La problemática sanitaria, con los centros de salud al límite de sus posibilidades para intentar cubrir la atención generada por la expansión desmedida de la covid y compaginar dicha asistencia con el resto de consultas habituales, también se deja notar en el ámbito laboral. ¡Y de qué manera! Así lo pone de relieve la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), entidad sin ánimo de lucro que representa los intereses generales de diecinueve compañías españolas que colaboran en la actualidad con la Seguridad Social. Según las cifras recabadas por esta organización, la imparable transmisión pública alcanzada por el coronavirus, especialmente por la variante ómicron, ha desencadenado un «tsunami de bajas laborales durante el mes de diciembre», que sigue agravándose en las primeras jornadas de este nuevo año ya que la evolución epidemiológica «no tiene visos de remitir en las primeras semanas de enero», apuntan los responsables de la asociación de mutuas. En concreto, en la provincia de Segovia, más de 2.248 personas estuvieron de baja laboral en diciembre, especifica el informe de AMAT.
Basta sacar la calculadora para ver y cuantificar el impacto de este estallido de la pandemia en las empresas. Solo las incapacidades temporales concedidas a causa de la covid dejan en el dique seco al 3% de la población ocupada de la provincia, que según los datos de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año pasado rondaba los 71.100 trabajadores. Lo peor para las empresas es la concentración de bajas laborales en un corto periodo de tiempo, con escaso margen de maniobra para reajustar la actividad y la dinámica de producción. Y es que el pasado mes de diciembre, esas más de 2.200 bajas del puesto de provisionales por una incapacidad temporal que contabiliza la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo representan un incremento del 1.215% respecto a noviembre.
Este porcentaje está incluso por encima del incremento de bajas laborales experimentado en el último mes del año 2021 en el conjunto de la comunidad autónoma. En el global de Castilla y León, el estudio de AMAT cifra en 36.295 los trabajadores que estuvieron de baja en diciembre, lo que equivale a una subida del 1.066% en un mes.
Mayor presión sanitaria
En el ámbito nacional, el informe detalla que el contingente de empleados que se vieron obligados a acogerse a una incapacidad temporal en plena expansión de la covid-19 por la proliferación de la variante Ómicron se sitúa en 566.175, lo que coloca el incremento del volumen de bajas registrado en diciembre con respecto a la mensualidad anterior en el 632%, que en términos relativos deja la explosión del absentismo en la mitad que el que arrastra la provincia de Segovia.
Al cierre del ejercicio que acaba de despedirse, «quedaban en España más de 340.000 procesos de baja laboral en vigor, alcanzando máximos de la pandemia, con unos 40.000 procesos más que en los peores momentos de la crisis sanitaria de marzo de 2020», ponen de manifiesto en la asociación de mutuas.
La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo advierte de que el descontrol de los contagios también hace mella en el personal sanitario. «Está suponiendo un colapso de los centros de Atención Primaria, donde los médicos, a pesar de los esfuerzos de reorganización de los recursos disponibles, están desbordados por la prestación de asistencia sanitaria y el aumento de dedicación a la gestión de los trámites de bajas y altas laborales que se han producido desde la aparición de la variante Ómicron», arguye la organización.
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