Fallece a los 108 años Agustina, una de las segovianas más longevas

Agustina nació el 9 de abril de 1915 en Arcones, un municipio del nordeste de la provincia de Segovia en el que vivió durante su juventud. Se casó a los 19 años y a los 21 ya tuvo el primero de sus ocho hijos. El matrimonio no tardó en trasladarse a Casla, otra localidad de la provincia donde pasaron las siguientes décadas, hasta que en los años 60 del siglo XX la familia se mudó a la avenida de la Constitución, a las viviendas de Unión Fenosa construidas en esta zona de la ciudad.

Agustina permaneció en Segovia capital casi el resto de su vida. Hasta que hace un par de años tuvo una caída, se fracturó la cadera y tuvo que ser trasladada a la residencia de personas mayores de El Sotillo, su hogar durante los últimos dos años. Allí ha recibido la visita diaria de hijos y familiares.

Ama de casa, Agustina ha tenido una salud de hierro durante toda su vida. Así lo asegura Elena Sanz, una de sus once nietos. Además, Agustina también ha tenido tiempo de conocer a catorce bisnietos. «Ella ha estado bien hasta el final», explica su nieta. En sus 108 años de vida, tan solo fue operada de cataratas y de la cadera hace dos años. «Los médicos no la querían operar con 106 años», recuerda Elena. Por lo demás, asegura que ni siquiera ha tenido que tomar medicación.

El secreto de su longevidad, según su nieta, está en la genética. «Es cierto que ha tenido una buena vida, pero tres hermanas pequeñas ya tienen más de 90 años», comenta. La propia Agustina no le daba mayor importancia a su edad. «Ella decía que viviría hasta que le tocase». Finalmente, han sido 108 años.

«Ha luchado mucho en su vida por su familia. Nos ha conocido a todos y hemos viajado mucho con ella», resume Elena sobre la vida de su abuela, con quien se han desplazado regularmente a Murcia hasta hace un par de años. «Aunque es duro cuando te llaman para comunicar su fallecimiento, lo cierto es que la hemos disfrutado muchos años», concluye su nieta.