De la fiesta grande a la fiesta de verano

Villacastín honrará esta tarde en la habitual ofrenda floral a su patrón, San Sebastián Mártir. Sin embargo, en estos días de festejos, el municipio no se olvida tampoco de su patrona, la Virgen de El Carrascal, protagonista de otras de las grandes fiestas que se celebran anualmante.

La Virgen de El Carrascal se encuentra construida en un enclave privilegiado, en una elevación rocosa desde la cual los vecinos y visitantes pueden apreciar una excelente vista panorámica de la ciudad en cada uno de los paseos que por ahí se dan.

Este sendero, habitual camino de paso durante las tardes estivales, en las que el sol abriga y el aire abraza, es, precisamente, el que se recorre de manera especial dos veces al año: por el Día de la Ascensión, fiesta grande de Villacastín, celebrada en mayo, y durante estas fiestas de verano, en la que es agasajada por parte de los lugareños con una ofrenda floral. En fiestas, la patrona es conducida hasta la explanada, donde, a ritmo de dulzainas y del tamboril, los vecinos bailan jotas en su honor y otras piezas populares de la comarca y de la provincia.

La fiesta en honor a La Virgen de El Carrascal lleva muchos años celebrándose, habiendo adquirido una notoriedad importante, a través de la afluencia de cuantos visitantes se acercan a compartir con los vecinos de Villacastín sus costumbres y tradiciones. Es uno de los momentos de mayor concurrencia en el municipio, al igual que lo son estas fiestas en honor a San Sebastián, durante las cuales retornan y se desplazan los hijos y nietos del pueblo y gentes de los alrededores.

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