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La emoción de subir al Postigo por primera vez en la vidaLo que para muchas personas era parte del día a día, para los usuarios en silla de ruedas era un sueño por cumplir. La presencia de cientos de escaleras y cuestas en multitud de entornos patrimoniales de la ciudad impedía que muchos segovianos y turistas pudieran conocer algunos de sus lugares más emblemáticos y vistas pintorescas. Es el caso del mirador del Postigo, donde se ha sustituido un escalón por una rampa. Esta intervención ha permitido a María José del Río, una usuaria con movilidad reducida, observar la panorámica desde el Acueducto por primera vez en la vida.
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Era una oportunidad que esperaba desde hacía años, y lo mismo sucedía con otras muchas personas con discapacidad. «Creía que ya no lo iba a ver nunca», aseguró este lunes bajo el Arco del Postigo del Consuelo sin quitar la mirada del horizonte un segundo. La voluntaria y también secretaria de Frater Segovia siempre había observado desde abajo a los espectadores que se quedaban prendados de la panorámica. «Siempre decía: tienen que merecer la pena», declaró. Y, finalmente, así ha sido.
Los entreclaros que provocaba la luz del sol, que se escondía por momentos tras las nubes, el verdor de los campos del extrarradio después de una noche de tormenta y la imponente perspectiva del Acueducto que se observa desde esta localización es una postal que nunca olvidará Del Río. «Me ha impactado; es una sensación muy placentera, me agrada poder disfrutar del paisaje como una más», aseguró emocionada. Lo mismo trasmitió otro de los socios de Frater, Juan Carlos Horcajo, quien llevaba sin poder contemplar las vistas desde el Postigo más de treinta años.
Antes de la eliminación de la barrera arquitectónica «era imposible llegar hasta aquí: nada podía hacer», lamentó Del Río. La instalación de una simple rampa ha supuesto un cambio en el día a día e, incluso, en la vida de decenas de segovianos que se encuentran en la misma situación. Además, esta modificación «ha quedado muy bien», apostilló la usuaria en silla de ruedas. Sin embargo, no todo es un camino de rosas. El esfuerzo «merece la pena», pero el acceso hasta este lugar todavía es «muy complicado» para las personas con movilidad reducida debido a las zonas de adoquín y emborrillado que dificultan el desplazamiento.
La portavoz de Frater es partidaria de la creación de un pasillo o pasarela de losa en parte del recorrido para salvaguardar este obstáculo, lo que a su juicio no entorpece el patrimonio. Es una propuesta que ha sido valorada por el alcalde de la ciudad, José Mazarías, quien reconoce que el emborrillado «no está en buen estado» en diversos puntos y advierte sobre la dificultad de su mantenimiento. «Se podría prever de forma paralela un espacio para facilitar el tránsito», resumió, lo que también beneficiaría a personas que se desplacen con andadores, carros de la compra o carritos de bebés.
Las cuestas y escaleras no hacen de Segovia un itinerario turístico fácil. «El problema es que es una ciudad patrimonio, que quieren conservar al máximo, pero entiendo que esto se puede solucionar con zonas alternativas», refiere Del Río. La accesibilidad es una cuestión pendiente en muchos espacios, incluso de visita casi obligada, por lo que el regidor ha definido esta intervención como el principio de un largo camino «que nos queda por andar». De hecho, Mazarías aclara que esta iniciativa tuvo su origen en una advertencia que le hizo otra persona en silla de ruedas hace meses, quien lamentó no haber contemplado nunca las maravillosas vistas desde el Postigo.
«Son detalles absolutamente imperceptibles para los que no tenemos ese problema; hemos normalizado algo que dificulta la accesibilidad a estos espacios», subrayó el regidor. La portavoz de Frater ejemplifica con otros muchos puntos frecuentados de la capital. Hasta el momento, solo podían observar la panorámica desde el mirador de La Canaleja, en la Calle Real. «Te puedes acercar, aunque el muro está muy alto y lo ves peor», detalló. También es conocedora de la intención de universalizar el acceso a ciertos espacios del entorno de la muralla. «Querían hacer otro en esta zona, pero está todavía por solucionar», concluyó.
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