Segovia
El hinchable donde se ahogó una menor en Los Ángeles de San Rafael carecía de permisoEl Ayuntamiento de Vegas de Matute atribuye a la empresa de turismo activo la responsabilidad del fallecimiento de la joven
Vegas de Matute, un municipio que apenas supera los 250 vecinos censados, no ha autorizado la actividad de hinchables organizada el sábado en el embalse ... de Los Ángeles de San Rafael, dentro de su término municipal, en la que falleció una menor de 15 años. «Lo han montado sin permiso y sin conocimiento del Ayuntamiento», subraya su alcalde, Jesús Sanz, tras la quinta víctima por ahogamiento este verano en Segovia, casi tantas como las siete registradas por esta causa entre 2014 y 2023.
Lo habitual es que los organizadores de cualquier actividad pidan un permiso municipal. «Hace unos meses vinieron porque iban a hacer una carrera de nado en el pantano. Nosotros lo concedimos y punto. En este caso, no hemos firmado ni autorizado nada». La propietaria de Los Ángeles de San Rafael es la Compañía Internacional de Bienes Raíces, creada en 1967 por Jesús Gil y heredada por sus hijos. Oscar Gil preside la sociedad que autoriza a las empresas que prestan actividades recreativas. El Norte intentó sin éxito recoger su versión.
La Junta de Castilla y León subraya que su única competencia está en el registro de la empresa de turismo activo y que la gestión de su mantenimiento –si estaba en buenas condiciones– es municipal. El castillo hinchable en el que ocurrió el accidente está precintado por orden del juzgado que lo investiga, que ha ordenado el secreto de sumario. Habrá, pues, una inspección técnica de mayor calado.
El juzgado que investiga los hechos ha precintado la instalación y ha decretado el secreto de sumario
Fuentes conocedoras del caso hablan de una actividad organizada en la que participó una decena de adolescentes. La entidad docente que les tutelaba la había contratado, pero la supervisó a través de sus propios monitores. Los mismos hinchables con los que juegan los niños en un parque, pero en un embalse en el que también hay, por ejemplo, motos de agua. La organización incluye instrucciones de socorristas o chalecos salvavidas. Cuando acabó la actividad, los monitores se dieron cuenta de que faltaba alguien. Los socorristas fueron a buscar y encontraron el cuerpo bajo uno de los hinchables.
Difícil detección
El director de la Escuela Segoviana de Salvamento y Socorrismo, Luis Miguel Pascual, define un ahogamiento como la suma de varias circunstancias y lo compara con un accidente de tráfico: que la principal causa puede ser la velocidad, pero también cuenta a pericia del piloto o el estado del vehículo. Un suceso silencioso, lejos de lo que cuenta el cine. «No es tan evidente. La gente cuando se ahoga no grita ni gesticula, puede parecer que está jugando. El problema que tenemos es que muchas veces no somos capaces de detectarlo por eso. Hay multitudes de vídeos en los que una persona está a medio metro y no se da cuenta».
La muerte se suma a otros ahogamientos en Segovia y propicia un número anómalo. «Quitando en el Pontón o algún caso aislado, ha habido muy poquitos en los últimos años». Un niño de tres años en Ortigosa del Monte fue un fallo de supervisión. «Si se caen al agua, hacen muy poco ruido, no lloran. No te das cuenta hasta que lo buscas y no lo ves». El de las Hoces del Duratón cumple otra tipología, la de las caídas, además con cierta altura. En Bernardos murió otra mujer en un cursillo. «Es un caso relativamente típico, alguien mayor que le pasa algo y como está en el agua… Probablemente no te mueres de un infarto, pero te ahogas».
Pascual lo resume en un obstáculo que afecta a la respiración, flotación o desplazamiento. «Te da un volteo una ola y ya te has metido en una situación de ahogamiento. Y una vez que se desencadena, o tienes a alguien que te ayude o es prácticamente imposible salir de ahí». Analizando la estadística, explica el aumento por las altas temperaturas. «Este año está haciendo mucho calor y hay más afluencia de gente». Y lo corrobora porque los incidentes han ocurrido en zonas de proximidad. «Vas a tu pueblo y te bañas en el bodón de siempre. 'Aquí nos hemos bañado toda la vida'. Sí, pues ahí es dónde te ahogas». Una lucha desigual contra el tiempo. «El problema del ahogamiento es que tienes muy poquito margen de maniobra. La verdadera razón de que haya socorristas en las piscinas es que o intervienes en cinco minutos o la persona fallece».
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