La empresa que arregló Padre Claret se libra de asumir las reparaciones

Por lo tanto, las distintas reparaciones ya ejecutadas desde entonces y las nuevas que puedan realizarse próximamente tendrán que ser financiadas con las arcas municipales. El actual gobierno municipal llegó a encargar un informe para determinar si los desperfectos en la calle eran consecuencia de una mala ejecución de la obra por parte de la empresa u obedecían a la orden dada -según la empresa- por los responsables municipales de trabajar con bajas temperaturas. Aquel análisis encargado por el Ayuntamiento concluyó que los trabajos ejecutados con meteorología adversa y las juntas transversales que no fueron incluidas en el proyecto fueron dos de las causas que provocaron los hundimientos posteriores en la calzada.

En agosto de 2023 -apenas tres meses después de la finalización de las obras y cuando ya aparecieron los primeros hundimientos en la calzada- José Mazarías anunció que Fuenco SAU había registrado en el Ayuntamiento de Segovia un documento en el que aseguraban que se les había obligado a colocar al adoquín y el mortero con bajas temperaturas pese a las recomendaciones técnicas que aconsejaban no realizar esos días los trabajos. Según dijo el regidor en aquel momento, la persona que ordenó a la empresa trabajar en esas condiciones fue el exconcejal de Obras, Miguel Merino (PSOE). Para Mazarías, el anterior equipo de gobierno quería que las obras no sufrieran retraso alguno para que pudieran estar terminadas antes de las elecciones municipales de mayo de 2023. Tras conocer la acusación del alcalde, el exconcejal de Obras negó haber obligado a la empresa a ejecutar los trabajos en aquellas fechas pese a las recomendaciones técnicas contrarias.

Es por ello que las futuras reparaciones que se acometan en la calzada de Padre Claret tendrán que ser asumidas por el Ayuntamiento de la capital segoviana, que ya estudia los nuevos hundimientos detectados en el tramo comprendido entre la plaza de Artillería y el cruce con la calle Soldado Español. «La mayoría son espacios en los que no se intervino», dijo el regidor sobre los baches observados, que no están en los mismos puntos que los reparados el pasado verano con una intervención que obligó a cortar el tráfico por la calle durante dos meses.

La intención del gobierno de la ciudad es arreglar los nuevos blandones con actuaciones puntuales que puedan realizar los propios operarios municipales sin necesidad de elaborar un nuevo proyecto o contratar a una empresa. «No queremos cerrar la calle. La idea es retrasar lo máximo posible un intervención integral», confirmó Mazarías.