La Feria de El Ángel supera los 15.000 visitantes pese al mal tiempo

Respecto a las ventas, apuntó el alcalde que «por lo que he conversado con algunos expositores, les he visto con ánimo, o sea que les ha resultado bastante bien la Feria, aunque no al cien por cien, pero lo valoraría como positivo y con las expectativas cumplidas».

Respecto a la cifra final de visitantes comentó que «ha sido un número muy importante el de personas que nos han visitado; es muy difícil de calcular, pero tenemos estimado que si los tres días de Feria son buenos llegan hasta Fuentepelayo más de 20.000 personas, y yo creo que este año los 15.000 visitantes los hemos superado con creces».

Se debe en buena medida a la variedad de la oferta expuesta en este evento. Entre la maquinaria agrícola y ganadera, en Fuentepelayo se han visto las innovaciones en tractores, cosechadoras, arados, abonadoras, empacadoras, remolques o máquinas herbicidas. Una de las estrellas de la Feria llegó de la mano de Talleres Lázaro, que presentó una cosechadora de grandes dimensiones, la única del mercado que funciona con rotor, lo que permite mejoras en el tratamiento del grano, que aumenta de calidad.

A pesar de la lluvia del sábado, la Feria cerró con un muy buen ambiente y una gran respuesta del público, que por la tarde llenó buena parte de las instalaciones dedicadas a la Feria del Caballo, que se encontraban con barro y charcos debido a la lluvia caída, aunque no mermó la asistencia. Cientos de personas disfrutaron de los espectáculos realizados por los alumnos de la Finca El Quinto Toro, de los Hermanos Muñoz, que en esta edición se encargaron de las exhibiciones de la alta escuela, las sevillanas o el carrusel, clásicos en este tipo de iniciativas.

La Feria del Caballo ha sido un gran aliciente para la llegada de público. El sábado fueron muchos los espectadores que presenciaron el espectáculo, aunque en esa ocasión fue bajo una fina lluvia. Y a lo largo de todo el fin de semana numerosos aficionados y curiosos se acercaron hasta los boxes para conocer los ejemplares expuestos, algunos de los cuales se mostraban para su venta, con lo que se trata de rememorar los antiguos mercados de ganado, germen hace siglos de lo que hoy es El Ángel.

Aunque la climatología pudo haber reducido un poco el número de visitantes del sábado, no lo hizo el domingo, la jornada más exitosa, especialmente durante la tarde, cuando el público llenó tanto las calles como los pabellones, que albergan expositores con productos de alimentación, textil, artesanía, mueble y decoración, industria y servicios o nuevas tecnologías, entre otros.

En el mercadillo, otra de las secciones tradicionales de esta Feria, donde se ubican casi medio centenar de puestos con productos de textil, bisutería y juguetes, principalmente, hubo también mucha gente. Igual que en las churrerías, bares y chiringuitos que se instalan en la zona donde se desarrolla la Feria del Caballo, y las atracciones para los más pequeños, consiguiendo así una completa oferta que ha sido muy bien recibida por el público.

Tanto es así que, aunque aún es pronto para valorar, el Ayuntamiento de Fuentepelayo prevé que la muestra haya contado con una buena cifra de negocio. En el pequeño comercio, especialmente alimentación, textil y artesanía, las ventas son en el momento, pero en los seguros, muebles y principalmente las grandes firmas de maquinaria agrícola y ganadera, no suelen realizar ventas directas en la Feria, sino que allí se hacen los contactos. De hecho, es habitual que se utilicen este tipo de iniciativas para realizar contactos y sumar clientes a su cartera, por lo que las transacciones, si llegan, se suelen realizar durante los próximos meses. Pero la Feria les sirve como un gran escaparate para darse a conocer y conseguir ventas después.

Tras varias semanas de trabajo y un intenso fin de semana, Fuentepelayo regresará hoy a la normalidad. Y será el momento del balance definitivo, en el que la organización, que corre a cargo del Ayuntamiento, conocerá la opinión de los expositores a través de las encuestas que que les hacen llegar, con lo que ayudan a conocer las posibles mejoras que se pueden llevar a cabo de cara a la próxima exposición, que comenzará a prepararse en unos meses.