Las escuelas concertadas encarecerán los servicios escolares por la inflación

Las tres escuelas católicas de Segovia -Colegio Claret, Colegio Marista Nuestra Señora de la Fuencisla y Colegio de Enseñanza Madres Concepcionistas- tendrán que lidiar este curso académico 2022/23 con los «efectos desastrosos de la subida del precio de la energía y de una inflación superior al 10%», según detalló este miércoles el secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, Leandro Roldán Maza.

Esta situación de carestía se extiende a todo el conjunto regional, lo que conlleva a la necesidad que tienen estos centros de repercutir el aumento de costes en las diferentes prestaciones escolares. Esto conlleva a que el precio de diferentes servicios se incrementen hasta un 3%, aunque «estamos a la espera de cómo evolucione la subida del IPC y la inflación», afirmó Roldán. «Estamos intentando tener especial sensibilidad con las familias», añadió el secretario regional.

Segovia es la provincia de Castilla y León con menor oferta de centros católicos concertados. Aunque la matriculación en estos colegios es gratuita, los servicios complementarios como son el comedor, actividades extraescolares, el transporte o el material escolar requieren un coste añadido, que podrá anotar un incremento en los próximos meses.

«Si la empresa concesionaria del comedor sube el precio del servicio, intentamos repercutir una parte en los menús y la otra la asume el centro», ejemplificó el delegado provincial de Escuelas Católicas en Segovia y director del Colegio Claret, Juan José Raya. No obstante, el aumento se prevé por debajo del 10%de inflación, pues si no «sería insostenible», expresó. A su vez, reconoció la importancia de la colaboración con instituciones para amortiguar este impacto.

También valoró el aumento de la llamada partida de Otros Gastos.Es decir, aquella que se destina al pago del personal no docente, al equipamiento y al mantenimiento necesario para la labor educativa. «Es insuficiente y seguirá siendo, pero estamos buscando otras alternativas para garantizar la viabilidad económica, como la optimización de espacios», incidió Raya. Aunque «siempre primando la comodidad y estabilidad de alumnos y docentes», aseveró.

Los centros católicos concertados también se enfrentarán este año académico a la aplicación de la nueva ley educativa, cuya implantación tachan de «acelerada»y «precipitada», lo que afectaba a la calidad de la enseñanza. «Los currículos se publicaron el viernes; ha provocado un trabajo extra, ha generado inquietud y ha faltado tiempo para realizar programaciones o disponer de materiales actualizados por parte de las editoriales», lamentó Roldán.

Precisamente, otras de los novedades de este curso, aunque con una valoración muy positiva, es la implantación de la gratuidad en la escolarización de dos a tres años. En Segovia, el Colegio Claret se ha acogido a esta modalidad y cuenta con dos unidades de 40 plazas. «La adaptación no ha supuesto problema porque ya funcionaban estas aulas de manera privada», concluyó Raya.

El curso académico ha comenzado en los tres centros católicos de Segovia con 2.994 alumnos matriculados, lo que supone el 12%del total de escolares que hay en la provincia. A su vez, cuenta con 259 docentes en sus aulas. Estos datos refieren estabilidad en la demanda de la enseñanza concertada, ya que el año pasado se registraron 2.999 alumnos y un incremento de tan solo el 0,5% de representatividad respecto al curso actual.

Por otro lado, Castilla y León anota un ligero aumento desde 2021 al contabilizar sus 173 centros católicos 99.155 escolares matriculados, es decir, un 29% del total del alumnado de la región -un 0,5% más que el curso anterior-.