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El delegado diocesano de Patrimonio, Alberto Espinosa, y el párroco de la Santísima Trinidad, Andrés de la Calle. ANTONIO DE TORRE
Segovia

Incendio de la Trinidad: «La sacristía parece el interior de una chimenea»

El párroco de la iglesia pide «celeridad» en la reparación de los daños ante el «gran culto» que tiene el templo

Martes, 24 de enero 2023, 00:04

El fuego desatado este sábado en la iglesia de la Trinidad y originado en la sacristía podía haber pasado a las estancias del templo. Pero no lo hizo. La rápida actuación de los servicios de emergencias gracias al aviso de la alarma, la existencia de ... cables ignífugos y la techumbre de un material diferente a la madera permitió atajar las llamas sin causar daños irreparables. «Podría haber sido mucho peor», asegura el párroco de la Santísima Trinidad, Andrés de la Calle. Él mismo pide «celeridad» en la reparación de los desperfectos para atender al «gran culto» que tiene el templo, que por el momento se ha trasladado a otra capilla con un aforo de unas cien personas.

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El epicentro del incendio fue el cuadro de mando de luces y megafonía. Las llamas pronto se trasladaron al mueble de estilo castellano en el que estaban instalados y el humo, cuyo olor permanecía este lunes en el ambiente, alcanzó tres pinturas, las cubiertas de libros parroquiales y se filtró por los poros de un armario con casullas. Según el delegado diocesano de Patrimonio, Alberto Espinosa, el elemento de mayor valor es un óleo del siglo XVII, obra de Vicente Carducho.

«La sacristía parece el interior de una chimenea», refiere De la Calle. «Nos preocupa cómo ha quedado ahumado todo», lamentó Espinosa momentos después de la visita de agentes policiales para esclarecer las causas. Por el momento, el culto se ha trasladado a una capilla cercana, que alberga la talla de San Nicolás de Bari para atender a los fieles que cada lunes acuden a sus pies para mostrar su devoción. «Este suceso es algo muy desagradable, pero por suerte el fuego no pasó al resto del templo, lo que hubiera causado un daño irreparable», afirma el párroco.

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