Una joven accede a un coche de una autoescuela. Antonio de Torre

La espera para realizar el examen práctico de conducir baja en Segovia tras años de colapso

Las matriculaciones en las autoescuelas han disminuido tras el repunte durante la pandemia

Ricardo Domingo

Segovia

Lunes, 11 de julio 2022, 11:46

Desde un aula vacía de la autoescuela Santa Columba, Irene Herranz, directora del centro y presidenta de las autoescuelas segovianas, explica en qué momento se encuentra el sector. Admite el 'boom' que significó la pandemia para el incremento de las matrículas en los cursos 2020 ... y 2021. «Los años pandémicos tuvimos una matrícula bastante buena. El motivo principal radicaba en que no nos podíamos desplazar y teníamos falta de movilidad: no podíamos salir de la provincia ni de la comunidad autónoma, no podíamos salir a la calle demasiado, la hostelería cerraba, no había fiestas… Mucha gente se percató de que ese tiempo vacío era un buen momento para sacarse el carné de conducir». El dinero que en años normales iba a parar al ocio se desvió hacia otros intereses como es la obtención del permiso de conducción que además otorgaba una mayor libertad en un periodo plagado de restricciones.

Publicidad

Sin embargo, Herranz vaticina que este año no será igual. «En general, se nota que desde abril y mayo el número de matrículas va a ser más flojo, una cifra más próxima a la obtenida en 2018». Dado que el perfil del alumnado sigue repitiéndose —«jóvenes que no tienen carné»—, la vuelta a una aparente nueva normalidad, con su consecuente reducción del tiempo libre, hace que las prioridades vuelvan a ser las de antes. «Hoy en día, sacarse el carné de conducir para una parte importante de juventud no es una prioridad, reconocen que puede ser una necesidad en algún momento, pero igual que lo pueden hacer cuando tienen 18 años lo pueden hacer con 23. Tienden a posponerlo», explica Herranz. Quedan atrás las décadas de los noventa y principios de los 2000 cuando los jóvenes acababan el curso e «iban corriendo a sacarse el carné». «Ahora el verano es más corto, se limita a dos meses: julio y agosto. La universidad ahora empieza a principios de septiembre, antes había universidades que hasta después del puente del Pilar no arrancaban. La gente joven quiere el verano para disfrutar, irse de vacaciones con familia y amigos, ir a las fiestas de los pueblos, conciertos…». Si antaño junio y julio representaban un pico de matriculación muy destacable, ahora ya no es un periodo tan perceptible en la afluencia de las autoescuelas.

En Segovia tampoco parece tener una gran repercusión las denominadas clases de reciclaje. Personas que obtuvieron el permiso con 18 años, pero que no volvieron a conducir un coche en mucho tiempo y ahora les inflige cierto miedo hacerlo. «Llegan algunos, sobre todo mujeres que no conducían y ahora, por diversas circunstancias, quieren ganar autonomía, pero es un número poco significativo, a lo mejor en un semestre pueden venir tres personas con este perfil como mucho».

En otro orden, el número de clases prácticas que los alumnos necesitan para sacarse el carnet ha subido ligeramente. Herranz achaca esto a una mayor exigencia en el examen y a recibir alumnos algo más desmotivados. «No es como hace veinte años que el alumno venía con mucha ilusión, eso influye en el aprendizaje, cuesta más a alumno y profesor. La media está entre 20 y 30 clases», comenta Herranz.

Publicidad

Digitalización

En Francia existen autoescuelas completamente 'on-line', sin necesidad de poseer un local, pero en España «se tumbó» el proyecto de ley que permitía implantar ese mismo modelo. «La autoescuela 'on-line' en España existe, yo misma doy un 50% de clases online desde el confinamiento, la diferencia es que aquí en España tienes que tener un local abierto al público». La presencialidad a las clases teóricas no es obligatoria en España, pero Irene Herranz aboga por un sistema mixto. «Es lo mejor en mi opinión».

Una cosa que desde el sector están reclamando desde hace tiempo es la implantación de una obligatoriedad de un mínimo de clases teóricas destinadas en pos de la concienciación de los futuros automovilistas. «Estaríamos hablando de seis u ocho horas donde se hable de sensibilización y factores de riesgo, donde pueda venir una víctima de tráfico a dar una charla, por ejemplo», cuenta Herranz, que fundamenta esta necesidad en las experiencias de los cursos que se imparten a las personas a las que han retirado el carné. «Una gran parte de la gente que accede a estos cursos sale diciendo que eso se tendría que conocer cuando uno se saca el carné».

Publicidad

Problemática

El precio de la gasolina para un sector que posee flotas de automóviles rodando por las ciudades mañanas y tardes supone un fuerte descalabro económico. Las autoescuelas no gozan de ayudas específicas más allá del descuento de veinte céntimos por litro del que dispone toda la ciudadanía. «Nos está repercutiendo muchísimo, las facturas ahora son prácticamente el doble», explica Irene Herranz, y lamenta que estas subidas en los carburantes hayan tenido su efecto en los precios. «Hemos tenido que subir los precios hace tres meses. Una clase práctica de media se sitúa entre los 20 y los 23 euros sin IVA, que es lo que nosotros ganamos». Es decir, el precio que paga un alumno ascendería a los 27 euros aproximadamente y no descartan tener que volver a subirlo si los precios del gasoil se siguen disparando.

Otros retos

Tampoco existen en la actualidad ayudas estatales a la incorporación de vehículos eléctricos a sus flotas. «No hay una ayuda específica para la implantación del vehículo eléctrico en las autoescuelas y es algo en lo que tenemos que entrar. Sé que la confederación nacional está trabajando en ello». Si bien es cierto que en alguna autoescuela española se están incorporando coches eléctricos, en Segovia aún no hay autoescuelas que los tengan disponibles. «Necesitamos que se nos considere prescriptores de movilidad sostenible, porque hay que mentalizarse que el futuro dependerá de ello», incide Herranz.

Publicidad

Otra problemática de la que la presidenta de las autoescuelas quiere dar pábulo es la carencia de profesores en el sector. La Dirección General de Tráfico (DGT) acostumbra a sacar una convocatoria de profesorado al año que «desincentiva» a los candidatos. Los exámenes consisten en una prueba previa seguida de dos evaluaciones de distintas materias; como colofón, tienen que hacer un curso presencial de 8-10 semanas. «La impartición de este último curso presencial la DGT lo saca a concurso y lo adjudica a una empresa. Pues bien, el último concurso caducó en 2020 y no ha vuelto a salir. Hay mucha gente de la convocatoria de 2019 y 2020 con la primera parte del examen aprobada, pero sin el curso presencial porque Tráfico no ha sacado dicho concurso», cuenta Irene Herranz, y remata: «Es que la burocracia en este país es una vergüenza».

Un profesor explica varios aspectos de la conducción a un alumno. Antonio de Torre

Las listas de espera para el examen práctico disminuyen en la provincia

«Las listas de espera se han reducido dado que ya no hay limitaciones de aforo». Según la representante, en la actualidad hay una demora por parte de la Jefatura de Tráfico de aproximadamente 15 días para examinarse de la prueba teórica. Un cambio significativo es que en Segovia ahora solo se llevan a cabo exámenes los lunes, cuando antes había dos días semanales.

En el caso del examen práctico también se ha reducido la frecuencia con la que se convocan los exámenes. Anteriormente se llevaban a cabo una vez a la semana, en la actualidad se convocan dos veces al mes. «Ahora hay un sistema llamado CAPA que a través de algoritmos y porcentajes regula la bolsa de alumnos con el teórico aprobado de todas las autoescuelas, así se decide el orden». Un programa informático que permite la dosificación de los exámenes de cara a no saturar autoescuelas.

Por otro lado, hasta hace unos años Segovia contaba tan solo con tres examinadores de la DGT. «Llegamos a encontrarnos en agosto 2019 con dos examinadores porque uno tuvo una baja». Por fortuna para el sector, desde el confinamiento se han cubierto dos plazas. «En Segovia ahora mismo tenemos cuatro examinadores y un coordinador, además han aportado un examinador interino, que igual que lo tenemos este año podemos quedarnos sin él al siguiente, pero por suerte hay personal», dice Herranz.

En Madrid también han incrementado el número de examinadores, razón por la cual muchos alumnos ya no optan por el tan famoso venir a sacarse el carnet a Segovia. «Han dotado de más examinadores a la Comunidad de Madrid desde 2020, ahora allí examinan con más regularidad y vienen menos madrileños a sacarse el carnet a Segovia. Date cuenta de que había años que tardaban en examinar entre tres y cuatro meses, eso era una vergüenza».

Unos se van y otro vienen. Los alumnos de IE University y UVa que pasan el curso aquí palian en cierto modo esas ausencias. «En Segovia hay cada vez menos gente joven, pero tenemos suerte con los universitarios que vienen, en parte, de ellos nos nutrimos durante el invierno», explica la presidenta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad