La Guardia Civil de Segovia identifica al líder de Falange, Manuel Andrino, por realizar varias pintadas en Labajos

Uno de los hombres a los que los agentes dieron el alto es el jefe nacional de Falange Española, Manuel Andrino, han confirmado fuentes del Instituto Armado. La corporación municipal de Labajos está dispuesta a acudir hoy al cuartel de la cercana localidad de Villacastín para interponer una denuncia por las pintadas de la noche del martes. Los hechos ocurrieron en torno a las doce menos cuarto, cuando se vio a tres hombres desplegados en distintos lugares del municipio y portando pintura de distintos colores –azul y roja–.

Los alertantes que avisaron a la Guardia Civil también detectaron la presencia de un coche que hacía las funciones logísticas. Los identificados habían atacado varias fachadas de Labajos y dejado la firma del yugo y las flechas, símbolo falangista. Junto a él, soflamas contra el Partido Popular y contra la alcaldesa, Margarita Meroño, a los que se les acusa en las pintadas de «traidor» y «cobarde», respectivamente. Asimismo, en otra de las fachadas asaltadas se carga contra la Ley de Memoria Histórica. Este acto vandálico guarda similitudes con los que tuvieron lugar a mediados del pasado mes de febrero en los que también se proferían ofensas e insultos contra los populares que gobiernan en el Ayuntamiento.

Aquellas pintadas, denunciadas también, se produjeron como reacción a la decisión adoptada por el Consistorio de retirar los dos escudos que hasta el 7 de febrero estaban incrustados en el monumento en memoria de Onésimo Redondo, fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS). En las piezas quitadas estaban esculpidos el yugo y las flechas y unas coronas de laurel. La medida fue la respuesta municipal a la serie de escritos remitidos por el Senado desde hace dos años en los que se instaba al Ayuntamiento a cumplir con la Ley de Memoria Histórica.

La regidora aseguró entonces que no se había querido herir ninguna sensibilidad, e incluso avanzó la voluntad de reconvertir el monumento en un memorial de homenaje a los caídos en ambos bandos porque «la Guerra Civil generó un sufrimiento en todo el mundo».

Labajos se ha convertido en una especie de destino de peregrinación para falangistas, ya que allí es donde murió Onésimo Redondo en el transcurso de una emboscada. Para este domingo hay programada una concentración organizada por Falange. La Guardia Civil desplegará un operativo para que discurra dentro los cauces legales.