«Cuando el fuego llegó al aceite, ya no hubo manera de hacernos con él»

La propietaria del establecimiento, Ana Núñez, reconoció este jueves que estaba «bien, dentro de lo que cabe». El suceso ha supuesto un gran susto para los más de 300 habitantes de este municipio de Segovia, pero ahora Núñez respira aliviada gracias a que «no ha pasado nada personal, y lo demás tiene solución». Y es que finalmente el incendio únicamente se ha saldado con daños materiales, especialmente en la zona de cocina, aunque distintas estancias del establecimiento, como el bar o el comedor, se vieron afectadas por el humo.

Fue en la mañana del miércoles cuando ocurrieron los hechos. Como es habitual en un bar-restaurante, los fogones se encontraban encendidos y las cazuelas colocadas sobre ellos, con el guiso hirviendo, ya que el personal de cocina estaba preparando la comida del día. La propia Ana Núñez se encarga de esta labor, aunque se tuvo que ausentar durante unos instantes para salir a la zona de bar a despachar a unos clientes. Cuando regresó, se encontró ya con que había llama.

En ese momento «cogimos los extintores e intentamos apagarlo, pero pillaría ahí aceite, porque tenemos las freidoras al lado», explicó. «Y cuando el fuego llegó al aceite, ya no hubo manera de hacernos con él», relató conmovida la propietaria. Fue entonces cuando se decidió alertar al servicio de bomberos, pues las llamas comenzaron a subir por la chimenea a través del conducto de la campana extractora. En este punto, el incendio se pudo detener, lo que desde el establecimiento agradecen, puesto que en la parte superior del bar se encuentra una vivienda. «Gracias a Dios el fuego no subió a casa ni nada».

Núñez se mostró disgustada por los hechos, pero a la vez aliviada, ya que los daños han sido mínimos y se limitan básicamente a la campana extractora y algunos útiles de cocina, además de parte del cableado y el sistema eléctrico, teniendo en cuenta que el mobiliario de la cocina es prácticamente todo de acero. «Todavía no podemos valorar, porque estamos viendo todo lo que ha sido», señaló apenas unas horas después del suceso. Por el momento, se encuentran comprobando poco a poco los daños y muy pronto se pondrán en marcha con las labores de limpieza.

Por el momento, este fin de semana, El Rincón de Ana no podrá abrir sus puertas: ni el bar ni el restaurante. Todo ello cuando son unas fechas complicadas, pues contaban con reservas de comedor para las festividades de Santa Águeda y la celebración de San Valentín. Sin embargo, «este fin de semana, por mucho que corramos, no podemos abrir».

A pesar de las pérdidas, Ana reiteró que «lo importante es que no ha habido heridos, eso es lo bueno». Las labores de limpieza serán complejas, pues el humo y el polvo de los extintores llenaron multitud de estancias. «El comedor y el bar necesitan la limpieza, pero después pueden funcionar, lo más complicado será la cocina», sostuvo, apuntando a su vez que su intención es poder habilitar el bar lo antes posible, «aunque sea sin cocina», para poder retomar su actividad de nuevo en la próxima semana. El objetivo es volver a la normalidad habitual en un corto plazo.