El Espinar multará hasta con 750 euros a los vecinos que dejen bolsas de residuos vegetales en la calle

«Será un máximo de cinco bolsas por vecino. Si necesitan más, lo podrán solicitar», explica el concejal del área, Jesús Gascón. Cuando los vecinos las trasladen a los puntos de acopio, se abrirán todas las bolsas para comprobar que solo hay restos vegetales. Una medida con la que se pretende poner fin a la mala praxis actual, lamenta Gascón, quien afirma que es habitual encontrar alambres de brezo, ropa, preservativos, pañales, defecaciones de animales o comida. «Es algo que dificulta mucho el sistema, porque precisa de una selección que requiere un tiempo que se podría dedicar a otras cosas». En la actualidad, los operarios que se encargan de recoger las bolsas deben abrirlas posteriormente con un cúter para proceder a su limpieza y selección, proceso que demora el sistema unos 45 minutos por cada viaje del camión. Por ello, Gascón insiste en que no se aceptarán las bolsas que contengan otro tipo de residuos. Al acabar el día, los trabajadores serán los encargados de llevar los residuos vegetales acumulados en los puntos de acopio al centro de tratamiento. «Vamos a procurar que ninguna noche en las parcelas de acopio queden residuos», declara el edil.

El nuevo sistema se implantará el lunes, tras un año en los que se han obtenido datos sobre la cantidad de residuos vegetales generados, en qué momento y en qué puntos de los distintos núcleos de población. Una vez analizados esos datos, «la triste realidad es que así no podremos tener nunca ningún núcleo limpio de bolsas», afirma Jesús Gascón. Es tal el volumen de residuos que una hora después de que pase el camión por una calle las puertas de las viviendas allí situadas vuelven a estar llenas de bolsas. «Hemos de tener en cuenta que el actual servicio, de funcionar correctamente, pasaría una vez por semana», señala el concejal de Medio Ambiente, quien recuerda que son muchos los vecinos que acuden a sus segundas residencias los fines de semana y dejan las bolsas con residuos cuando se marchan, aunque el camión pase tres o cuatro días después. Es más, Gascón asegura que aunque se duplicasen o triplicasen los fondos del actual servicio, «no sería suficiente» para dar abasto con la cantidad de residuos que se generan. «En temporada baja se recogen hasta 600 metros cúbicos al mes. Es el doble de lo previsto».

El concejal afirma que había que poner solución a un problema, para lo que existían dos posibilidades. Por un lado, la que considera más rentable desde el punto de vista político: aumentar los recursos para hacer viable el sistema. Por otro, la elegida, aunque es consciente de que generará más críticas, y que supone cambiar un sistema «que se creó en 2017 con muy buena intención para dar un servicio cómodo y gratuito al propietario de los jardines». Pero Gascón recuerda que el coste de dicho servicio es municipal y que no se incluye en la tasa de basuras. «No queremos tener que subir la tasa. Es también una cuestión de justicia. Hay vecinos que no tienen o no quieren tener jardín y sufren diariamente las bolsas en la calle. Al final, es un desembolso muy grande solo para algunos vecinos. No es justo destinar un gran presupuesto para ello», sostiene.

Además. «hemos detectado y multado a jardineros de otros municipios de Segovia y de la Comunidad de Madrid que descargaban en nuestro municipio. Tenemos el vídeo de una furgoneta que iba dejando cinco bolsas en cada puerta. Han visto que esto es una maravilla porque se evitan tener que alquilar o comprar un contenedor», señala Gascón. Hay casos en los que los jardineros generan, en una sola mañana, hasta 85 bolsas de restos vegetales, los que llevan al «colapso» del camión de recogida al poco de iniciar su recorrido. Según Gascón, se están recogiendo mas metros cúbicos que al principio del sistema, aunque sigue sin ser suficiente pese a las presiones realizadas a la empresa encargada de la recogida para que aumente los recursos. «Han sacado a personal del cuidado de jardines, pero ni así», asevera. De hecho, en algunos casos las bolsas se acumulan durante semanas en las puertas de las viviendas, lo que ha generado numerosas críticas vecinales. «Puede conllevar un problema de salubridad», dice Gascón.

Uno de los argumentos más repetidos para rechazar el nuevo sistema es la falta de medios que pueden sufrir algunos vecinos a la hora de transportar sus restos vegetales hasta las zonas de acopio habilitadas. Gascón señala que en algunos casos no es cierto y, además, recuerda que hay otros vecinos que también carecen de otros medios. «Es un servicio injusto para muchos vecinos», reitera.

Por otro lado, también se apunta a que el nuevo sistema traerá consigo un incremento de los residuos vegetales en los contenedores de basura. «No es algo nuevo», señala Gascón. De hecho, fue uno de los motivos que llevó al anterior equipo de gobierno a aumentar los recursos del actual sistema de recogida en la puerta. «Al final la gente lo seguía tirando en el contenedor porque nunca se terminaban de llevar las bolsas de sus puertas. No querían tener toda la semana los restos en su puerta», explica. Un comportamiento que se ha traducido en varias llamadas de atención por parte del Consorcio de Medio Ambiente, ya que la presencia de determinados residuos vegetales en esos contenedores pueden generar averías en la planta de Los Huertos. Una circunstancia a la que se le añade el canon o la penalización que el Ayuntamiento debe pagar por ese motivo. En un año se han tramitado hasta 76 expedientes por arrojar residuos vegetales en contenedores de orgánico.