El equipo de gobierno socialista asegura que bajará la presión fiscal en 2018

La propuesta tributaria presentada por el equipo socialista ya ha sido debatida por el resto de grupos de la Corporación en la mesa de tasas que tuvo lugar ayer por la mañana. No obstante, y según apuntó el concejal de Hacienda, Alfonso Reguera, el resto de grupos municipales ya ha ido presentando sus propuestas desde el mes de febrero, momento en el que comenzaron las reuniones para establecer la nueva estructura de tasas. La proposición será sometida al pleno del Ayuntamiento de este mismo mes y la intención del equipo de gobierno es que salga adelante sin problema tras la correspondiente comisión de Hacienda que tendrá lugar el día 25. «En principio viene todo ya muy visto. No hay ninguna modificación sustancial salvo la estación de autobuses», afirmó Reguera sobre los próximos pasos a realizar.

La nueva ordenanza fiscal que pretende aprobar el equipo de gobierno tiene sus puntos más destacados en el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) y en la tasa del agua, apartados que suponen el 60% del total recaudado por la administración municipal vía impuestos. En el caso del IBI, se reduce el tipo en 1,75%, pasando del 0,4899 al 0,481. «El objetivo es que lo que se vaya recaudando a través de las nuevas incorporaciones sirvan para ir reduciendo la tasa general», explicó Alfonso Reguera. Por el momento, en 2018 las cuentas estiman un incremento en la recaudación del IBI del 2,46% (433.000 euros más que en 2017). «Esta disminución se suma a la reducción de un 15% del valor catastral de los inmuebles en el año 2016 y a la de un 2% aplicado en el ejercicio 2017», resaltó Clara Luquero.

También se propone para el próximo año una rebaja en la tasa del agua, concretamente en los tramos de menor consumo. «Este año hemos equilibrado los ingresos y los gastos correspondientes al ciclo integral del agua», declaró la alcaldesa, quien reconoció que durante el presente ejercicio han ahorrado 835.000 euros con un superávit de 180.000 euros, circunstancia que permitirá el próximo curso una reducción en determinados tramos. «En 2015 teníamos un déficit de 1,7 millones, con un coste del agua de 6,3 y una recaudación de 4,6. Tomamos medidas tanto en el coste del agua como en el precio del mismo. En 2018 se ha compensado. El coste es de 5,4 millones y lo recaudación es de 5,6. El trabajo empieza a dar sus frutos», aseveró Reguera.

Con dichos datos, el equipo de gobierno propone una reducción en el tramo B2 del agua (el correspondiente al consumo de 16 metros cúbicos a 25 metros cúbicos) de 27 céntimos por metro cúbico (pasará de 0,60 a 0,33). Además, el tramo B3 (el correspondiste al consumo de 26 metros cúbicos a 50 metros cúbicos) también contará con una reducción del 19,40% (13 céntimos menos por metro cúbico).

Además de las modificaciones en el IBI y en la tarifa del agua, el equipo de gobierno también propone variaciones en otros cuatro apartados. En lo que se refiere a la entrada de garajes y paso de vehículos, se modificará la categoría de los polígonos del Cerro y de Hontoria, pasando al epígrafe de quinta categoría, con la consiguiente rebaja en los impuestos. En cuanto al impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, se propone un aumento de dos años (de 5 a 7) en la bonificación para los vehículos eléctricos, de electro-combustión, híbridos y bimodales. Además, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) contempla una actualización y la inclusión de nuevos módulos de valoración, ampliando la bonificación de adecuación de locales comerciales en los barrios del 30 al 50%, incluyéndose también los despachos profesionales. «Es nuestro granito de arena para intentar apoyar el autoempleo y el emprendimiento», señaló Luquero.

La tasa de basuras también tendrá una pequeña variación con el establecimiento de una bonificación para casas rurales y viviendas de uso turístico del 40% por alojamientos de hasta diez plazas y del 50% para los de más de diez. No obstante, en 2018 está previsto que salga a contratación el servicio de basuras, por lo que en la ordenanza fiscal de 2019, la última de la presente legislatura, se prevé una modificación mayor de este impuesto.

Una de las principales novedades de la propuesta presentada por el equipo de gobierno es la inclusión de una nueva tarifa para los operadores de la estación de autobuses, que se aplicará desde el inicio del próximo ejercicio a las expediciones y a los pasajeros declarados ante la Junta de Castilla y León y con la que esperan recaudar 236.800 euros. No obstante, dicha cantidad todavía no es suficiente para hacer frente al coste total del servicio, que asciende a 254.400 euros. «En este momento la estación de autobuses es deficitaria en 17.000 euros. Hay que contratar los servicios de la misma y puede haber altas y bajas», explicó Alfonso Reguera, quien considera que el próximo año «habrá que ajustar en base a los contratos reales».

La nueva tasa se implementará, si así lo aprueba el pleno, en base a dos componentes. Por un lado, el número de viajeros de cada expedición, en una medida que podría repercutir en el precio del billete a través de las operadoras y que establece cuatro tarifas en función de los kilómetros del viaje: 0,075 euros hasta 50 kilómetros; 0,080 euros entre 51 y 100 kilómetros; 0,085 entre 101 y 200; y 0,090 en viajes superiores a 200 kilómetros.

Por otro lado también se establecen cuatro nuevas tarifas para la entrada o salida de autocares de la estación: 0,43 euros para recorridos de hasta 50 kilómetros; 0,53 euros para recorridos de entre 51 y 100 kilómetros; 0,72 euros para los viajes de entre 101 y 200; y 0,75 para los recorridos de más de 200 kilómetros.