«El que España sea un referente mundial en carne de porcino, responde a que se hacen las cosas bien»

Innoporc es una empresa de origen familiar, 100% segoviana, centrada en la producción de porcino y fabricación de piensos para alimentar a sus animales, con una historia de más de 40 años. Son firmes defensores del sector primario, cuentan con más de 40 centros de producción distribuidos por diferentes enclaves del medio rural y sus pilares más importantes son su personal, e bienestar animal, la sostenibilidad y la innovación. Sobre el presente y el futuro del sector, habla su director general, Miguel Antona.

-En apenas unos días se cerrará el 2022, ¿Cómo ha sido este año para el sector del porcino?

-De forma general podemos decir que ha sido un año muy complicado, principalmente por la incertidumbre, que ha imperado no sólo en nuestro sector. Ha habido momentos de mucha complejidad, con un incremento muy importante de los costes productivos, debido principalmente a la subida de las materias primas y debido al componente energético. En nuestro caso, el componente energético es importante, porque hay determinadas fases de la producción, incluso en la producción de los piensos, que son intensivas en energía. Lo más complejo ha sido poder asumir la subida de costes de las materias primas, que en los últimos dos o tres años se han triplicado.

-¿Cuáles han sido los momentos más complicados?

-En nuestro sector, el último trimestre de 2021 y el primer cuatrimestre de 2022 han sido especialmente difíciles, por el gran incremento de costes que llegó como consecuencia de la guerra de Ucrania. Aumentaron muy rápido los costes, pero no el precio de venta, y estuvimos más de seis meses con un diferencial entre el coste y el precio de venta de aproximadamente 30 euros por animal producido. El sector del cerdo blanco tiene márgenes muy ajustados, porque producimos carne con altos estándares de calidad, pero se lleva al lineal con unos precios ajustados para participar en la cesta de la compra del día a día de todos los españoles. No es un producto de grandes márgenes.

-¿Se ha estabilizado ya la situación?

-Es una situación muy compleja y muchas empresas han pasado por grandes dificultades, pero desde mayo o junio hasta ahora se está intentando coger aire. Hay que tener en cuenta que sobre el coste de producción de un animal, el 70% es el pienso; y en el pienso el 90% es la materia prima, sobre todo los cereales. Y la cebada, en los dos últimos veranos casi a triplicado su precio, lo que no es fácilmente repercutible, ni siquiera nuestros clientes a la distribución, primero porque los precios no se negocian semanalmente, sino que se hacen acuerdos semestrales o anuales; segundo, porque una buena parte de ese sobrecoste, durante muchos meses, se ha quedado en la cadena; y, sobre todo, porque no tenemos la certeza de que la situación se haya estabilizado. Y hoy el problema que tenemos es que los incrementos de costes no responden a un factor de oferta y demanda, sino que lo marca la especulación, por lo que las empresas y los trabajadores estamos expuestos.

-El sector ya venía de una situación complicada, vivida durante la crisis de la Covid.

-Llevamos unos ‘macroeventos’ mundiales consecutivos que tienen un impacto enorme, sobre todo en la incertidumbre, y en la certeza de hacia dónde vamos. Nosotros en Innoporc solíamos trabajar con planes estratégicos de unos tres años, marcando objetivos de dirección, crecimiento, cómo se veía el mercado…Eso ya es obsoleto, no puedes manejarte más allá de escenarios de tres o seis meses, y aún así, nosotros que siempre tenemos en la mesa varios escenarios, nos hemos equivocado.

-¿Cómo ha afectado toda esta situación a Innoporc en materia de empleo?

-A pesar de toda esta situación, en este 2022 se han incorporado entre 15 y 20 personas a la empresa, y nuestro objetivo es seguir incorporando talentos. Esto para nosotros es un reto, que el sector siga haciendo bien las cosas, darlo visibilidad para que la sociedad entienda que aquí tiene una oportunidad de empleo, donde estamos muy pendientes de la conciliación, de que haya buenas condiciones económicas, de que trabajen a gusto, y de que desarrollen un proyecto personal y profesional. Esto también es un reto para nosotros y además es una motivación. En la actualidad trabajan en nuestro grupo de empresas más de 100 personas y nuestro objetivo es seguir creciendo y poder incorporar a muchas personas de nuestra provincia.

-Desde Innoporc también os dedicáis a la exportación, ¿Cómo se ha comportado el mercado exterior en estos momentos de incertidumbre?

-Lo positivo que tiene el sector porcino, es que, pese a estar muy regulado, o quizás por ello, somos muy eficientes produciendo y en la parte de la industria y la comercialización, lo que nos ha permitido superar varios retos, como atender a China cuando llegó al país una epidemia de peste porcina africana. Exigieron mucho más producto e importaron mucha más carne, aunque también el reto posterior, con la recuperación de China. España ha respondido y sobre todo su industria y la distribución, ahora que China ha reducido más de 20 puntos el producto que entra de España y el sector lo ha reubicado de una forma excelente en otros mercados, como Filipinas, Japón o Corea y también se está importando más a la Unión Europea. Podríamos haber caído casi un 20% en exportación y solo se ha reducido un 2%, lo cual yo creo que habla muy bien del trabajo que se hace en España, en la producción y en la industria. El que España sea un referente en el comercio mundial de carne de porcino responde a que se hacen las cosas bien, el mercado lo entiende y lo ve.

-¿En estos momentos tan complicados, cómo se ve el futuro?

-En Innoporc tratamos de ver el futuro con optimismo, un optimismo realista. El mundo empresarial está acostumbrado a vivir en épocas de incertidumbre, y aunque esto ha sido extremo, nosotros entendemos que, como empresa radicada en Segovia, y en el sector porcino, estamos haciendo una labor óptima, tratando de buscar la excelencia en todo lo que hacemos. Estamos tratando de crear unos buenos cimientos para poder abordar el futuro del sector, que yo creo que es realmente importante.

-¿Cuáles son los retos de ese futuro?

-A nivel mundial hay un dato estremecedor, el 58% de la población mundial no tiene el mínimo de ingesta calórica para poder vivir. Gran parte del mundo no tiene capacidad de poder elegir alimentos, de poder cubrir sus mínimas necesidades para vivir, y esto es un reto enorme a nivel alimentario. Tenemos que ser capaces de afrontar ese reto, de forma que sigamos siendo eficientes en costes, que podamos seguir creciendo y relacionándonos con nuestros entornos sociales y ambientales de forma correcta, tratando de reducir cualquier impacto al máximo.

-¿Es un reto a nivel ambiental también?

-Por supuesto, es un reto que es el ser capaces de transformar las que a priori parecen debilidades, las que se entiende que tiene el sector primario en la gestión de los subproductos, y transformarlo en fortalezas por la vía de la energía, de los abonos orgánicos, en un momento en el que vemos que la fertilización química no es el futuro, pero tenemos activos y muchos retos para que el sector pueda seguir creciendo de forma sostenible. Nosotros lo haremos granito a granito y teniendo claro que nuestro entorno es la provincia de Segovia, y nuestro objetivo principal es revertir nuestro crecimiento en este territorio. Pero también estamos pensando en ese gran reto de seguir haciendo alimentación y que toda la población mundial pueda en algún momento poder consumir carne.

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