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El Espinar, a los pies de la sierra de Guadarrama y a apenas media hora de Madrid capital es una de las localidades más afectadas por la llegada de foráneos a sus segundas residencias. Pero la situación, según declara su alcalde, Javier Figueredo, parece haberse controlado durante los últimos días. «Hasta la semana pasada hubo un goteo constante, pero durante los últimos días no hemos tenido llamadas de vecinos que alertasen de nuevas llegadas», subraya.
Así, celebra que en El Espinar el aumento de población experimentado durante los primeros días del estado de alarma –se pasó de unos 9.000 habitantes a cerca de 13.000– no vaya a más. «Es cierto que nosotros lo hemos sufrido durante un tiempo, pero cuando pones los medios, con la Guardia Civil y la Policía Local haciendo controles durante todo el día, al final tienes tus frutos. Porque si no tomas medidas al final no para de llegar gente», añade.
No obstante, Figueredo reconoce que este miércoles sintieron miedo cuando vieron las imágenes de los atascos en las salidas de Madrid. «La realidad luego fue otra, porque en los controles del Alto del León y de la autopista no había tráfico. Hemos estado haciendo un seguimiento a través de las cámaras de la DGT y no hemos visto tráfico. Como ejemplo, en las catorce fotografías que hemos sacado del Alto del León no se ve un solo coche», concluye,
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