Iceta vincula el apoyo del Gobierno al módulo de atletismo cubierto a la participación de Junta y Ayuntamiento

Iceta considera «justificado» que Segovia aspire a tener un módulo de atletismo que permita trabajar durante todo el año a los atletas, no solo segovianos, sino de otras provincias que puedan desplazarse y encontrar aquí, en una ciudad idónea por su altitud para la práctica del atletismo, un lugar de trabajo. «Valoramos el ofrecimiento de Segovia y estamos dispuestos a abordarlo conjuntamente con las otras dos administraciones implicadas, el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León», dijo. El ministro es partidario de una cofinanciación «a tercios» porque «son tres niveles de administraciones y es lo que corresponde». No obstante, la práctica irá diciendo. «Lo que debemos hacer las tres administraciones es ponernos de acuerdo y abordar conjuntamente la cuestión, presupuestarla y hacernos cargo de la parte que a cada una nos corresponde», subrayó. La alcadesa informó a Iceta de que el presupuesto del módulo rondará los 2,2 millones de euros, cantidad que el ministro ve razonable para un proyecto que al Ministerio de Cultura y Deporte le gustaría asumir desde un principio, desde la misma planificación, «porque en el Consejo Superior de Deportes tenemos a los mejores especialistas en instalaciones deportivas y podemos acometer ese proyecto con la mayor rapidez posible, lo que comprometería nuestra aportación desde el inicio», dijo e incidió en la necesidad de abordarlo cuanto antes: «Merece la pena. Cuando uno ve el esfuerzo que una ciudad así está haciendo por la práctica deportiva, el resto de las administraciones tenemos la obligación de corresponder».

Iceta y Luquero hablaron de otros muchos asuntos pendientes, entre ellos la necesidad de que exista un compromiso perenne de las administraciones con el Acueducto. El ministro mostró su sorpresa al conocer que la ciudad ha estado asumiendo en solitario el peso de la conservación del monumento romano -declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- durante tanto tiempo (salvo en las grandes restauraciones, que fueron asumidas por el Estado y la Junta de Castilla y León), y valoró ese esfuerzo, aunque subrayó lo «imprescindible» de la colaboración entre administraciones: «Como ciudad, Segovia ha soportado durante mucho tiempo y a veces en solitario la labor de mantener nuestro patrimonio y darle una proyección cultural. No existe otro caso como este, en que una administración local ha soportado el mantenimiento de un patrimonio histórico tan importante como el Acueducto. El monumento, desde luego, pertenece a los segovianos, pero tiene una proyección mundial indiscutible», señaló el ministro.

La idea que han esbozado Ayuntamiento y Ministerio es que las tres administraciones (incluida la Junta de Castilla y León) creen un ente de gestión conjunta que marque el camino a seguir, las intervenciones que haya que acometer, el presupuesto que necesitan, el calendario de plazos, «e ir llevándolas a cabo», matizó la alcaldesa. Iceta mostró su disposición a colaborar. «Nos convendría disponer de un documento participado por las tres administraciones que diga en qué deben consistir las actuaciones a acometer, que las periodice, que las presupueste... Me encantaría poder ayudar en este camino para que los segovianos sepan lo agradecidos que estamos por el esfuerzo que han realizado durante siglos y ayudar realmente con vistas al futuro, porque a veces pensamos que las cosas están ahí para siempre porque sí. Conozco sitios donde el patrimonio es prácticamente irrecuperable y aquí hay un monumento muy bien cuidado. Es verdad que se han hecho muchas cosas, por ejemplo, cortar el tráfico bajo los arcos, pero hay que hacer muchas más y lo mejor, para ello, es ir de la mano. Los ayuntamientos deben liderar, pero no podemos dejarles solos».

Por otra parte, el ministro rechazó colaborar con la creación del centro de estudio y difusión del teatro prebarroco que le había propuesto el Ayuntamiento a sugerencia de la compañía de teatro Nao d'Amores. Sin embargo, sí mostró su compromiso de estudiar el coste de la restauración de la pequeña iglesia de San Pedro de los Picos, del siglo XIII, para uso cultural, e impulsar la declaración como Bien de Interés Cultural del llamado Pabellón Real de la vieja estación del ferrocarril, propiedad del Estado.