«La gente tiene que entrenar porque nuestro estilo de vida es sedentario»

La población vive más y eso plantea un nuevo reto: la calidad de esos años extra. «No vale la longevidad a cualquier precio. La gente quiere autonomía para no ser una carga». Eso implica un cambio de chip en varios conceptos. Sanz apunta a uno: la fisioterapia no es solamente para gente lesionada, sino un elemento de prevención. «Parece que no voy al fisio hasta que no me duele». Algo parecido ocurre con la nutrición, un área en plena evolución. «Nuestra vida social se cierne en torno a una barra de bar y eventos que tienen que ver con los excesos de comida y de bebida. Es algo que no va a cambiar, pero que hay poner límites».

El entrenamiento personal se ha democratizado. «Es un servicio que antes se consideraba elitista y se ha formulado un modelo asumible para un porcentaje amplio de la población. En ciudades más grandes, la gente demanda más atención; ir a un gimnasio porque cuenta con las mejores máquinas tiene fecha de caducidad». Trato personalizado, como las tiendas de barrio. «En Decathlon te tienes hasta que cobrar a ti mismo, es el colmo. Yo prefiero ir a Deportes La Granja, que me diga lo que necesito y me cobre por ello».

Su centro cuenta con perfiles muy diversos. Desde adolescentes que quieren desarrollar técnica –el deporte ya no es solo balón– a gente que viene de una vida sedentaria y quiere iniciarse en el deporte. Veteranos muy preparados que quieren limitar el riesgo de lesiones, un aspecto clave para la preparación de opositores. Y el sector que busca la autonomía personal, ya sea evitando una operación o rehabilitándose tras el paso por el quirófano. Y el gran reto: los pacientes neurológicos. «Es el trabajo más constante, gente que lleva años entrenando con nosotros. Es algo de por vida».

Sanz habla del sector como una consecuencia de los hábitos contemporáneos. «La gente tiene que ir a entrenar porque el estilo de vida que impera hoy en día es sedentario. Tienen una hora y tienen que entrenar lo más general posible. Porque ya no se trabaja en el campo; la gente se jode el hombro en el pádel porque no tiene la fuerza para levantar la pala cinco veces seguidas». Una carencia que la pandemia ha agudizado. Sanz habla usuarios operados antes de la pandemia que no han tenido apenas seguimiento médico. «Hemos tenido a gente vendida a su suerte».

El aspecto psicológico también es clave. «Hay quien ha tenido un bajón emocional por la pérdida de un ser querido o porque han sido leones encerrados». También hay quien ha descubierto el ejercicio o le ha dado prioridad. Por eso Sanz habla de enseñanzas. Desde un punto de vista empresarial habla de «evolucionar con sostenibilidad y mesura». También en salud. «Es importante tener una condición física buena, acorde a nuestra edad. Alguien de 40 a 60 años tiene que subir al tercer piso sin necesitar una bombona de oxígeno»