La inspectora portavoz cifra el tumulto que se formó en unas «cuarenta o cincuenta personas». La familia segoviana se parapetó en su casa situada en el número 77 de la calle Real Aquende. Hortigüela apunta que el clan acosado ya había tenido problemas con anterioridad, aunque en el grave incidente ocurrido este martes se desconoce a ciencia cierta los motivos que llevaron a esta concentración ante la vivienda en la que se atrincheraron dos matrimonios jóvenes y una persona mayor.
Al parecer, la riña que prologó y desencadenó los hechos fue con otro clan gitano oriundo de Miranda de Ebro. En un principio, testimonios aseguraron que se oyeron tiros, aunque las autoridades rechazan este extremo. «No hubo ningún tiroteo», reitera la delegada de prensa de la Comisaría de la Policía en Burgos, quien sí confirma que los cinco integrantes de la familia de procedencia segoviano «se resguardaron en la casa para evitar el linchamiento».
Sin denuncia ni detenidos
Al comprobar que la tensión iba en aumento, se movilizaron fuerzas policiales de la capital burgalesa para garantizar la seguridad. Mientras tanto, la gente agolpada ante la vivienda del clan cuellarano continuó increpándoles y pidiendo su expulsión de Miranda de Ebro. La portavoz policial afirma que «no hay denuncia ni tampoco detenidos», aunque se intervino para frenar el linchamiento. Testigos vieron a algún miembro del grupo de los atrincherados empuñar un arma, pero las indagaciones realizadas hasta ahora en el transcurso de la intervención no esclarecen si se exhibió una pistola o si se disparó. «Durante el registro no se ha encontrado ningún arma, ni casquillos», desmiente Hortigüela.
El cerco a la casa acabó pasada la medianoche gracias a la intermediación de un pastor evangélico procedente de la capital burgalesa y de la actuación de las Policías Nacional y Local de apaciguar ánimos y controlar que la violencia no se desbocase.
La inspectora indica que fue en torno a la una de la madrugada del martes al miércoles cuando la familia segoviana salió de la casa y fue escoltada por fuerzas policiales durante varios kilómetros fuera de Miranda de Ebro, en dirección Burgos. El clan oriundo de Cuéllar había protagonizado unos meses antes la ocupación de una casa cercana al Conservatorio de Música de la localidad burgalesa.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.