Segovia

Las Fuerzas de Seguridad esclarecen uno de cada cuatro ciberdelitos

A lo largo de los nueve primeros meses la delincuencia cibernética vuelve a crecer. En concreto, las 1.316 infracciones acumuladas en dicho plazo representan un aumento en el conjunto de la provincia del 37,1% en comparación con el mismo periodo de tiempo de 2022. Este repunte nada desdeñable empuja a su vez hacia arriba la curva ascendente de toda la criminalidad total investigada por las Fuerzas del Orden, que registra un aumento global entre enero y septiembre, ambos inclusive, del 9%.

Tanto Guardia Civil como Policía Nacional se afanan en combatir el auge de la ciberdelincuencia. Muestra de ello es que el nivel de esclarecimiento de las denuncias tramitadas a partir de los hechos conocidos también ha subido, aunque en menor proporción que las propias infracciones penales. Las estadísticas del Ministerio del Interior referidas al tercer trimestre del presente año ponen de manifiesto que los malhechores aún van un paso por delante.

Si se echa la vista atrás, al año 2020, entre estafas de los más diversos tipos, especialmente bancarias y las cometidas mediante tarjetas de crédito, débito o cheques viaje; amenazas; usurpaciones de identidades y del estado civil; ataques informáticos; delitos sexuales, o falsificaciones, se tramitaron 913 infracciones tipificadas en el Código Penal dentro del ámbito de actuación de la considerada como ciberdelincuencia por los métodos y el objetivo fijado por los criminales. En ese mismo ejercicio, se resolvieron 170 delitos. O lo que es lo mismo, uno de cada cinco.

Dos años después, en 2022, la lucha que lidian las Fuerzas del Orden va dando sus frutos y esa proporción de éxito en las investigaciones ha pasado a ser de un caso esclarecido por cada cuatro gestionados. Los mejores resultados se dan particularmente en los ciberdelitos que tienen que ver con la libertad sexual de la víctima. Prácticamente el cien por cien de los casos investigados de acosos por las redes o los chantajes telemáticos con fines sexuales acaban con el autor o autores detenidos.

Sin embargo, hay otra ciberdelincuencia más compleja y cuyo esclarecimiento se antoja más difícil, ya que en la mayoría de las ocasiones la trama criminal que se encuentra detrás de estos hechos tipificados como penales se encuentra en ciudades extranjeras y el rastro que deja en la red es harto complicado de seguir. Esta es la razón por la que, por ejemplo, en el apartado de las ciberestafas bancarias o de las que se hacen con la manipulación de tarjetas de crédito el nivel de esclarecimiento baje. No es baladí porque esta clase de delincuencia copa aproximadamente la mitad de la que se detecta y comete en el ciberespacio.

Así, el año pasado, en la provincia de Segovia se gestionaron 642 estafas relacionadas con el uso de tarjetas, rozando un aumento del 120% con respecto al curso precedente. En el otro lado de la balanza, la cifra de delitos de este tipo que quedaron esclarecidos fue de 51, lo que equivale a una proporción de éxito de uno por cada doce casos. Pese a ello, las denuncias resueltas satisfactoriamente se duplicaron con respecto a 2021, lo que da idea del esfuerzo invertido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad por ganar terreno a la cibercriminalidad.

Las autoridades hacen hincapié en que la prevención y la cautela son las mejores armas frente a quienes acechan en el ciberespacio para cometer sus fechorías. De ahí que insistan en advertir de que no se faciliten datos personales ni la dirección del correo electrónico sin contrastar con el emisor del mensaje que demanda tal información. Por ejemplo, los bancos no suelen utilizar estas conexiones para preguntar por esos datos. La mejor actitud a la hora de hacer transacciones digitales es la desconfianza y la prudencia, ya sea con entidades financieras o con comercios 'on-line'.

En cuanto a la victimología, quienes caen en el engaño suelen ser ciudadanos sin demasiados conocimientos de las nuevas tecnologías. Si bien, la mayoría de las estafas que se cometen son leves por las cantidades sustraídas, la prevención se alza como la mejor arma para combatir esta forma de criminalidad, coinciden las autoridades al llamar la atención sobre precauciones que se han de tomar al operar en mundo digital.

En los números publicados recientemente por el Ministerio del Interior se observa que la delincuencia convencional –que es como se ha dado en llamar a los tipos penales 'clásicos' en la lucha contra el crimen que libran las Fuerzas de Seguridad y que no se perpetran en el ciberespacio– apenas ha experimentado cambios de un año a otro. Esta criminalidad tradicional mantiene las cifras del ejercicio anterior, al menos en los nueve primeros meses del curso.

Las estadísticas oficiales arrojan un imperceptible incremento del 0,2% entre enero y septiembre frente al mismo periodo de 2022. El volumen de infracciones penales convencionales tramitadas en la provincia segoviana se eleva a 3.071 a falta de tres meses para que caiga la última hoja del calendario de 2023.

Los hurtos se mantienen como el delito penal más frecuente de cuantos se investigan y esclarecen. Y eso que, entre enero y septiembre, el volumen de estos delitos en la provincia ha descendido casi un 3%, pasando de 707 a 687 hechos conocidos.

Por el contrario, los registros acumulados en los tres primeros trimestres del año que está a punto de expirar alumbran descensos en tipos penales como los delitos graves y menos graves por lesiones en riñas tumultuarias o peleas, con una reducción del 7,7%. También baja la cifra de robos con fuera en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. En nueve meses se han conocido en la provincia 205 casos, seis menos que en el mismo periodo de 2022, lo que significa una tibia disminución de casi el 3%. Especialmente caen en las estadísticas del Ministerio del Interior los robos en viviendas (de 176 a 157, lo que supone cerca de 11% menos).

No son tan frecuentes, pero preocupa el aumento de los robos con violencia e intimidación contra las víctimas. En los tres primeros trimestres, los datos oficiales recogen 28 denuncias tramitadas, seis más que un año antes y una subida del 27%. Otro delito convencional que ha tenido más presencia en la lucha contra la delincuencia es el tráfico de drogas. Interior apunta que, en la provincia de Segovia, entre enero y septiembre se han gestionado 27 hechos conocidos de este tipo penal, un 12% más.