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La familia de Cándida Lázaro, de 90 años y vecina de Carbonero el Mayor, se deshace en agradecimientos para cuantos arrimaron el hombro en la mañana del sábado para que la anciana pudiera ser evacuada desde su casa al Hospital de Segovia: desde el servicio ... médico del centro de salud hasta la ambulancia que la trasladó, pero sobre todo a Goyo Yagüe, un vecino que fue el ángel de la guarda que abrió el camino para que los sanitarios llegaran al domicilio de Cándida, situado en «una calle muy sombría en la que se queda más la nieve y el hielo», detalla su nieta, Lucía Otones. «El viernes ya estaba complicado transitar por ella», añade.
Elena, la mujer que suele atender a Cándida cuando no están los familiares, fue a levantar a la nonagenaria. Serían las 8:30 del sábado. «Al incorporarse se cayó y no sabemos si fue en la caída cuando se rompió la cadera o si fue antes», comenta la nieta. La cuidadora llamó para avisar de lo que pasaba y se alertó al centro de salud de Carbonero el Mayor. «El médico y enfermera recogieron el equipo, que es muy pesado, y recorrieron los 600 u 800 metros que hay hasta la casa de mi abuela. Menos mal que esto nos pilla en Carbonero, que si llega a ser en otro sitio...», apunta Lucía. Tras confirmar la fractura, avisaron al 112, que movilizó a la ambulancia del propio centro de salud; pero era tanta la nieve acumulada en ese corto trayecto que no apenas avanzaban «Un vecino que iba en el tractor se cruzó con ellos cuando salían y les dijo que si necesitaban ayuda porque les veía apurados, así que vieron la luz. Les abrió el camino con una pala que llevaba en el tractor hasta la casa de mi abuela». A Cándida la operan hoy.
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