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Julián Mateo, presidente del Balonmano Nava Viveros Herol, sujeta un balón durante la entrevista. ANTONIO TANARRO

Julián Mateo | Presidente del Balonmano Nava

«Es fundamental que el club dependa lo menos posible de mí»

El presidente y primer patrocinador del Nava explica por qué lleva 31 años colaborando y su trabajo para dar estabilidad al futuro

Luis Javier González

Nava de la Asunción

Domingo, 2 de junio 2024, 14:07

Julián Mateo (16 de mayo de 1959) preguntó una y otra vez a la Asobal por qué siempre colocaban los partidos del Nava fuera de su horario preferido, las 18:30 horas, una franja que apenas han disfrutado en ocasiones como ante el Barcelona. La ... respuesta: «Es que os pongamos a la hora que sea, el pabellón está lleno. Si pongo a otros clubes a esa hora, lo tienen vacío». El mejor «halago» a una gestión que sumará el próximo curso su quinta campaña en la élite del balonmano español tras terminar la temporada de su ascenso como la revelación de la categoría: 33 puntos para ser sextos, a un gol del quinto, un puesto que podría permitir solicitar plaza en Europa, la mejor clasificación de su historia. Y sumando a su plantilla al capitán de la selección española, Gedeón Guardiola.

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Su empresa es el pulmón económico de un club que preside desde 2018 y con el que lleva tres décadas colaborando, pero desgrana su intenso trabajo para reducir esa dependencia. Asume las salidas de Prokop, Smetanka y Moyano como una decisión de los jugadores y subraya que la intención del club era retenerlos. Y asegura que la prioridad en los fichajes del futuro será un perfil con experiencia en Asobal.

¿En qué momento está el Nava?

–De vacaciones. Cerrando la temporada y preparando la del año que viene, esto no para.

¿Un club tiene vacaciones?

–La gestión de un club de Asobal nunca tiene vacaciones. Siempre está el tema administrativo, de patrocinios, los equipos de base, la organización del año siguiente, los campamentos de verano...

¿Está el Nava en el mejor momento de su historia?

–Creo que sí. Hay que reconocer que hemos hecho más de lo previsto, nadie podía contar con que pudiéramos acabar sextos, casi quintos, un equipo recién ascendido. Si alguien hubiera apostado en esas casas de apuestas que dicen se habría forrado. Vamos dando pasos adelante en la manera de gestionar un club tan grande como el Balonmano Nava. Son muchos equipos de niños y niñas y estamos solos en la provincia. Vamos creciendo a nivel administrativo o publicitario; dando un pasito adelante. Y en lo deportivo, este año a lo mejor hemos dado cuatro. El objetivo siempre era mantener la categoría y seguirá siéndolo, luego la pista pone a cada uno en su sitio. Este club nunca va a olvidar eso, no quiero más presiones.

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Un descenso «muy duro»

¿Qué supuso asumir un descenso?

–Fue muy duro, pero ha sido una lección muy buena para reiniciar. De las experiencias malas es de las que más tienes que aprender. En mi caso, tomar una serie de decisiones. Nos levantamos rápido y nos ha hecho crecer a la hora de tener más paciencia. El corredor que sale muy rápido nunca gana la carrera.

¿Qué aprendió?

–Que no se puede dar nada por hecho. A la segunda jornada de la segunda vuelta teníamos 18 puntos y en los últimos 13 partidos sacamos dos. Dije a principio de temporada que, excluyendo al Barcelona, que ya es más asequible de lo que era entonces, podíamos ganar y perder con cualquiera. Y así ha sido. Hemos quedado sextos y en diez puntos ha habido diez equipos. Cada vez se va a igualar más, depende mucho de la gestión.

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«Este club nunca va a olvidar que su objetivo es mantener la categoría. No quiero más presión»

Julián Mateo

Presidente del Balonmano Nava Viveros Herol

¿Qué supone perder a jugadores que llevan al menos tres años en el club como Smetanka, Prokop y Moyano?

–Han sido jugadores con una importancia grande dentro del club. Cuando llegaron prácticamente no les conocía nadie. Toma era muy jovencito y Prokop es un grandísimo jugador en ataque; ahora le están enseñando a defender, que entienda un poco esta competición. Su crecimiento ha ido en relación al del club. Ellos han tomado la decisión de abandonarnos por distintos motivos. Nosotros hubiéramos querido quedarnos con los tres. Pero esto es deporte profesional, cada uno elige su camino. Siempre que vengan por aquí serán bien recibidos. Otros vendrán, también con mucho nivel, y espero que no notemos la ausencia.

¿Los refuerzos mejoran las salidas?

–Hay una combinación muy buena del factor humano, nosotros lo miramos mucho a la hora de contratar jugadores. El vestuario, que se lleven bien, que no haya estrellas, que cada uno asuma su rol. Y son jugadores de la Liga Asobal. Para mí es importante españolizar todo lo posible el equipo porque creo que hay un sentimiento añadido. O jugadores como Bonano, que es argentino, pero lleva diez años en España. Que hayan pasado por aquí y hayan vivido la ayuda que da nuestra afición. Todos los rivales dicen que es un placer venir a jugar aquí, a pesar de perder.

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¿Ese ambiente del pabellón facilita fichajes?

–Tiene su parte de influencia. También hay jugadores que han pasado por aquí y dicen que Nava es un club serio, que el día 1 del mes cobran todos. Estos factores, unido al entrenador o a la imagen que damos, son beneficiosos.

¿Cómo compite una entidad de una población que no llega a 3.000 habitantes con mercados cien veces mayores?

–Con los mercados de fuera no podemos competir. Ni en el español contra el Barcelona. Con los demás, ya estamos a un cierto nivel de aproximación. Quitando uno o dos equipos, podemos competir en el aspecto económico con todos los de la Asobal, sin problema.

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«Quitando uno o dos equipos, podemos competir en lo económico con todos los clubes de Asobal»»

Julián Mateo

Presidente del Balonmano Nava Viveros Herol

¿Cómo es posible hacerlo sin las empresas o habitantes de otros lugares?

–Gestión. Tenemos un montón de patrocinadores pequeñitos, creo que son 80, que ponen un grano de arena. Otros medios y uno principal, que es Viveros Herol. En la población ya tenemos que meter a la comarca, hay socios de Carbonero, Íscar, Fuentepelayo, Coca, Segovia… Ya no estamos estrictamente basados en Nava de la Asunción. Es un sentimiento de decir: «Esto es nuestro». Estamos en la España despoblada, pero compitiendo al máximo nivel. La propia Asobal nos dice que después del Barcelona somos el club que mejor gestiona. Somos el segundo club de la liga que más Seguridad Social paga, todos los empleados están dados de alta.

¿Por qué patrocina al Nava?

–Llevo 31 años. Cuando empecé, Viveros Herol era el segundo patrocinador del club; el primero era Caja Segovia. En cuanto a retorno mediático, no me sirve para nada; mi empresa exporta a la UE la mayoría de los productos y el resto los vende en Huelva. Es un tema de pasión, como puede tener otro por la caza y se va a un safari. A mí me gusta el balonmano y mientras pueda, así será.

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¿Puede el club vivir sin Viveros Herol?

–Hoy en día no, pero estoy haciendo la gestión con grandes empresas de la comarca para que cualquiera pueda tomar el relevo. Yo no tengo problema, seguiría gestionando el club.

Las cuatro patas de la entidad

Habla del escaso retorno económico, ¿cómo vende el club a estas empresas?

–No buscan retorno, buscan ayudarnos al proyecto, sentirse parte de esto. A muchos les conozco, hacemos reuniones en la Fes, pero he ido a hablar personalmente con todos ellos. Que para poder mantener esto nos tienen que ayudar. Estoy luchando por la Ley de Mecenazgo cuando voy a reuniones con el Consejo Superior de Deportes. Para el Balonmano Nava sería una cosa terrorífica: que pudieran destinar una parte de su Impuesto de Sociedades al club y no a Hacienda.

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Su relato es que el proyecto se sostiene por pasión.

–El Balonmano Nava tiene cuatro patas. Una la cubren todos los patrocinadores privados; otra, las instituciones, junto con el retorno de Asobal; la tercera son los socios y lo que vende el club, y la cuarta es Viveros Herol, que hace cinco años representaba un tercio. Para mí es fundamental que el club siga creciendo con cada vez menor necesidad de Viveros Herol. Que estos señores a los que voy a ver puedan aportar cada año un poco más. Siempre voy a estar ahí, pero intento que esto pueda seguir creciendo y depender lo menos posible de mí para que tenga estabilidad de futuro.

Se cumplen seis años de la inauguración del pabellón. ¿Es suficiente?

–No. Nos basta porque no tenemos otro, pero estamos limitados porque no podemos hacer más de 850 socios. Por ejemplo, del gimnasio en el que estamos solo nos dieron las paredes. Pero estamos muy agradecidos con lo que tenemos.

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«Podría tener 500 socios más, pero no hay recursos en las instituciones para ampliar el pabellón»

Julián Mateo

Presidente del Balonmano Nava Viveros Herol

¿Estas limitaciones frenan el crecimiento del club?

–Estamos en un Ayuntamiento de 2.700 personas y su presupuesto ronda los dos millones y medio de euros; el presupuesto municipal de la siguiente ciudad más pequeña de Asobal, Cangas, supera los 30 millones. Tienen un pabellón en el que entran 2.000 personas; pueden hacer 1.500 socios. De ahí nos vamos a Puente Genil o Cuenca. En cuanto a diputaciones, la nuestra es, junto a la de Soria, la que menos población y menos recursos tiene. No podemos compararla con la de Córdoba. Los recursos de las instituciones que nos pueden ampliar el pabellón son muy pequeños. Ya nuestro Ayuntamiento hizo un esfuerzo muy grande por acabar este y creo que todavía no lo ha terminado de pagar. No les podemos obligar, ni a él ni a la Diputación, a que se embarquen en otra historia cuando a lo mejor tienen otros proyectos que también son importantes para el municipio. Eso hay que saberlo medir cuando vas a pedir. Nosotros nos acoplamos bien aquí y buscamos todas las formas de sacar recursos, pero claro que lo necesitaríamos. Me han llamado de algunos municipios: «¿Cómo no venís a hacer campaña de socios?» ¿Para qué? Si no les puedo meter. Y siempre tenemos que dejar un volumen para la cantera y el equipo contrario. No te lo obliga la Asobal, pero te lo recomienda.

¿Podrían tener 300 socios más?

–O 500. Y poder vender 200 entradas. Mucha gente de Segovia llama y como no lo tienen asegurado no se atreven a venir.

¿Cómo consiguió fichar al capitán de la selección española?

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–Primero, con seriedad. Lo difícil fue traer a su hermano, que también estaba en Alemania. Habiendo clubes en España más importantes, él decidió venir aquí. Cuando yo le contraté, todavía no estábamos en Asobal. Pero él apostó gracias a las recomendaciones de entrenadores o jugadores. Lo de Gedeón es saber entender lo que pasa y estar en el momento justo, pero yo hablo con él desde octubre. Y él ha hecho un esfuerzo porque ha renunciado a un tema económico importante por venir aquí. Y su familia se queda allí, también el año que viene. Eso es gestión.

Julián Mateo, presidente del Balonmano Nava. Tanarro

«Con diez nacimientos al año, ¿cómo haces las canteras?»

El Balonmano Nava encargó en 2022 un estudio sobre la distribución de nacimientos en la provincia para buscar a los jugadores del futuro: más del 90% se produjeron entre Segovia capital y alrededores. «Estamos haciendo un esfuerzo muy grande por desarrollar el balonmano de niños y niñas en Segovia porque aquí, con diez nacimientos al año, ¿cómo hacemos las canteras?», subraya Julián Mateo.

El club hizo esfuerzo por llevar al club a Primera Nacional, pero no pudo mantenerlo allí. ¿Cómo se resuelve la brecha de tres categorías con el primer equipo?

–Es muy difícil. Hay un maestro de este deporte que era socio de honor del Balonmano Nava y se llamaba Juan de Dios Román. Él siempre decía: «De la cantidad sale la calidad». Si manejas 50 o 60 niños de cada categoría, te van a salir. Pero nosotros nos las vemos y deseamos para hacer los equipos. Las infantiles han pasado al intersector nacional con cinco alevines, es un milagro. Y encima van y compiten. Cuando hay un chaval que destaca, si podemos le cedemos a un equipo de Primera. Alfredo termina la edad juvenil y va a hacer la pretemporada con la primera plantilla; si es necesario le convocarán y si no jugará con el filial. ¿Va a llegar? El tiempo lo dirá.

Óscar Marugán dice que cuando mete un gol alguien de Nava no se celebra igual. ¿Es suficiente tener a dos jugadores del pueblo en el equipo?

–Qué más quisiera yo que tener a diez. Por eso obligo por contrato a todos los jugadores a vivir en Nava. Al final se sienten naveros. Adrián Rosales se fue hace dos años: su hija nació aquí y siempre ha venido. Felipe Mota es portugués, pero cuando ascendimos el año pasado aquí estaba. Yeray Lamariano, igual. Hay un sentimiento que no se ve en otros sitios. Que esto es nuestro, de todos los que han participado antes, durante y después. Y Gedeón Guardiola es el hombre más feliz del mundo desde que ha llegado al pueblo.

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