La emoción de sentir las Fiestas desde dentro

Estas Ferias y Fiestas se van a sentir diferente en los corazones segovianos. En todos, pero en alguno en especial, con permiso de otros. Tras dos años de pandemia, la vuelta de los festejos en homenaje a San Juan y a San Pedro devolverán la ilusión a los barrios y a quienes les representan cada año, comenzando por la alcaldesa de las Fiestas, Beatriz Lázaro. En 2020, el coronavirus impidió que se presentara; no así este 2022, en el que se llevó la grata sorpresa de ser escogida como representante mayor. Encarnará, así, el sentir de los segovianos desde dentro, siguiendo con aquello que sintió como dama hace once años su hermana mayor. «Me invitaba a presentarme porque pasó unas fiestas muy buenas. Siguiendo sus pasos, me animé a hacerlo y me llevé una gran sorpresa al ser elegida alcaldesa», dice sonriente, mientras repasa el protocolo de vestimenta que ha de llevar a cada evento y todos a los que ha de asistir. «Va a ser especial. Todos los segovianos vamos a disfrutar mucho», afirma. Ella lo hará desde una posición especial, «desde dentro, asistiendo a todos los actos», junto a esas compañeras que decidieron votar a la representante de San José como cara de las fiestas. «Una responsabilidad», reconoce también.

Entre estas, compañeras estará Oliva Rodao, dama del Centro de Personas Mayores San José, a quien empujaron sus amigas a ser partícipe de algo que no le es desconocido del todo, ya que antes que ella lo vivieron algunas vecinas, una nuera y una sobrina. «Yo sabía que me lo iba a pasar bien, y ya lo estoy haciendo», reconoce, rodeada de las más jóvenes, que la han acogido con total naturalidad. «Si se están sacando fotos, me dicen 'Oliva, ponte aquí; Oliva, ponte allí. Al baile de los cadetes fuimos todas muy guapas y hubo alguien que me dijo que no me había visto bailar, pero bailé, bailé. Estuve con ellas hasta las tres de la mañana», afirma riendo y siendo la envidia –siempre sana– de su grupo de amigas, con las que sale siempre que puede.

A las dos les paran por la calle y les dan la enhorabuena, les dicen que les han visto por la tele o en el programa de las fiestas y que se alegran por ellas. También lo hacen por Konstantin Milchev, único chico de los 17 representantes de los barrios, con quien Oliva tuvo un cariñoso detalle en el mencionado baile. «Me dijo que cumplía 20 años y me acerqué a la orquesta a pedirles que tocasen el cumpleaños feliz. Se lo acabamos cantando todas las personas que estábamos allí», explica vivaracha Oliva, quien, muy coqueta, en su humidad, cuenta que ha salido «18 años de mantilla», que tiene «peinetas y vestidos muy monos» y que no le va a negar a las más jóvenes su ayuda con este protocolo de vestimenta en los distintos actos a los que han de acudir.

Que sea el único representante varón no ha hecho de menos a Konstantin Milchev; al contrario, se ha sentido arropado por las damas desde que llegó al Ayuntamiento a la primera reunión. Si se animó a presentarse fue, en parte, debido a eso, y a que «en 2019 el alcalde fue un chico». En el barrio, cuando lo comentaba, le espoleaban también; cuando lo verbalizó en la Asociación de La Albuera lo vieron como una manera «de romper una barrera cultural» que él mismo confiesa que tenía.

Claro, que el primer día pasó vergüenza. «Imagínate; en el salón de plenos, rodeado de todas. ¡Me preguntaba dónde me había metido!», relata entre risas y contento porque la elegida fuera Beatriz, dicho con el mayor cariño hacia el resto de sus compañeras, porque se sentaron juntos nada más llegar y fue la primera que no dudó en recibirle «con los brazos abiertos». De la misma manera le acogen en su barrio, La Albuera, donde también recibe apretones de manos y abrazos. «Para mí es un honor representar al barrio, porque no he nacido en él, soy extranjero y vine con 5 años, pero me siento como uno más». Porque, de hecho, lo es. Como sus compañeras, segoviano y orgulloso.

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• Fiestas de San Juan y San Pedro de Segovia