San Esteban espera realizar obras en 2022 para poder reabrir al culto

Alberto Espinosa, delegado de Patrimonio de la Diócesis de Segovia, se muestra esperanzado tras conocer el anuncio aunque aclara que la Junta ya les ha comunicado que únicamente analizará el estado del interior del templo; el estudio de las cubiertas tendrá que financiarlo el Obispado de Segovia. Aun así, confía en que el año que viene, tras haber realizado ambos estudios, se puedan empezar a realizar las obras de reconstrucción financiadas por los fondos europeos FEDER, que otorga la propia Administración autonómica.

Según apunta el delegado de Patrimonio, la Junta ya ha ido realizando en los últimos meses reformas en ciertas partes del tejado aunque aún faltan por restaurar muchas otras. «Es una iglesia muy complicada, tiene muchas capillas y se ha ido arreglando por etapas», dice, por lo que hay ciertas cubiertas que continúan muy deterioradas. Sin embargo, Espinosa cree que lo «urgente» es arreglar el interior del templo: «Lo que pedimos a la Junta es la obra de dentro», reclama Espinosa, quien calcula que el coste podría superar los 300.000 euros.

Actualmente, el suelo del presbiterio (área del altar mayor donde se celebra la misa) está levantado. «Estaba podrido por la humedad y era hasta peligroso», cuenta. «El estado interior es lamentable, es como si entraras a una zona de guerra catastrófica», relata Espinosa, que tilda de «vergüenza» las condiciones en las que se encuentra el interior de esta céntrica parroquia. Por este motivo, afirma que restaurar la iglesia es San Esteban es una de sus prioridades y así se lo traslada a las autoridades cuando tiene la oportunidad. «Queremos que se pueda arreglar para abrirla cuanto antes, y que al estar abierta, se evite todo el deterioro de un edificio cerrado. Es una pena que no esté abierta al culto», resume.

El párroco, Andrés de la Calle, cuenta que llevan casi dos décadas esperando una solución para los desperfectos y lamenta que en todo este tiempo no se hayan iniciado las obras. «Es una parroquia bellísima», señala refiriéndose a este templo románico, aunque puntualiza que su deterioro «cada vez ha sido más grande». En los últimos 20 años, el sacerdote calcula que la parroquia ha invertido unos 60.000 euros en total para cubrir los costes de las reparaciones de la iglesia, dado que, según recuerda, todos los años surgen nuevas averías.

Ya a finales de 2019, la veleta que corona la torre de la parroquia tuvo que ser retirada después de que se desplomase a raíz de los fuertes vientos que arreciaron la ciudad aquellos días. De la Calle dice que hubo «desperfectos muy serios y grandes» y confirma que fueron en torno a 25.000 euros los que pagó la propia iglesia para reparar los daños.

Además del párroco, los fieles del barrio están deseando que la iglesia vuelva abrir y retome su uso habitual. También los turistas, quienes incluso algunos le preguntan al cura por qué no está abierta, y «en general los todos los segovianos». «Segovia quiere esa torre, quiere esa plaza y quiere esa iglesia», declara. Pero para ello es necesario arreglar antes el templo en su totalidad.

La torre de San Esteban, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), es uno de los emblemas de la iglesia de San Esteban. Se encuentra en la fachada sur del edificio, junto a la sacristía, desde la que se accede. Sus grandes dimensiones (mide más de 50 metros de altura), le permitieron ser utilizada como atalaya de vigía en la antigüedad. Según apunta el Catálogo de Plan General de Ordenación Urbana de Segovia, se declaró en 1896 Monumento Histórico Artístico, siendo el segundo en conseguir esta distinción en la ciudad. Dos años después de aquel nombramiento, en 1898, un incendio dio lugar a su primera gran restauración, que finalizó casi en la década de los años 30 del siglo siguiente.