SOS por la iglesia que vio proclamar reina a Isabel la Católica

La memoria técnica encargada por la delegación diocesana de Patrimonio es demoledora: «La cubierta presenta un deterioro considerable que está comprometiendo la estabilidad del edificio y su conservación. En caso de producirse un hundimiento, la reparación sería mucho más complicada y costosa», concluye el estudio de arquitectura que ha elaborado el informe, que propone la reforma «integral y urgente» de la cubierta. «Tanto en el lado derecho como en el izquierdo de la nave central hay varias grietas de cierta envergadura, producidas por el empuje lateral de la cubierta de estructura de madera, que recorren toda la parte superior de los muros que sustentan la estructura central», describe la memoria. También se han detectado grietas en la parte central de los arcos de la bóveda de la nave, así como humedades. El arquitecto propone «la sustitución total de los elementos de madera, que se encuentran en un importante estado de pudrición, debido a la gran humedad causada por el estado de la estructura de cubierta, que hace que se filtre el agua en caso de lluvia y pone en riesgo la seguridad de la edificación». Por otra parte, existen grandes desperfectos tanto en el campanario como en la propia estructura de la iglesia, donde los cabrios (maderos paralelos a los pares de la armadura de un tejado) están curvados en su mayor parte y se ha desplazado el durmiente sobre el que se apoyan. Otro elemento que acusa mucho deterioro es el enripiado general: «Estos tableros se encuentran en un estado muy deficiente de conservación. Muchos de ellos están movidos de su posición original, lo que se traduce en una entrada de humedad continuada al interior».

El presupuesto asciende a 518.230 euros, pero el coste final puede superar esta cantidad. «La intervención resultará complicada. No es un inmueble en el que pueda colocarse fácilmente un andamio», expone Roberto Moreno, uno de los integrantes –junto a David Santamera y Alfonso Álvarez– de la comisión de parroquianos que el sacerdote ha nombrado. «Es una parroquia muy envejecida –se lamenta el cura– y recurrí a gente joven y dinámica para moverlo.

La comisión va a pedir una entrevista con la Junta de Castilla y León a fin de poner en conocimiento la situación y pedir ayuda, pero San Miguel tiene un recurso propio aún por explotar: la venta de columbarios. Es la única parroquia de Segovia que lleva años ofreciendo la opción de inhumar las cenizas de los finados en un muro de columbarios que se levantó en una capilla. De los 140 nichos que salieron a la venta, todavía quedan libres 100. «Conseguir venderlos supondría una fuente de ingresos que nos permitiría cubrir más de la mitad del presupuesto», advierte el sacerdote. Teniendo en cuenta que cada nicho cuesta 3.500 euros, la recaudación alcanzaría los 350.000, cantidad a la que habría que sumar el IVA. La persona o familia que adquiere un columbario en San Miguel lo hace por un periodo de 125 años (75 más 50 prorrogables).

Situada cerca de la Catedral, San Miguel puede pasar desapercibida, pero su valor artístico e histórico es evidente. Heredera del antiguo templo de San Miguel, hundido en 1532, la nueva iglesia conserva la portada románica de la anterior y cuenta con una gran nave gótica, una cabecera plana y un altar mayor con un retablo barroco realizado por José de Ferreras en 1672. En el atrio, delante de esa misma portada que hoy puede verse, fue proclamada reina Isabel de Castilla. En ese momento, año 1474, el templo estaba ubicado en el centro de la actual Plaza Mayor, entonces llamada plaza de San Miguel. El ábside de la nueva Catedral, que comenzó a construirse en 1525, condicionó necesariamente el desplazamiento. En el interior del templo yacen los restos de Andrés Laguna, médico del emperador Carlos.

La construcción de la iglesia actual terminó en 1587. Tanto en su composición como en su concepción espacial y sistema de bóvedas, se vincula a Rodrigo Gil de Hontañón o a un seguidor próximo. El edificio adosado al muro norte (el que da a la Plaza Mayor) lo construyó Pagola en 1935 tras el derribo de las viejas casas que el templo también tenía adheridas.