Secciones
Servicios
Destacamos
Rafael Calderón ha empezado a analizar la dirección del viento durante el periodo que abarca el estudio del clima en el puerto de Navacerrada. Aunque los datos no son tan exhaustivos como en el caso de las temperaturas y se comenzaron a recoger en la ... década de 1960, sí puede afirmarse que la frecuencia de los vientos de componente oeste-suroeste ha aumentado en la última década en un 20% respecto a los años setenta. «Esto puede estar relacionado con el régimen de lluvias y también con la llegada a Segovia –cada vez con más frecuencia– de la calima del Sahara y del ozono que Madrid genera», explica el profesor.
–¿Qué causas tiene el aumento de la temperatura?
–Hay tres factores que están influyendo: el efecto invernadero, ocasionado por la concentración de dióxido de carbono (Co2) en la atmósfera; la liberación del metano oculto bajo los hielos árticos, que causa un efecto invernadero mayor que el dióxido de carbono, y el calentamiento global: cuanto más hielo se funde, más radiación solar absorbe la Tierra. Todo ello dibuja un panorama muy preocupante.
–¿Hacia dónde vamos?
–Los pronósticos se confirman. Hace ya setenta años que los científicos alertaron de una realidad: cambiar la composición química de la atmósfera tiene sus efectos. Y es lo que está pasando. Cada años añadimos más dióxido de carbono a la atmósfera. Como es un gas que no deja escapar el calor, la temperatura sube y el hielo se funde. Esto es terrible, porque el mar subirá seis metros. Nuestro pequeño cerebro no lo asume, pero va a ocurrir como no lo frenemos. Por eso es muy importante conseguir una emisión cero e intentar retirar el exceso de Co2 acumulado, porque vamos hacia un planeta que no tendrá nada que ver con el que todavía conocemos.
–En 2008, cuando hizo público el primer estudio, advertía de la escasa concienciación de los políticos. ¿Lo sigue pensando?
–Creo que hemos progresado, pese a esas voces que responden a extraños intereses económicos, que no han faltado. Hay que tener claro que no se trata de «América primero», sino del «planeta primero». El planeta debe ser lo que más nos importe, porque es nuestro hogar y lo estamos fastidiando a un ritmo acelerado. Albergo la esperanza de que la realidad del cambio climático acabe imponiendo restricciones a la ambición de determinados países. El camino a seguir es otro.
–Ahora no imparte clases en el instituto, pero sí ofrece alguna charla a los jóvenes. ¿Cómo lo ven ellos?
–Tienen mucha concienciación. Saben que, como no hagamos nada, el planeta de finales de este siglo va a ser habitable, sí, pero en lugares muy diferentes a los de hoy. Y esto puede ser muy doloroso.
–¿Qué opinión le merece el cierre de la estación de esquí de Navacerrada?
–A finales de los noventa, la Comunidad de Madrid tenía un proyecto para ampliarla. Incluía la construcción de hoteles y tal... Ya entonces algunos advertimos de que las temperaturas estaban subiendo, de que el calentamiento estaba ahí, y de que era muy aventurado hacer lo que querían hacer. Ahora lo cierran... Bueno, a quienes están dándole vueltas al asunto les remito a los datos del estudio: si no hay nieve no puede haber esquí. Al paso que vamos se podrá esquiar sobre el verde porque la vegetación está subiendo, pero no sobre la nieve porque no la habrá.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.