Secciones
Servicios
Destacamos
Mónica rico
Cuéllar
Martes, 10 de diciembre 2019, 11:50
Ha pasado un lustro desde que la sala cultural Alfonsa de la Torre se llenó hasta la bandera durante dos jornadas para disfrutar del primer disco de Pepe Colás y Los Punkifolkis, 'Camino sin versiones'. La imagen de la sala abarrotada se ha ... vuelto a repetir con los mismos protagonistas y un nuevo trabajo, 'Verte reír', que incluye trece canciones.En el último lustro, el cuellarano José Luis Blanco Pascual, conocido como Pepe Colás, ha seguido componiendo temas sin descanso, ya que el grupo, tal y como anuncia el título del primer disco, no realiza versiones y no interpreta canciones de otros autores. De ahí la necesidad de ampliar el repertorio para poder continuar realizando conciertos. «El seguir componiendo y ver que las canciones suenan hace que llegues a familiarizarte tanto con ellas que verlas otra vez grabadas se vuelve a convertir en otro reto o sueño», destaca el autor.
La gran acogida del primero, con conciertos en numerosos escenarios como los de Ayllón Medieval, Folk Segovia, Villalar, el festival Muñosound y en los principales escenarios de Cuéllar, motiva a la banda a continuar tocando y componiendo. Eso, «y ver que la gente te sigue, te baile y disfruta con canciones que, en algunos casos, es la primera vez que escuchan, puesto que todos nuestros temas son de composición propia», insiste Pepe Colás, que destaca los buenos ratos con los compañeros, que hacen propios sus temas y siempre le animan, y cómo disfrutan grabando y en sus «aventuras con los vídeos», entre ellos los dos que acaban de presentar, cargados de anécdotas.
El disco tiene como base el sonido 'punkifolki', el que nació nace cinco años, «eso ya no se va a perder», afirma el compositor del grupo, que considera que en este trabajo hay una continuidad, pero también una evolución. «Creo que en este disco estamos un paso más por delante musicalmente hablando. Los temas los hemos rodado más y elaborado todo lo que hemos podido». Así, 'Verte reír' incluye canciones de historia, de ternura, de tradición, reivindicaciones y fiesta. Se trata de un disco muy variado, en el que aparecen curiosidades como una guitarra eléctrica con wah-wah en una rumba, un banjo haciendo una segundo voz a la dulzaina en un swing, una ranchera acabada en blues, un pasacalles terminado en rumba o un violín entrometiéndose en una diana o revolada. Y todo ello acompañado de las flautas y los pitos castellanos y de la dulzaina del compositor.
Uno de los temas más singulares es 'El sibarita del verano', con el que se cierra el disco y que pretende ser un guiño a esos pueblos que se están quedando vacíos por la despoblación rural. El tema habla de cómo se vive en los pueblos en verano «con su chiringuito, frontón, río, pantano, música, cine al aire libre, cervecitas… y sobre todo sus fiestas. Yo, personalmente, me siento un sibarita de verano», asegura Pepe Colás, que destaca que la canción está llena también de tradiciones que se quedan en la memoria . El tema trata de dar «un golpe de atención a modo de rock», saliéndose así un poco de la línea habitual de los Punkifolkis.
Muchas de las canciones del disco están inspiradas o dedicadas a alguien o algo. Es el caso de 'Las Candelas' o la 'Jota de Torrescárcela'. La primera se compuso antes de la publicación del primer disco y Pepe Colás la interpreta todos los años en la procesión de Las Candelas y se la dedica a la cofradía de esa festividad, que se desarrolla en Cuéllar cada 2 de febrero, «porque año tras año sigue manteniendo viva su tradición». Se ha grabado con ritmo de fandango, aunque también se suele tocar como baile de procesión. La segunda está dedicada al vecino municipio vallisoletano de Torrescárcela, donde el compositor, con distintas formaciones, ha tocado durante varios años, siempre con una gran acogida. A esta jota le sigue la 'Diana del Trastolillo', un tema con ritmo tradicional de diana al que se le incorpora una pieza de violín consiguiendo un tono de música irlandés, con una parte intermedia que se abre a la improvisación con la flauta de Marco Mantovani y el violín de Antonio Carabias. El nombre está inspirado en un duende de la mitología cántabra. El disco también recoge 'Por el arco de San Martín', una canción que se grabó en el primer disco, aunque mientras se mezclaba a Pepe Colás se le ocurre que podría ponerle letra. Así, se grabó con sus propios medios y se mezcló y masterizó en el estudio de Ernesto Santana. Para cerrar este segundo trabajo está 'El sibarita del verano', un grito contra la despoblación rural.
Además del título del trabajo, 'Verte reír' es el nombre de otra de las canciones, un tema inspirado en la vida del músico «y las vueltas de carretera que tiene que dar para conseguir vivir de su música, dejando en casa lo que más quiere por esa pasión que llevan tan dentro». Colás explica también que es el mensaje con el que se queda el niño: «Ante las adversidades siempre hay que buscar lo positivo y perseguir los sueños». Un mensaje que también se lanza desde la portada del disco a través de la fotografía de Enrique Madroño.
Este segundo disco ha supuesto un trabajo complejo de tiempo de grabación y mezcla. Las pistas se grabaron en El Círculo Mágico, el estudio situado en San miguel del Arroyo (Valladolid), desde donde se trasladaron a Madrid, al estudio de Ernesto Santana, donde se ha realizado la mezcla y el 'mastering'. Este lugar ha acogido trabajos como la masterización de la banda sonora de la película 'El Reino', premio Goya a la mejor banda sonora original, o el recopilatorio de los espectáculos del Circo del Sol.
En este nuevo trabajo, Pepe Colás vuelve a estar acompañado de los Punkifolkis, una formación que en los últimos meses ha sufrido algunos cambios. El proyecto comenzó con los mismos miembros que participaron en la grabación del disco anterior, pero Andrés Montalvillo e Iván Suárez tuvieron que dejar el grupo para dedicarse a otros proyectos. El compositor les agradece todo el trabajo y lo que han aportado a estas nuevas canciones. En esta nueva formación han sido sustituidos por Antonio Carabias, de Segovia, al bajo y el violín; y Agustín Plaza Galindo, también segoviano, que acompaña con la batería. Continúan Marino Martín, vecino de la localidad de Torreiglesias, a la guitarra eléctrica; Carlos Hernanz, cuellarano, encargado de la guitarra española, acústica, boukuki, y que en este disco, además, se atreve con el banjo; y Marco Mantovani, con sus flautas de pico y traverso de madera. Además, el grupo se completa con la colaboración, en algunos temas, de Luis Ramos, a la percusión.
El torno reivindicativo está presente en el nuevo disco a través de canciones como 'Consumibles', un grito «al mundo consumista que nos rodea, que incluso ha sido partícipe de la pérdida de hogares de muchas familias» o 'La batalla de Villalar', que surgió tras presentarse a la tercera edición del concurso 'Músicas de raíz', con motivo del Día de Castilla y León, en el que fueron finalistas y tuvieron que componer una canción con una letra extraída del poema 'Los Comuneros'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.