El vicepresidente de la Agrupación de Industriales de Hostelería de Segovia (AIHS-Hotuse), Jesús Castellanos, calificada a última de la tarde de ayer de «totalmente ... decepcionante» la reunión que mantuvo este lunes el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, con representantes del sector regional, aunque el también portavoz del Gobierno regional matizara poco después las intenciones sobre revisar a partir del 3 de diciembre la reapertura de establecimientos en función de la incidencia acumulada en cada territorio y la posibilidad de que haya provincias con mejores datos epidemiológicos, como Segovia, que pudieran anticipar la vuelta al trabajo de los negocios en el puente al bajar un escalón la amenaza de riesgo de contagio comunitario, que sigue siendo 'muy alto', por lo que se mantiene en nivel 4 de alerta.
El encuentro, celebrado por vía telemática, se saldó «sin ningún acuerdo concreto», se lamentaba el portavoz del gremio segoviano. Castellanos se queja de que el Gobierno autonómico «no ha propuesto nada ni ha planteado ningún montante económico para salvar» la actividad de bares, restaurantes y demás establecimientos hosteleros de Castilla y León que se ven sumidos en una profunda crisis por la pandemia y las medidas restrictivas adoptadas para contener el avance del coronavirus y reducir su incidencia.
Las conclusiones del que será esta semana nombrado presidente de la AIHS-Hotuse no son halagüeñas, aunque esgrime que la Confederación Regional de Hostelería va a presentar cuanto antes, tal y como ha pedido la Administración autonómica a los empresarios, «un plan potente y detallado a la espera de que la Junta consiga el 50% que pide al Gobierno central» a la hora de repartirse las aportaciones de auxilio al sector.
Castellanos hace un nuevo llamamiento al Ejecutivo presidido por Alfonso Fernández Mañueco para que «tome conciencia de la situación dramática y crítica» en la que se encuentran muchos negocios, que se acercan al abismo del cierre. El vicepresidente gremial de Segovia insiste en que «el panorama es muy negro» y cuestionaba antes de la precisiones manifestadas a posteriori por Igea que el criterio para empezar la desescalada en la hostelería sea general para toda la comunidad cuando la provincia segoviana presenta una incidencia acumulada bastante más baja que el conjunto autonómico. Esa puerta de la reapertura por provincias que tengan una situación epidemiológica más favorable ha quedado entreabierta por parte de la Administración regional.
Jesús Castellanos declara que el sector estará pendiente de las decisiones que adopte la Junta en este sentido, porque entonces Segovia podría ser una de las primeras en empezar la desescalada de la hostelería regional a tenor de los datos de incidencia en los que se basa el Ejecutivo autonómico. Con este incierto horizonte que otea el portavoz segoviano, «doy el año por finiquitado, a no ser que se produzca un milagro».
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