Segovia

Todo por una foto junto al Acueducto

El jefe de la obra municipal trató de evitarlo. «No pueden pasar», les dijo. «Hay obras y está prohibido el paso». El guía del grupo, también oriental, se encaró con él. Tenían que pasar sí o sí. Y en medio de la refriega verbal, los turistas, que no eran más de cinco, separaron las vallas y fueron pasando, uno a uno. Ni cortos ni perezosos, llegaron hasta la misma puerta del mirador, donde varios operarios trabajaban en la sustitución del escalón que da acceso al balcón por la rampa anunciada por el Ayuntamiento para garantizar el acceso universal. «Debería haber llamado a la Policía», lamentó el operario.

Pero se habían salido con la suya. Probablemente, no vuelvan a tener la oportunidad de fotografiarse en ese sitio, lo que finalmente hicieron con verdadero entusiasmo.

El Ayuntamiento de Segovia anunció el viernes que el acceso al balcón permanecería cortado mientras duraran los trabajos de sustitución del escalón por una rampa. El objetivo es mejorar la accesibilidad, permitir que personas con movilidad reducida puedan acceder al mirador y disfrutar de las vistas.

La intervención ha tenido en cuenta la inclinación que marca la Ley de Accesibilidad, no superior al 10%. «Es una actuación relativamente fácil que forma parte de un plan encaminado a hacer de Segovia una ciudad más accesible y con menos impedimentos arquitectónicos. El Postigo es un lugar al que personas con movilidad reducida no pueden acceder. De esta manera, se les facilitará el paso, siempre desde el otro lado de la muralla, claro, porque salvar la escalinata que da al Azoguejo es imposible», explica el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, José Luis Horcajo.