Las estafas informáticas en Segovia quintuplican a los robos en casas

Desde hace un decenio la amenaza cibernética ha multiplicado sus tentáculos, ha buscado nuevos nichos, ha puesto en la diana de sus objetivos nuevas víctimas y ha empleado 'modus operandi' diferentes a los conocidos. Su impulso, los avances tecnológicos. El delito 'preferido' de los ciberdelincuentes son las estafas informáticas. Entre los meses de enero y marzo del ejercicio actual, estadísticas oficiales ponen de manifiesto un aumento del 15,4% en la comisión de este tipo de infracción penal con respecto al mismo periodo del curso anterior.

El balance del Ministerio del Interior concluye que, a lo largo de los tres primeros meses de este 2023, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y de forma más particular la Guardia Civil por la competencia territorial que abarca, han atendido 337 casos de estafas telemáticas en la provincia. Son 45 más que un año antes. La creciente expansión de estos delitos contemplados en el articulado del Código Penal queda demostrada en las estadísticas publicadas hace unos días por el Gobierno de la nación. Y es que, sólo en lo que se refiere a la provincia de Segovia, la cantidad de estafas informáticas conocidas en el primer trimestre multiplica por cinco la cifra de robos en domicilios, que a su vez son seis veces más frecuentes que, por ejemplo, los delitos de lesiones acaecidas en peleas y riñas tulmultuarias. La cibercriminalidad avanza más y rápido que la delincuencia 'convencional'.

Los medios de pago telemático o las propias compras que se hacen a través de Internet han generado un espacio nuevo para el la Guardia Civil ha creado nuevos equipos que trabajan en el ciberespacio con el fin de detectar las infracciones que se cometen, no solo de estafas, sino también relacionadas con el odio o la violencia de género.

Por su parte, la Policía Nacional también ha adaptado su trabajo a los tiempos que marca la criminalidad telemática. Si se atiende a los datos de Interior, el incremento de los ciberdelitos en 2022 fue de casi el 32% en la ciudad, registrándose una media de uno diario. En concreto, se atendieron 364 casos, de los que 341 fueron estafas informáticas. En el primer trimestre de este 2023 ya se habían tramitado 85 casos, por lo que se prácticamente se mantiene esa media diaria.

Como contrapunto, la suma de los otros modos de cibercriminalidad han registrado un retroceso en comparación con los datos de 2022. Aunque el informe no desglosa las infracciones, en esta bolsa caben desde amenazas, usurpaciones del estado civil (que en toda la anualidad de 2021 se duplicaron hasta superar los cuarenta expedientes), coacciones, ataques informáticos y un abanico de timos relacionados con el uso fraudulento de tarjetas de crédito o cheques de viaje, entre otros.