Hacienda devuelve una media de 740 euros a cada beneficiario segoviano

Hay más declarantes, pero esto no implica que el importe total de devoluciones haya aumentado en la misma proporción. La cifra de documentos presentados en la anterior campaña creció un 12% en comparación con 2017, hasta rozar los 85.000 solo dentro de los límites provinciales. En esta rendición de cuentas, el número de las que salen a beneficio del ciudadano apenas ha fluctuado desde dicha fecha. Se han mantenido en unas 55.000 y lo mismo sucede como el importe percibido. No corre esta misma suerte el dato de abonos a las arcas públicas que se han llevado a cabo bajo el concepto de IRPF, cuyo porcentaje se ha disparado, según informa la Agencia Tributaria.

En el periodo prepandemia, el borrador de un cuarto de los declarantes que residen en la provincia salió a pagar. En 2023, ya eran más de un tercio: el 37%. La cuantía reservada a las devoluciones con destino a la provincia rondó los 40 millones de euros, lo que se traduce en solo una subida del 0,33% en el último lustro. Esta situación, junto a la introducción de cambios en un proceso que es telemático al cien por cien, explican que cada vez sean más personas las que optan por acudir a una gestoría en un intento de rascar algunos céntimos.

El goteo de clientes en las oficinas de la Asesoría Martín de Vidales ha obligado a concertar citas para evitar una «acumulación» del trabajo, lo que también se observa en el resto de gestorías repartidas por el centro de la ciudad, que reciben desde principios de abril una gran afluencia de visitantes. En la sede de la Agencia Tributaria, las colas en los mostradores son habituales y se prolongarán, como mínimo, hasta el final de la campaña, previsto el 1 de julio.

Los segovianos tienden a anticiparse en el envío del borrador de la declaración ante la zozobra de conocer los resultados. «La gente está deseando empezar ya: todo el mundo quiere su dinero cuanto antes», coinciden las fiscalistas Vanesa Bermejo y María del Carmen Martín, que desde hace apenas cinco días han atendido a decenas de interesados en resolver dudas. Han esperado al cierre del trimestre para ponerse en marcha con los certificados sobre la renta: «El trabajo y ajetreo durante este periodo son constantes», apostillan.

A su juicio, la población comienza este proceso «con mucha antelación, todo aquel que tiene previsión de que le devuelvan quiere hacerla lo más pronto posible», subrayan. Sobre todo cuando el año pasado hubo casos de devoluciones de rentas «muy tardías». La creencia de que, si se adelanta su presentación, los ingresos se reflejarán antes en las cuentas bancarias lleva a que la gran mayoría de los residentes decidan dar el visto bueno a los documentos en la primera mitad de la campaña, a no ser que «las cosas se compliquen», advierte Bermejo.

Precisamente, los tiempos previstos para la elaboración de las declaraciones de la renta hasta su entrega son variados, lo que conlleva a su vez la existencia de diferentes tarifas. La mínima se sitúa entre los 50 y 60 euros. «Algunas, las más sencillas, se hacen en media hora, pero hay otras con las que te tiras una semana», especifica. En muchos casos, los documentos se planifican «con tiempo» y «durante el año», observa el presidente del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos, Fernando Jesús Santiago Ollero.

El primer paso que se da es la recopilación de datos para su posterior contraste, con actualización y corrección de la situación laboral o patrimonial del interesado. «Desde la pandemia hay muchos que ya ni vienen, se les atiende por teléfono o correo electrónico», remarca Martín en relación a otra de los hábitos que cada vez están más extendidos, sobre todo en el medio rural.

Segovia capital encabeza el ránking en el número de declarantes, con más de 31.000, y está seguida de Cuéllar y El Espinar, con 5.700 y 5.200, respectivamente. El importe medio que han ingresado aquellos habitantes con resultado negativo en la última campaña alcanzó el máximo de la década, al anotar 745 euros. Está muy lejos de los 660 que percibieron de forma general los beneficiarios de 2017.

Sin embargo, el promedio no se ajusta a la realidad de muchos municipios, ya que hay algunas localidades cuyas devoluciones son mucho más bajas o superan con creces la cuantía citada. Por ejemplo, los vecinos de Navalmanzano tan solo cobraron 560 euros de media, mientras que lo de Palazuelos de Eresma ganaron hasta 850, según la actualización estadística más reciente de la Agencia Tributaria, que data de 2021.

El importe de los pagadores también ha experimentado la misma evolución, al pasar de los 1.221 euros hace diez años a los cerca de 2.000 en los últimos meses. Asimismo, son los empadronados en Sepúlveda los que más montante económico han desembolsado a Hacienda, pues se superaron de media los 2.700 euros. Al contrario, en Villacastín la mayoría de las declaraciones presentadas superaron por poco 1.000 euros. Por tanto, la diferencia es de casi el triple.

Tanto Navalmanzano como Villacastín se ubican a la cola de la provincia en términos de renta bruta media, al rondar los 20.000 euros. En consecuencia, estos municipios también se sitúan en el último lugar en relación a los rendimientos de trabajo declarados: apenas llegan a los 15.000 euros. Trescasas lidera el listado con más de 25.600 euros, seguido muy de cerca por La Lastrilla y Palazuelos de Eresma, ambos con más de 24.000 euros.

Asimismo, las deducciones por maternidad fueron más cuantiosas en Carbonero el Mayor, Coca y Sepúlveda, ya que superaron los 1.000 euros de media. Valverde del Majano quedó por debajo de los 600 euros, pero sobresalió en las desgravaciones por alquiler o compra de vivienda al ascender a los 860. En este apartado, las diferencias fueron más destacadas, pues la rebaja en Coca, Cuéllar y Navas de Oro se situó entre los 480 y 500 euros.