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Esther Santos, presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, con el parque de acorazados al fondo. Ó. C.

Esther Santos: «No se han hecho las tareas y el examen lo hemos suspendido»

La presidenta del barrio de Santa Eulalia, donde al menos residen cuarenta familias del personal civil del PCMASA 2, afirma que hay «desasosiego»

berta jiménez

Segovia

Martes, 9 de febrero 2021, 21:35

En el barrio de Santa Eulalia son unas 40 familias de personal civil las que viven gracias a los puestos de trabajo que desempeña alguno de sus miembros en la Base Mixta. Muchos de los trabajadores militares también viven en este barrio. Así lo ... explica la presidenta de la asociación vecinal, Esther Santos, quien describe un ambiente de «desasosiego» e «indignación» entre los vecinos. «Segovia no ha hecho las tareas y el examen lo hemos suspendido», declara tajante.

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Fundado en 1802, este centro de mantenimiento de maquinaria militar ha albergado generaciones enteras de trabajadores segovianos. «Hay casos en los que han empezado los padres y han seguido los hijos desarrollando esa actividad», subraya Santos, quien se pregunta qué pasará con aquellas personas que «han dedicado toda su vida a trabajar en la Base Mixta»: «Según está el panorama, ¿dónde va esa gente a encontrar un puesto de trabajo?»

La respuesta la da al instante ella misma: «Si se cierra la Base, evidentemente la gente irá a engrosar las listas del paro». Esta vecina de Santa Eulalia lamenta que el Ayuntamiento de Segovia no haya presentado a los ciudadanos un proyecto para atraer la construcción del centro logístico militar y denuncia no se hayan hecho tantos esfuerzos como en 2016, cuando Segovia aspiraba a conseguir la Capitalidad Cultural Europea. «Si a los ciudadanos se nos explica el proyecto, creo que hubiéramos remado todos en la misma dirección», asegura.

Santos cree además que la ciudad necesita atraer negocios de sectores diferentes: «No podemos vivir solamente del turismo y de la hostelería, porque pasa lo que está pasando ahora». Pensando en los puestos de trabajo indirectos que podría haber ganado la ciudad, la representante de los vecinos reflexiona: «¿Cuántas empresas de carpintería, fontanería, electricidad se habrían podido beneficiar del proyecto? Hubiera aumentado la población, hubiera venido gente joven. Analizando fríamente lo que hemos perdido es para echarse a temblar. Hubiera sido un impulso para la ciudad».

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