El Espadañal, un espacio para disfrutar y conservar

El humedal El Espadañal, uno de los espacios naturales cuellaranos más conocidos y visitados, «se encuentra en un momento estupendo», según Juanjo Madrigal, presidente de la asociación ambientalista que lleva el nombre del lugar y que lleva luchando varios años para la protección y conservación de este espacio. La agrupación continúa trabajando en mejoras. Así, su idea es instalar, tanto en la zona de estacionamiento de vehículos como junto al observatorio de aves situado en las inmediaciones de la laguna, paneles informativos con las especies que se encuentran en el espacio, e incluso, si continúa el ritmo de visitas registradas en el último año, estudiarán la posibilidad de poner un guía los fines de semana, que pudiera explicar detalles del humedal.

Para ello contactarán con el Ayuntamiento para que consideren la posibilidad de que un guía acudiera al espacio durante los fines de semana de primavera, con lo que se conseguiría también educar a los vecinos, que conocieran los lugares por los que se puede o no pasar, cómo actuar para no espantar a los animales e incluso hasta dónde pueden llegar los vehículos. «Todo eso redundaría en beneficio de los aficionados a la naturaleza y sería un beneficio también general», al igual que lo es tener un espacio natural con tan buena conservación. Su intención también es que El Espadañal no se considere como una zona aislada, sino que se contemple dentro del conjunto del cañón del Cega, «porque hay una intercomunicación de fauna y de vida silvestre tremenda. El cañón del Cega es una auténtica joya y está a un kilómetro por el pinar», destaca el presidente de la asociación.

La laguna se llena todos los años, pero lo que depende de la lluvia es cuándo se vacía. El año pasado, por ejemplo, hasta últimos de julio quedaba agua, aunque aún residual, lo que aprovechan algunas especies. Es el caso por ejemplo del andarríos grande, un pájaro difícil de ver en este lugar y que se ha detectado en los últimos charcos que quedaban, al igual que otras especies, que aprovechan las últimas aguas para comer.

La paulatina recuperación del espacio ha hecho también la llegada de más especies de animales, aunque algunas se encuentran de forma permanente. La más frecuente es el ánade real, el pato, aunque en esta época también se pueden ver cercetas, por ejemplo. También se pueden encontrar aguiluchos laguneros y ahora en primavera multitud de especies de pajarillos que acuden a criar al lugar. «Dentro de poco vendrán el cuco, las oropéndolas, las abubillas y todos los pájaros pequeñitos que inundan esto», afirma Madrigal. Por ello su intención se centra ahora en instalar paneles informativos, donde incluir las especies que son muy comunes y las ocasionales, donde existen curiosidades como un grupo de fumarel cariblanco que se detectó hace unos años, que es un pájaro de costa que hace vuelos en interior y no se había visto nunca en el lugar. Un grupo de ellos permanecieron una semana de mayo, aunque no llegaron a criar.

En cierta medida, la llegada de especies poco habituales depende también del agua. En años de sequía se acumulan más en zonas como El Espadañal, puesto que en primavera se encuentra siempre lleno de agua, pero en años como el actual, que la lluvia ha sido intensa en muchos puntos de la región, los animales se dispersan por distintos puntos. El espacio es muy rico en mamíferos. El año pasado se descubrió que cerca de la laguna había hecho su cueva un tejón. De forma habitual o esporádica se pueden ver también por las inmediaciones corzos, zorros, jabalís e incluso algún lobo, animales más o menos comunes y que se encuentran representados en la zona.

Uno de los capítulos pendientes de El Espadañal es su catalogación, lo que «sería importante», según Antonio de Benito, miembro de El Espadañal, destacando la interconexión que hay entre el río Cega y El Espadañal, tanto de vida, de fauna como entre aguas subterráneas y superficiales, a falta de estudios geológicos. «Todo eso nosotros creemos que es importante y creemos que se debería unir; El Espadañal sería una zona a incluir en la ZEC Ribera del río Cega. Si no es de una manera, de otra, y darle una protección efectiva, que no dependa sólo de la buena voluntad de una asociación, de un Ayuntamiento y de la gente que viene y lo cuida».

El presidente de la agrupación va incluso más allá, y a su juicio, entre El Espadañal y el cañón del Cega «habría suficientes argumentos como para plantearse un parque natural», similar a las Hoces del río Duratón o las del Riaza, «que son espectaculares, aunque aquí es otro tipo de orografía y diferentes características».