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Jornada sobre absentismo laboral organizado por la Fes y AMAT en Segovia. Antonio de Torre
Las empresas segovianas ahorrarían 2,7 millones de euros si las mutuas dieran altas médicas

Las empresas segovianas ahorrarían 2,7 millones de euros si las mutuas dieran altas médicas

El coste del absentismo laboral por accidentes o patologías fuera del trabajo supera los 32 millones en la provincia

Lunes, 7 de octubre 2019, 15:43

Las enfermedades de los trabajadores en su vida cotidiana fuera del centro de empleo representan un «gasto muy importante para las empresas y para la Seguridad Social». En términos de los mutualistas lo llaman incapacidades temporales por contigencias comunes. Y sí, el coste facilitado este lunes por el director gerente de la Agrupación de Mutuas de Accidentes del Trabajo (AMAT), Pedro Pablo Sanz, llama la atención. En la provincia segoviana, el desembolso total acarreado por este tipo de absentismo laboral ascendió a 32,4 millones de euros el año pasado, lo que supuso una subida superior al 12% con respecto al ejercicio anterior.

Sin embargo, Sanz se ha retrotraído un poco más en el tiempo para poner de relieve que ese gasto que acarrean para las empresas y para la Seguridad Social estas bajas temporales de los empleados ha crecido un 70% en el último lustro. En el conjunto de Castilla y León, esa subida es inferior, concretamente del 50%.

Este desembolso en prestaciones económicas se reparte entre el coste directo que afrontan las compañías, que fue de casi quince millones en Segovia en 2018; y los 17,4 millones salientes del sistema público, ha desgranado el responsable de la asociación nacional de las mutuas de accidentes de trabajo.

El presidente de la Federación Empresarial Segoviana, Andrés Ortega, ha calificado de «muy grave» el problema que generan las bajas temporales por contigencias comunes en la provincia. De ahí que haya valorado muy positivamente la jornada que ha reunido este lunes en la sede de la patronal a la asociación nacional con industriales segovianos con motivo de la presentación de una herramienta para calcular las cifras del absentismo laboral por incidentes o patologías de salud fuera del trabajo y también para tratar de buscar soluciones.

Un dinero que «no llega a las pensiones»

Tanto Andrés Ortega como Pedro Pablo Sanz han hecho hincapié en que esos costes a los que deben de hacer frente hacen que las empresas «vean reducida su capacidad competitiva». Asimismo, la especificación de esos gastos también serviría a las compañías a definir con más tino sus planes de viabilidad, ha añadido el presidente de AMAT, quien agregó que el dinero que se va en la cobertura de estas bajas temporales no llega, por ejemplo, a las pensiones.

Otro dato que ilustra la incidencia en Segovia del absentismo laboral debido a incapacidades temporales por contingencias comunes es que su coste equivale a 2.869 jornadas anuales de trabajo perdidas. Es lo mismo que decir que cinco de cada cien empleados faltaron a su puesto durante todo el año 2018.

Los citados aumentos experimentados en los últimos años ponen de manifiesto que las prestaciones económicas que pagan las empresas han pasado de suponer un coste teórico por operario de 311,1 euros cuando un lustro antes era de 204,2 euros. Es decir, desde 2014 el desembolso efectuado por las compañías por cada trabajador que sufre una incapacidad temporal a causa de un incidente padecido ajeno al desempeño laboral se ha encarecido por encima del 50%.

Desde alteraciones en la espalda a tendinitis o fracturas de huesos

Pedro Pablo Sanz, de AMAT. A. de Torre

El director gerente de la Asociación Nacional de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), Pedro Pablo Sanz, enumera las patologías traumatológicas más habituales que motivan al baja médico del empleado por una incapacidad temporal por contingencias comunes. En la cabeza de la lista estás las alteraciones en la espalda no especificadas. Le siguen las tendinitis, otros trastornos en las articulaciones y, esguinces y torceduras de tobillo y alteraciones en la columna vertebral. Pero también se cuantifican fracturas de huesos, como los de radio de cúbito, que en 2018 originaron en la provincia 63 bajas a personal protegido por las mutuas. Este tipo de rotura es, además, la que deriva en un periodo de incapacidad más alto, con una media de 118 días sin poder trabajar. Los datos de AMAT revelan que esa misma fractura en el brazo, si se tramita como contingencia profesional producida en el desarrollo del trabajo acorta el plazo de baja a casi 92 días de media.

El director gerente de AMAT, Pedro Pablo Sanz, ha citado los tres motivos fundamentales por los que se produce el absentismo laboral. Uno es la «burocracia administrativa» en alusión al exceso de papeleo que conlleva a tramitación de la incapacidad. Otro, a juicio de Sanz, se refiere a «la excesiva carga asistencial que soportan los servicios públicos de salud», que a su vez genera un efecto 'dominó' en las listas de espera, que crecen y «retrasan mucho la recuperación». La tercera razón es «el uso abusivo de las prestaciones».

Simplificar la burocracia

En cuanto a las soluciones que aporta la asociación nacional a los empresarios para paliar los efectos de estas contigencias comunes cobre sus planes financieros, Pedro Pablo Sanz reclama que las mutuas puedan dar altas médicas. Según el director gerente de AMAT, las compañías de la provincia podrían ahorrarse con esta medida en torno a 2,7 millones de euros teniendo en cuenta el salario medio anual en Segovia.

Esta última medida que propone el responsable de las mutuas está vinculada a la duración media de este tipo de incapacidades temporales, que se alargan en el caso de la provincia una media de 49 días, periodo que se ha reducido casi un 2% pero que está «muy por encima de la media nacional, que es de 42,39 días». En este sentido, Sanz cree que si las mutuas pudieran emitir altas la duración de la baja se acortaría «prácticamente a la mitad de tiempo».

Además, para evitar «el lío de papeles entre mutuas, servicios de salud y la Seguridad Social», Sanz aboga por «simplificar» los procedimientos administrativos. Las mutuas protegen en la provincia segoviana a unos 56.000 trabajadores.

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