
A menos de dos horas para el inicio del partido, unas 25 personas trabajaban en el terreno de juego del municipal de La Albuera. Con ... palas y carretillas, retiraban la nieve que todavía quedaba sobre el césped del campo. Favorecidos por una mejora de las condiciones meteorológicas, su trabajo permitió el milagro. El campo que a mediodía estaba completamente cubierto de un manto blanco estaba apenas cuatro horas después sin apenas nieve dentro del terreno de juego. No así en las bandas y en los fondos, donde se acumlaba toda la que durante horas fue retirada por operarios municipales y aficionados gimnástico. Entre ellos, el propio Agustín Cuenca, presidente de la Gimnástica Segovia. No sobraban manos para retirar la nieve de La Albuera.
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Diez minutos antes de las 16:00 horas, a hora y media del inicio del encuentro, los árbitros del partido pisaron el césped de La Albuera. «Esto ya se juega por narices», les decía uno de los voluntarios que seguía retirando nieve del césped. Ya no se contemplaba una posible suspensión, pero debía ser el colegiado el que confirmarse que el partido podía jugarse.
La decisión final llegó antes de las 16:00 horas tras inspeccionar todas las zonas del campo. Había partido. El esfuerzo de los operarios y aficionados gimnásticos había tenido premio. Lo reconocieron los jugadores de la Gimnástica Segoviana, quienes con Ramsés Gil al frente y todavía vestidos de calle no dudaron en saltar al terreno de juego para agradecer en forma de ovación. Una motivación extra para enfrentarse al líder en La Albuera.
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