Impulsar un pueblo vivo que contribuya a vertebrar el territorio

Hace 30 años que por uno de esos aparentes azares que la providencia dispone llegué a Domingo García sin que nada me hiciera intuir que un día me correspondería la responsabilidad de asumir el cargo de alcalde. Durante la mayor parte de este largo periodo hemos vivido tranquilos sabiendo que alguien luchaba por nuestro pueblo. Me refiero a Eliseo Víctor Pastor Toves, nuestro alcalde perpetuo honorario, al que tuve el honor de acompañar en sus responsabilidades actuando como teniente de alcalde.

Domingo García ha ido restaurando su patrimonio inmobiliario para mejorar los servicios comunes y atraer nuevos 'pobladores' que establecen su segunda residencia buscando paz, naturaleza y patrimonio bien conservado. Y ello mientras los habitantes tradicionales mejoran también la calidad de sus viviendas y servicios públicos.

Nuestro principal objetivo es impulsar el pueblo como núcleo vivo que contribuya a vertebrar el territorio, sin olvidar el bienestar de los vecinos. El trabajo del alcalde de un municipio pequeño es similar al de un presidente de comunidad de vecinos. Estamos para gestionar, no para politizar ni para crear enfrentamientos. No es una tarea fácil y, en todo caso, es un trabajo de todos.

Domingo García, pequeño y cuidado pueblo de la Campiña segoviana, ha hecho de su paisaje, historia y patrimonio el núcleo de su identidad. El yacimiento de arte rupestre del Cerro de San Isidro con sus importantísimos grabados; las ruinas románicas en pleno monte de la Ermita de San Isidro que, rodeada de tumbas antropomorfas, tiene un aire misterioso; Santa Cecilia, la iglesia parroquial con orígenes en el gótico tardío con la tumba de la esposa del comunero Juan Bravo de Mendoza y sus descendientes. Todo enmarcado en un paisaje natural de serena belleza, en el que la Campiña se extiende hasta la línea fronteriza del mar de Castilla, formado por los extensos pinares que llegan al horizonte.