Hontoria, un barrio con alma de pueblo que se queda atrás

Los vecinos del barrio incorporado de Hontoria se siguen refiriendo a él como «el pueblo», a pesar de que desde hace muchos años fue «absorbido» por la ciudad de Segovia, como explica el presidente de la asociación de la Asociación de Vecinos San Vicente, Rubén García. Esto ocurre «más que nada porque aquí hay gente que todavía tiene ganados y agricultura», explica. Situado a unos cuatro kilómetros al sur del centro de la ciudad, en él viven unas 360 personas censadas, población que suele aumentar hasta aproximadamente los cuatrocientos habitantes en verano. El perfil de las personas que viven en el barrio es de unos vecinos «bastante jóvenes», que han llegado a ocupar las nuevas viviendas allí construidas, seducidos por precios algo más bajos que en la ciudad. «Lo bueno que tiene es la cercanía respecto a otros barrios y la comunicación», comenta el representante de los vecinos. García considera que se trata de un barrio residencial, a pesar de que hay algunas personas que lo utilizan de «dormitorio», sobre todo algunos que trabajan en Madrid. «Cada vez hay más niños pequeños, eso es lo que hace que se vea más gente. En los años que llevo aquí, los parques estaban vacíos y ahora en los pocos parques que tenemos, que son dos, sí se ve gente joven con niños pequeños», relata.

Más aceras y más limpieza

«En Hontoria faltan, como en todos los barrios incorporados, muchas aceras, arreglar las carreteras sin asfaltar, más limpieza y, sobre todo, solicitamos algún peón que venga a trabajar y tenga el barrio un poco limpio y arreglado», explica Rubén García. «Hay muchas partes que no hay aceras, tienes que andar por la carretera, hay calles que están sin asfaltar… donde yo vivo el suelo es de hormigón», ejemplifica. «Como siempre decimos, nosotros pagamos igual que si viviésemos en Segovia y tenemos menos cosas, siempre estamos reivindicando lo mismo», se queja el portavoz de los vecinos. García indica que, cuando el Ayuntamiento recibe las ayudas del Preplan procedentes de la Junta es cuando el Consistorio dispone de más personas que actúan de refuerzo y se dedican durante unos seis meses a acometer mejoras en este barrio.

La pista deportiva se queda pequeña

Sobre las infraestructuras, García señala que el centro de salud sí cumple con las necesidades del barrio, al menos antes de la pandemia. «Venía el médico todos los días, incluso teníamos enfermera», apunta. Hay una tienda pequeña que abastece en cierta medida a los vecinos y, en el terreno deportivo, los habitantes del barrio tienen a su disposición una pista que se queda pequeña. «Estamos reivindicando ahora que se amplíe», explica García.

Una junta vecinal muy reivindicativa

En la asociación de vecinos ponen de relieve la labor de la Junta Vecinal y, sobre todo, de su presidenta, Concha Casado, de quien destacan su «insistencia» para conseguir las mejoras más anheladas: «Gracias a su labor, hay cosas que sí que van saliendo adelante, está haciendo una labor por el pueblo que es de agradecer», comenta García. A través de la Junta Vecinal, sus integrantes 'pelean' por los asuntos que más importan a los vecinos, como el asfaltado de algunas calles, la necesidad de que haya un operario para cuidar del barrio o conseguir más bancos.

Otras de las preocupaciones tanto de la asociación como de esta Junta es conseguir una pasarela peatonal para un puente muy estrecho que hay en el barrio. Actualmente, según relata García, los viandantes tienen que esperar a que no haya ningún coche circulando para cruzarlo por la propia calzada, lo que supone problemas evidentes de seguridad. Desde el consistorio, coinciden en resaltar la labor de la presidenta de la Junta Vecinal, Concha Casado, para conseguir pequeños logros en el barrio incorporado de Hontoria: «Sus vecinos pueden estar seguros de que tienen una presidenta tremendamente reivindicativa que defiende muy bien los intereses del barrio», dice el concejal de Obras, Miguel Merino.

Con los presupuestos participativos del Ayuntamiento, en los últimos años los vecinos han conseguido que una de las calles que estaba en mal estado fuese arreglada y colocar al fin una valla que separase la explanada donde van a menudo algunas personas a pasar el rato, sobre todo con niños, de la vía del tren que estaba al lado.

En cuestiones de movilidad, antes pasaban los camiones por el pueblo y esto sí generaba descontento en los vecinos, pero una vez que se restringió la entrada de estos vehículos, no ha habido mayores problemas en este sentido. En estos momentos, los vecinos de Hontoria están esperando la ampliación de la pista deportiva, que en un principio fue anunciado que se acometería en 2021, pero parece que «este año tampoco» va a llegar, según han informado desde la asociación. También obtuvieron el compromiso del Ayuntamiento para poner en marcha la creación de una zona recreativa en el lugar de la explanada del lado de la vía.

Una cuestión personal

El concejal de Obras, Miguel Merino explica que la reivindicación de tener a un operario trabajando exclusivamente para el barrio incorporado de Hontoria es una cuestión de personal, competencia de la concejalía con este nombre: «Me consta que están trabajando para normalizar esta situación y está pendiente de resolución», señala. Merino comparte la opinión de que este escenario, en el que el barrio de Madrona, por ejemplo, sí tiene un operario asignado en exclusiva pero otros como Hontoria lo comparten con más zonas, debe regularse para que todos gocen de unas condiciones de igualdad.

Sobre el estado de las calles, Merino también coincide en que «la pavimentación es mejorable». El edil entiende que la opinión pública pueda percibir cierta sensación de abandono a la hora de abordar los cambios necesarios en los barrios incorporados, pero en su opinión esto se debe a que normalmente se han de acometer en primer lugar los proyectos en la capital porque estos planes tienen un periodo de ejecución más largo, mientras que los correspondientes a barrios como Hontoria se suelen dejar para el segundo semestre del año.

También cree que la densidad de población condiciona los tiempos. «En estos barrios, y en ciertas calles, vive muy poca gente o se trata de segundas residencias, lo que no es en ningún caso una justificación, pero a la hora de dar prioridad a unas obras o a otras, también tenemos que pensar en la repercusión, a pesar de que por supuesto tienen los mismos derechos los que viven en esa calle que cualquier otro vecino», apunta el concejal.

Por su parte, el edil de Medio Ambiente, Ángel Galindo, asegura que en Hontoria se atiende cualquier incidencia puntual derivada de algunos actos incívicos, como ocurre con más frecuencia de la deseable en este barrio. Se refiere sobre todo al abandono de residuos en mitad del campo, como muebles y otros objetos.

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