajetreo no es el mismo que hace unos meses. No se percibe el bullicio habitual en el periodo prepandemia ni siquiera en una víspera de festivo o de fin de semana. Sin ninguna duda, la inflación se percibe. «Y mucho», puntualiza Mercedes Martín, quien regenta El Gourmet del Pollo en esta galería comercial. La demanda de clientes ha bajado, «muchas personas se van al supermercado porque les sale más barato y eso dificulta que podamos competir con las grandes superficies», lamenta.
Todo ello cuando los precios son cada vez más parejos en los diferentes locales. De hecho, los datos recopilados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) reflejan que Segovia es la segunda ciudad de todo el país y la primera de Castilla y León que menor diferencia económica registra entre la tienda más cara y más barata: tan solo 520 euros anuales. Por tanto, es uno de los lugares donde más han caído los ahorros relativos a la cesta de la compra, que es un 5% más cara que la media regional.
«En todos los sitios están los alimentos igual de caros, ya no hay uno más barato que otro», apunta Antonio Esteban, propietario de la Frutería 3 Kilos. «Los clientes ya están mentalizados de ello», asevera. Por ello, no sorprende que muchos de ellos hayan recortado el presupuesto destinado a la compra diaria de frutas, verduras, carne y pescado. En concreto, compran menos cantidad y más barato. La lista ya no es mensual o semanal, sino diaria, según coinciden multitud de locales comerciales en la capital segoviana.
«La inflación es general y a todos los niveles», insiste Antonio Esteban. Esta situación llegó a partir de la guerra de Ucrania, pues se dispararon los carburantes y factura energética. Pero en los últimos tres meses las subidas han sido aún más perceptibles. En el caso de la fruta y verdura, el aumento de precios se debe a varias confluencias: el incremento en el coste del plástico para envasar y el exceso de calor, que ha mermado la producción de algunos productos, como es el melocotón o las judías.
Sin embargo, el frutero segoviano incide en que todo depende de la oferta y la demanda. «El mango está más barato que nunca, a mitad de precio que el año pasado», ejemplifica.Algo parecido sucede con las uvas, «nadie lo entiende», subraya. Por otro lado, el precio de las zanahorias ha permanecido estable y el de los tomates se ha incrementado en las últimas semanas debido a una menor cosecha este año.
El pescado es uno de los productos de la cesta de la compra cuya subida fue más prematura. Sin embargo, hay buenas noticias:«Se está estabilizando hacia abajo», detalla Paco Vicente, de la Pescadería Antón. «Al principio, se puso muy alto por las energías, pero ha amainado», explica. Del mismo modo que la fruta y verdura, depende mucho de la oferta y demanda. Por ello, los ejemplares de piscifactoría no apenas han experimentado variación de precios, como la palometa o el chicharro; mientras que el valor de otros productos se ha disparado un 50%.
Es el caso del calamar o el gallo en filete, cuyo valor ha pasado de 23 y 19 euros, respectivamente, a superar los 30 euros. En suma a ello, no se descarta que en los próximos meses estos valores asciendan nuevamente.Esto se debe a la incertidumbre creada por la reciente prohibición de la Comisión Europea de la pesca con artes en contacto con el fondo marino.
Respecto a la carne, tanto charcuteros como carniceros anotan repuntes semanales por la variación de los costes de producción relacionados con las energías y transporte, pero también por el pienso de los animales. «Hasta 12 veces han subido los precios en algunos productos desde marzo», asegura Henar García, de Charcutería Henar García. Por su parte, el carnicero Aníbal García, propietario del local homónimo, afirma que el producto que más ha subido es el cerdo, «lo que nunca», detalla, que anota un incremento del 25%, lo que se percibe incluso en el jamón york. «Es lo que más ha subido», comenta la charcutera segoviana.
«Cuesta prácticamente lo mismo comprar un kilo de filete de jamón que de ternera, lo que es impensable», sostiene. Todo ello cuando el precio de la ternera también ha anotado un repunte. Asimismo, el cordero lechal, que se vende 20 euros más caro que antes de la pandemia. «Se paga más caro que en navidades», remarca, lo que también sucede con el cochinillo. Por ello, los comerciantes no se atreven a imaginar lo que sucederá en las próximas fechas festivas.
Las principales dificultades en vistas al futuro, ya no solo por el precio, se encuentra en el pollo y otras aves, ya que se prevé cierta escasez debido a que el proceso de cebo de estos animales, con el ascenso de los costes de producción, «no es rentable». «Nos adelantaron que en octubre íbamos a tener problemas de abastecimiento, aunque de momento nos mantenemos», declara MercedesMartín. «No sé que pasará en el futuro», añade.
Esta situación se percibe en los huevos. Esta semana la docena ha subido 15 céntimos. Su valor ya supera los 2,50 euros, frente a 1,80 hace un año. «Es una aumento que no he repercutido porque da vergüenza asumir el precio», defiende la pollera. Lo mismo refiere Henar García: «Si repercutiésemos los precios, nadie compraría», insiste. A su vez, prevé escasez de paté de pato. «El de oca ya no lo hay», concluye.
Hay varias iniciativas que pretenden luchar contra la inflación en el mercado alimenticio. Una de ellas, a propuesta de Carrefour, es la creación de una cesta de productos básicos con un precio acotado de 30 euros. Una idea que también se propuso desde el Ministerio de Consumo . Sin embargo, los pequeños comercios segovianos cuestionan esta iniciativa. Por un lado, consideran que es difícil incorporar productos de calidad en este paquete cerrado.Por otra parte, ven «inviable» poder adaptar esta medida en sus locales debido a las continuas fluctuaciones de los precios.
«Es una entelequia, si hoy me cuesta un artículo un euro mañana me puede costar dos», remarca Antonio Esteban, gerente de la Frutería 3 Kilos. Esta variación se percibe incluso más en el pescado. «Puedo hacer una cesta e incluir boquerones cuado al día siguiente pueden doblar fácilmente su precio», determina Paco Vicente, de la Pescadería Antón. «No se pude jugar con esa diferencia de precios», insiste.
«Por solo 30 euros es imposible ofrecer una cesta equilibrada y de calidad, se pierde dinero. Y eso es algo que ya lo estamos sufriendo», lamenta Mercedes Martín, de El Gourmet del Pollo. En esta misma línea, Henar García, de la charcutería homónima, duda de los productos que se incorporan en este paquete. «No son sanos, pues si metieran fruta y verdura, además de carne y pescado, sería mucho más cara», explica. Por ello, justifica buscar otras alternativas más viables, como es la participación en eventos y la promoción y venta telemática.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.