Extinguido el incendio de Navafría diecinueve días después de su inicio

En el mismo parte en el que la Consejería de Medio Ambiente da por extinguido el incendio forestal de Navafría, la Junta señala que sus causas fueron accidentales: «Motores y máquinas», precisa. En total, las llamas afectaron a 427 hectáreas de arbolado, 231 de matorral, 93 de pasto, 89 de superficie agrícola y 36 de otro tipo.

Apenas unas horas después de la extinción del incendio, 34 vecinos de Torre Val de San Pedro han hecho pública una carta en la que critican tanto las labores de prevención en la zona como el operativo llevado durante las primeras horas para controlar el incendio.

En su misiva, señalan una «desprotección absoluta a las pocas personas que han pretendido continuar su labor como agricultores y ganadores» en la zona, así como «la falta de limpieza tanto del entorno del municipio como del mantenimiento de las fincas». Y ponen como ejemplos los doce años que llevan intentando hacer la concentración parcelaria sin éxito «por carecer de un punto de acceso» o la presencia, el sábado 16 (horas después del incendio), de unas cinco o siete personas -comentan en su carta- «haciendo labores de desbrozamiento en calles, callejas y fincas colindantes con el entorno urbano».

Los vecinos apuntan que el incendio se originó pasadas las once de la mañana del 15 de julio. A la una de la tarde, el fuego «estaba localizado en el paraje denominado 'Dehesa del Valle', una zona de pasos con matorrales y escasez de arbolado que está separado de Torre Val de San Pedro por la N-110 y de la zona de pinares por un camino rural de concentración».

A esa hora, añaden, «vecinos de Torre Val se ofrecieron a colaborar en los trabajos de contención haciendo hincapié en evitar a toda costa que el fuego traspase la N-110». Según su relato, la respuesta fue que el ofrecimiento era «innecesario porque el fuego estaba controlado». Tres horas después, recuerdan, el fuego rodeaba Torre Val de San Pedro con un balance de daños «catastróficos».

Por ello, los vecinos concluyen que a la una de la tarde, cuando el fuego estaba situado en una zona «de fácil control», los responsables de su extinción habían tenido «tiempo suficiente» para saber las necesidades operativas que eran necesarias para su dominio. «No hubo los recursos suficientes cuando fueron necesarios. Después, el sábado, todo era un enorme despliegue. Si se hubiese utilizado a su debido a tiempo seguramente se hubiese podido evitar el desastre y posiblemente todos esos mismos recursos hubiesen podido acudir a otro foco».