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Las luces navideñas y el trajín de los días del puente anuncian las celebraciones. La llegada de diciembre y la cercanía de la Navidad recuerdan que es preciso ir pensando menús, comparando precios y haciendo hueco en el congelador a las compras más tempranas, las ... de aquellos productos que pueden aguantar hasta los días de las cenas y comidas familiares. Un paseo por el mercado municipal de La Albuera o por otros comercios de la ciudad denuncia que todavía hay poca animación, que las noticias no son buenas y que los precios no dejan de fluctuar, sembrando una incertidumbre que promete demorar las compras.
«Sinceramente, puedo decir que aquí no se anima nadie. Tengo pedidos, pero no como otros años. Y los precios suben cada semana. Si la gente está esperando a que mejore...», dice Aníbal García, propietario de la carnicería Aníbal, situada en el mercado municipal. La carne y el pescado no suelen faltar en los menús navideños y este año hay que mirar bien los precios. El cordero, el cochinillo o el solomillo –platos estrella de los segovianos– llevan tiempo experimentando notables subidas de precio. Es cuestión de seguirlos muy de cerca. «Esta semana, el cordero lechal de seis kilos o seis kilos y medio está a 140 euros, cuando el año pasado, por Navidad, la pieza costaba 125. Y con el cochinillo está ocurriendo lo mismo: ahora vale 76 euros y me temo que no tardará en alcanzar los 80. Los solomillos son muy demandados, pero han subido muchísimo también. El de ternera está a 36 euros y medio el kilo y subirá más, no sabemos cuánto. Esta es la situación», señala Aníbal, que últimamente ha apostado mucho por la ternera de Ávila: «Ha subido un poco, como todas las terneras, pero no es lo mismo un kilo de filetes de ternera que un cuarto de lechal, al margen de la calidad».
Francisco antonio hervás
Pescadero
javier velázquez
Pollero
La subida del precio de la energía repercute, es evidente, igual que el coste del cebo, de la crianza del animal. «Cebar una ternera cuesta mucho dinero. Todo influye y es un círculo vicioso: si nos suben la luz, como nos la han subido a nosotros, que tenemos dos cámaras, y nos suben la carne porque cuesta más criar el animal, ¿quién paga al final?: el consumidor, que sigue teniendo el mismo sueldo, porque no se lo han subido. Y en estas estamos, con una incertidumbre muy grande que lo condiciona todo», se lamenta.
En las pescaderías se comentan cosas parecidas. Este año, comer un buen pescado en Navidad va ser un pequeño lujo. Francisco Antonio Hervás, dueño de Pescaderías Río Mar, en la calle del Roble, también percibe un estancamiento de las ventas muy acusado. «No hay mucho ambiente, la verdad. La gente tiene miedo y va a esperar a última hora, está claro. En realidad, no sabe lo que hacer y no va a arriesgarse a encargar cosas con antelación hasta que no vaya viendo cómo evolucionan los precios. Y cierto es, claro, que hasta esos días no sabremos los precios», dice.
140euros es el precio que tiene el cordero lechal, 15 euros más que en 2021.
76euros cuesta el cochinillo y no se descarta que en los próximos días alcance los 80.
32,90euros cuesta un kilo de merluza. Este pescado, cuando es fresco, siempre está caro.
Hervás examina el pescado que tiene expuesto, a fin de ofrecer una valoración actual de los precios, y se detiene en la pescadilla de pincho, un manjar que el sábado estaba a 24 euros el kilo y hoy a 18. «Esto quiere decir que en las últimas horas ha entrado mucho pescado. Si sigue entrando pescado, el precio será menor; de lo contrario, subirá». Al lado de la pescadilla luce una hermosa merluza de 8 kilos. «Ahora está un poquito más cara, a 32,90 el kilo. Este tipo de merluza sale cara todo el año porque suele ser muy buena», observa. También está caro –y lo va a estar más– el rape, otra exquisitez muy del gusto de los segovianos: «Ya ha subido por lo menos 5 o 6 euros el kilo. Ahora está a 46,90, pero lo normal es que el precio ronde los 39, o incluso menos. Irá subiendo. La gente lo compra mucho por Navidad». Al salmón o al pez espada les ocurre lo mismo: «El salmón está a 39,90 el kilo. El fresco tiene su precio y siempre estará ahí, entre los 36 y los 39 euros el kilo. Luego lo hay congelado, que es más barato».
Las gambas de Huelva poseen asimismo un precio estable. Caras son, pase lo que pase. La etiqueta marca los 69,90 y así es todo el año. «Las almejas apenas han subido un eurillo, poca cosa, aunque las caras siguen siendo caras. Puedo decir que todo está un pelín más caro que el año pasado, si bien en 2021, por estas fechas, los precios no eran mucho más bajos», dice Hervás, que se detiene un poco más en el marisco antes de atender a un cliente: «El langostino es, en Navidad, uno de los productos más demandados. El cocido es muy bueno y sale bien de precio, todo el mundo se lo puede permitir. Sin embargo, hay otras cosas, las nécoras, por ejemplo, o los carabineros, que suelen subir bastante. En los últimos días subirán la merluza, el rape, la lubina, el rodaballo, el marisco vivo… Siempre es así».
Hervás no puede esconder su malestar con los medios de comunicación. «Las noticias que difunden no contribuyen a que la gente compre. Y no hace falta que se recreen tanto en ello, porque todos lo notamos en nuestros bolsillos. El resultado es que todo el mundo tiene miedo. Si yo le contara a la gente lo que pago de luz… Porque pago tres veces más que hace tres años… Y la gasolina me sale ahora 40 euros más cara cada vez que lleno la furgoneta. Es un cúmulo de cosas que acaba repercutiendo en los precios», explica el pescadero.
Javier Velázquez atiende la pollería Ana y Javier, en el mercado de La Albuera. Admite que los precios han subido, aunque no tanto como se cree. «Subieron muchos hace unos meses y ahora se están manteniendo; altos, pero se mantienen. Los huevos son más caros: los XL, por ejemplo, a 3,75 euros la docena, cuando antes estaban a 3. Los L morenos, igual, de 2 euros han pasado a costar 3 euros la docena», explica. El pollo es un producto muy demandado en Navidad. Subió mucho hace unos meses y ahora el precio se encuentra estabilizado: «El blanco está a 4,50 euros el kilo, cuando estaba a 3,50». Lo mismo ha ocurrido con el pavo, aunque la subida «no ha sido excesiva». Dice Javier que el consumidor se asusta, pero al final tiene que organizar la cena, «y si no compra una cosa, compra otra». ¿Encargos? «Alguna señora sí me ha hecho ya algún encargo y se lo ha llevado para congelar... No son muchos casos. La gente está esperando».
carmen esteban
Frutera
anñibal garcía
Carnicero
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha realizado un estudio en las mismas fechas que en 2021 con quince productos navideños muy demandados en esta época, advierte de que los precios ya han subido una media del 5,2% un mes antes de Navidad, si bien hay una evolución dispar según los alimentos. Las subidas son generalizadas y afectan a once de los quince productos analizados (lechazo, redondo, pularda, pavo, jamón ibérico, lombarda, piña, besugo, lubina de acuicultura, merluza, angulas, langostinos, percebes, almejas y ostras). La lombarda es la que ha experimentado la mayor subida (32%), seguida de la merluza (16%) y el pavo (14%). Después se sitúan el redondo de ternera, la piña y los percebes gallegos (con el 13%) y los langostinos (11%). Siete de los once productos arrojan subidas por encima del 10%.
La fruta tampoco se ha librado de la inflación. Carmen Esteban, frutera del mercado de La Albuera (frutería 3 kilos) niega la mayor. «Los medios de comunicación y el Gobierno meten muchísimo miedo a la gente, que se retrae y no compra. Los precios, en líneas generales, están más o menos como el año pasado. Hace unos meses, no, pero a día de hoy, sí. ¿Que suba de aquí a Navidad? No lo puedo saber. Hace quince días o un mes, las mandarinas estaban a 3 euros el kilo y hoy están a 1,80. Hasta que no lleguen esos días, no lo sabremos. Lo que está claro es que el miedo influye y que si alguien se llevaba antes dos kilos de mandarinas, ahora se lleva solo uno», se queja. En el menú navideño de los segovianos no suele faltar la piña, el melón, las uvas, el aguacate, el mango... «Uvas se comen todo el año, pero para Navidad se compra de todo, con arreglo a cada bolsillo, claro. Las granadas, por ejemplo, se venden mucho; igual que los plátanos. La piña, ahora mismo, está muy barata, cuando hace un mes salía por casi un euro más...».
Los dulces navideños llevan más de un mes a la venta para que el cliente los pruebe o, simplemente, vaya comprándolos con vistas a las celebraciones. Estas exquisiteces que por esas fechas abundan en los hogares se han incrementado un 20% en relación con el año anterior, lo que ha repercutido en la venta, que está muy parada. Se trata de productos que no constituyen una necesidad. Con los encurtidos está ocurriendo algo parecido, aunque Victoria Arranz, del mercado de La Albuera, asegura que los precios no han variado. «Está todo muy parado. El año pasado, a primeros de mes, ya se notaba más movimiento. Es verdad que esta semana de puente está siendo muy rara, porque es lunes todos los días...».
La Unión de Consumidores de Castilla y León (OCU) ha sondeado la intención de gasto de los ciudadanos con vistas a la próxima Navidad en las nueve capitales de la comunidad autónoma. Y los datos obtenidos ponen de manifiesto, por una parte, un notable incremento en los precios, y por otra, la superación de las restricciones de la pandemia originada por la covid-19.
Los productos de alimentación para las cenas y comidas navideñas constituyen, con un 31,40%, la mayor partida en relación con el gasto total. Le sigue el gasto en loterías, con un 19,29%, el ocio y la diversión (16,04%), los juguetes (14,96%), los regalos (11,22%) y otros gastos como telefonía, calefacción o desplazamientos, que constituyen un 7,09% de la media global.
Como características de la previsión, destaca, un año más, el sustancial aumento de la utilización del comercio 'on-line' (cercano al 40%) y el adelanto en la compra de juguetes, regalos y lotería. Los castellanos y leoneses aprovecharon para ello el Black Friday y en menor medida el Ciber Monday.
Dentro de los conceptos analizados, destacan los incrementos detectados en los apartados de ocio y diversión y regalos, sin duda relacionados con el levantamiento de las restricciones a que obligó la pandemia. Sin embargo, se advierte un descenso en la compra de juguetes, atribuido a los bajos índices de natalidad que siempre presenta Castilla y León.
La OCU enumera una serie de recomendaciones que el consumidor debe tener en cuenta cuando va a realizar una compra. En el caso de los alimentos, debe evitarse tirar a la basura los productos que se cocinen: «En estas fiestas es muy habitual que sobre gran cantidad de comida, por lo que es recomendable preparar los alimentos que se tenga pensado consumir, no más. No se trata de no consumir, sino de hacerlo de una forma responsable». También aconseja la OCU no dejar las compras para el último momento porque, «si se hacen a tiempo, se pueden comparar precios y calidades sin prisas».
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