La Gimnástica Segoviana saboreó este domingo la amargura de jugar entre los 82 mejores equipos de España. El talento de Enol Rodríguez, que convirtió una falta a unos 25 metros de la portería en un misil que limpió las telarañas de la escuadra de Carmona, ... que embelleció la obra de arte con su estirada estéril. Así aseguró el Arenteiro su tercera victoria seguida, un registro que tumba las cábalas que le sitúan como candidato al descenso en un grupo en el que cuesta identificar víctimas propicias tras seis jornadas. Los gallegos superan a los de Ramsés Gil, que no aprovecharon su tramo fértil y suman su segunda derrota.
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Arenteiro
Diego García, Iano, Javi Moreno, Mangel, David Ferreiro, Martín Soler, Markitos, Diego Gómez, Tarsi, Baselga y Jordan.
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Segoviana
Carmona, Silva, Abel Pascual, David López, Gabriel, Manu, Astray, Fernán, Berlanga, Tellechea y Davo.
Cambios Arenteiro: Curro Rivelott por Markitos (m.65), Enol por Marcos Baselga (m.74), Pascu por Martín Solar (m.86) y Tiago por David Ferreiro (m.86).
Cambios Segoviana: Diego Gómez por Manu (m.67), Javi Borrego por Gabriel (m.67), Rodrigo Ibañes por Fernán (m.75), Pichu por Astray (m.82) y Hugo Marcos por Silva (m.82).
Goles: 1-0 Marcos Baselga (m.45) y 2-0 Enol Rodríguez (m.77).
Árbitro: Álvaro López Parra (comité cántabro). Amonestó con tarteja amarilla a Silva por la Gimnástica Segoviana
Otros datos: Encuentro correspondiente a la sexta jornada del grupo I de Primera Federación, disputado en el estadio Espiñedo, en la localidad ourensana de O Carballiño.
Las rotaciones y las lesiones azulgranas dejaron en la grada a Rubén, el mejor de la victoria ante el Bilbao Athletic, minutos para Gabriel en el lateral izquierdo, con Silva por primera vez titular en el derecho, prueba de que su esguince de rodilla está en el retrovisor. Astray y Fernán acompañaron a Manu en el medio, con Berlanga dueño de la banda derecha –cuarta titularidad seguida– y Tellechea dejando a Borrego en el banquillo. Y Davo, innegociable en punta mientras Diego Gómez coge ritmo.
Con esas piezas salió la Sego a Espiñedo, un campo pequeño que condiciona el juego. Quizás por eso Berlanga probó suerte con un disparo desde el semicírculo central al recoger una mala entrega de la defensa con el portero adelantado, algo que intentaron en jornadas previas Hugo Díaz y David López. A la tercera tampoco hubo bingo. Y de una portería, a la contraria. Porque Manquel hizo gala de una solvencia impropia de un central para aguantar el balón en la presión, otear el horizonte y trazar un pase en largo a la derecha que desembocaría segundos después en un remate a bocajarro de David Ferreiro. Bastaba un pase bueno para activar las alarmas.
Empezó mejor el Arenteiro porque jugó en campo rival y por las permutas entre Ferreiro y Markitos, que intercambiaban la media punta y el carril izquierdo para incordio de la zaga azulgrana. Para un equipo que ha perdido a su nueve de referencia, el plan era aprovechar las bandas, conquistar línea de fondo y hacer el trabajo en la asistencia: ante la falta de un asesino de área, pase de la muerte al punto de penalti. Con esos ingredientes, no le interesaba a la Sego jugar cerca de su área, un alivio que encontró a través de la presión, su carta de confianza.
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Fueron unos minutos de lucha entre un Arentiero que insistía en salir con la pelota desde su parcela, con tres jugadores en horizontal en su área, y una Sego que apretaba cada vez más, con Ramsés arengando en cuanto el balón se ponía en juego: «¡Vamos!» El primer susto llegó en un robo azulgrana que Fernán transformó en asistencia para Astray, con todo el tiempo del mundo para girarse desde la corona del área y enganchar un disparo que salió lamiendo el palo porque tocó en un defensa. Los gallegos no alejaban las hostilidades, con Berlanga posicionándose para un disparo con menos brillo que el control con el que dejó plantado al lateral. Fernán estaba cómodo, amansando la pelota en una baldosa, regateando rivales, esperando a incorporaciones como las de Silva, que también probó disparo. Buenos minutos de la Segoviana, pero no pudo traducir su alegría al marcador.
El Arenteiro renunció a jugar en corto y firmó los pelotazos con tal de alejar a los azulgrana. Si no se puede proponer, mejor reaccionar. Y en un campo así, cualquier pérdida es una invitación. Avisaron los gallegos con una aceleración de Iano Simao, su lateral de Guinea Bissau cedido por el Deportivo, que regateó a Fernán y lanzó una acción que terminó en un disparo tímido de Markitos tras hacerse hueco en el punto de penalti. Tras la advertencia, llegaría el gol. Esta vez fue Ferreiro el que aguantó el balón en las postrimerías del área para filtrar un pase en la frontera del fuera de juego rumbo a Macos Baselga, que batió a Carmona con un toque raso sutil. La única intervención del delantero llegaba a 17 segundos del descanso, pero acababa en gol.
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Los gallegos volvieron de vestuarios con el turbo emocional y Carmona se vio despejando de puños un centro peliagudo y atajando un tiro de Jordán desde la frontal mientras Silva sacrificaba una amarilla de manual para cortar una contra y Fernán tenía que bajar hasta su propia área para aliviar la salida de balón. La tímida presión del Arenteiro valía para ahogar la creación azulgrana, necesitada de un punto más de virtuosismo. Con todo, los locales no lograban cambiar el lenguaje de ida y vuelta: por un lado, un sombrero de muchos quilates de su Diego Gómez; por otro, una contra que podía apagar su sonrisa, el pase que casi filtra Tellechea para Berlanga.
Así las cosas, Ramsés no retrasó más la cirugía. Del banquillo salió Borrego con tres dedos levantados, el de los efectivos que pasaba a tener la defensa. Ataque al cuadrado: junto a él salió Gómez en lugar de Manu. Un centro del campo precario para que los demás fueran a la guerra. La Sego desplegaba sus huestes ante cualquier balón divido y el Arenteiro se defendía con actitud, la de Ferreiro, que presionaba en solitario a Carmona, forzaba un despeje a banda y descontaba de paso segundos al reloj.
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Ramsés corrigió la precariedad en el medio dando a Rodrigo Ibañes su estreno en Primera RFEF, pero no hubo tiempo para ver los réditos porque el golazo de Enol cerró el partido a cuarto de hora del final. Crecido en su confianza, el Arenteiro rozó el tercero en dos disparos de Solar y Simao que repelió Carmona. En esas, el técnico fue fiel a su costumbre de agotar los cambios: hizo debutar a Pichu y alivió a Silva de diez minutos con una amarilla a cuestas. No claudicó la Sego, que tuvo el 2-1 en un tiro de Borrego, que disparó de primeras según se giraba en el balcón del área y forzó una estirada de Diego García, que se salvó con la ayuda del larguero. Pero se marchó de O Carballiño, la capital mundial del pulpo, sin nada que llevarse a la boca.
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